Shadday
- No sé que decir.
- No tienes que decir nada, mucho haces al estar aquí conmigo- se me escapa un sollozo.
- Toma este poco de café, pronto te sentirás mejor, lo prometo- me dice Amparito tendiendo una taza de té en su mamo.
- Nada me hará sentir mejor, porque él...
- Ya, ya, Shhhh-- pone el café a un lado y coloca mi cabeza en su pecho y yo empiezo a llorar abiertamente.
Tengo un enorme dolor en el pecho. Nada podrá hacerme sentir mejor. Nadie podrá aliviar el fuerte dolor que hay en mí.
- Qué hacen ahí en el suelo? - pregunta Carlos apenas nos ve.
- Niñas, levántense, eso se ve demasiado lamentable.
- Así me siento- levanto mi cabeza para ver a Luz, Loreth y Carlos- por qué estas de negro?
- Por si toca ir a un funeral despues de aquí.
Me levanto tan rápido como puedo y le doy un fuerte golpe en su brazo.
- No juegues con eso- le señalo.
- Ay ya, lo siento- dice sobándose el brazo.
- ¿Por qué lloras Shadd?
- Y lo preguntas Loreth? Te parece poco disparar un arma, casi causar la muerte de un ser humano me hace sentir igual a ese hombre- me limpio las lagrimas connmi dorso.
- sí pero él está vivo, solo le reventaste un pie. No es para tanto- dice Amparo.
- Oigan nada de esto puede llegar hasta los oidos de mis padres- les recuerdo.
- De los que estamos aquí presente no saldrá nada, pero qué harás con los periodista que estan allá afuera?
Abrí mis ojos hasta ya no poder por lo que acabo de escuchar. Soy una completa estúpida como pude olvidar que al hombre al cual disparé era el más buscado de todo el pais y ahora está en esta clínica gracias a un pequeño disparo que hice. Espero que no haya ninguna foto de mí por ahí.
- Debo ver a Damían- dejo a todos en el pasillo y busco la habitación donde se encuentra Damían. - Permiso, puedo entrar?
- Sí, claro adelante, ya acabé con él- dice el doctor Hernandez- los dejo solo. Trata de descansar Señor Valencia.
- Gracias a Dios tu herida no fue nada grave y...
- Estuviste llorando?
- Eee Nop- miro hacia arriba esquivando su mirada.
- Sí, lloraste mucho, acércate ¿ qué sucede?
Me siento en el borde de su cama y le acaricio su cabello, es tan suave, nada que ver con mi cabello. Le toco la mejilla y sin darme cuenta recorre con mi indice el borde de sus labios. Él sonríe.
- Me quieres besar Shadday? - levanta su ceja izquierda.
Finjo inocencia y me levanto de la cama, toco mi desordenado cabello y lo vuelvo a mirar, esta vez sonriendo.
- Sabes, en este mismo hospital yo escuché unas palabras de alguien que decía amarme, lamentablemente no pude reconocer la voz porque lo escuchaba lejos pero estoy casi segura que se trataba de Luis. Despues de todo no fue amor unilateral.
- Porqué aseguras que fue él?- frunce el ceño.
- No lo sé, solo lo supongo es que él ha estado...
-"Amo enteramente haberte conocido, pero más te amo a ti Shadday Sanez"
- Sí, eso fue exactsmente lo que escuché y- caigo en cuenta y abro mis ojos para verle -me estas diciendo que no fue, o sea que fuiste tú? ¡Oh por Dios! Que alegría hay en mi corazón o sea que te gustó hace mucho?
Despues de haber llorado tanto ahora estoy riendo como una niña pequeña. Me siento emocionada de saber que Damían me ama desde hace tiempo y el pendejo ese no me dijo nada. Estoy dando vueltas riendome.
- Déjame abrazarte- digo y me acerco hasta su cama y él suelta un pequeño quejido de dolor - Lo siento, lo siento.
- Sé que estas pensando el "porqué no me lo dijo antes" y el motivo fue porque a ti te gustaban las chicas y yo no quería terminar mi amistad contigo. Eras y eres muy importante para mí.
Pongo mis manos juntas y las llevo hasta el lado de mi mejilla izquierda e inclinando la misma, haciendo una cara tierna.
- Owww tan bello mi cuernudo- dobla los ojos - cuando salgamos de este lugar me pides que te confiese algo.
- Confiesame algo.
- Dije cuando estemos fuera de este lugar.
- Dime ahora, luego no puedo dormir- me río.
- Damían hay periodista afuera- nos ponemos en modo serio- yo no quiero que mis padres se enteren de esto, ya sabes que no lo tomarían a bien y no quiero separarme de tí.
Damían piensa un rato mirando a la nada y luego me mira y sonríe.
- No te preocupes, yo me encargo de todo, mi amor- me sonríe y yo le sonrío.
*****
Una semana después.
Estamos todos en el lugar que Damían alquiló para vigilar a Allison y estamos muy bien. Ya no tenemos que vigilar a nadie porque Allison y su cuadrilla de narco estan gozando de unas largas vacaciones tras las rejas.
Damían dio audios para los periodista pidiendo que no dejaran oir su voz natural y que tampoco fuese publicada alguna imagen de su novia o de él, por seguridad.
Veo a Luz y Carlos muy melosos frente a todos nosotros. Amparo empuja a Carlos haciendo que este rompa el beso y al parecee tambien que rompa un hueso.
- Amparo, no. Por qué lo empujaste?- se queja Luz.
- Fue sin querer, me resbalé- hago una media sonrisa y le guiño el ojo en complicidad.
Al parecer estamos todos bien. Loreth no parece estar incómoda frente a Carlos y Luz ( gracias a Dios) Amparo se está abriendo más al grupo que hemos formado. Damían y yo estamos en nuestro mejor momento. Bueno él no tanto, hoy quedó en ir a hablar con mis padres, él dice estar bien pero creo que tiene miedo.
Me acerco hasta donde se encuentra y beso su mejilla para luego decirle en su oído.
-Todo va a estar bien- me separo un poco y lo veo a los ojos.
- Se besan y los empujo yo- dice Loreth cerca a nosotros. Todos ríen.
Me encanta esta sensación de tranquilidad esta felicidad que siento al saber que tengo a mis padres vivos y felices, el saber que tengo a unos buenos amigos y por último y no menos importante es que tengo al mejor hombre de todos enamorado de mí y yo de él.