No quiero matar a nadie

Capitulo 1 Personalidad

Me siento ahogado, se supone que el futuro iba ser brillante y emocionante, es raro pero la felicidad de las personas es tan frágil , como una copa de vidrio que se rompe con solo una brisa de aire, todo lo que me hizo feliz se cayo a pedazos y lo que soñaba para mas adelante en mi vida lo acompaña ,parece que el mundo me dice “Tú no puedes soñar” Siento una fuerte presión en el corazón como un monstruo dentro de mi “mírame, mírame, mátalo, mátale, lo voy a matar” Es lo único en lo que pienso y repito entre susurros mientras me mantengo sentado en clase sin mostrar alguna muestra de nervios y ansiedad en mi cuerpo, solo un muchacho con el cabello despeinado y atendiendo una clase, solo un tipo más.

Me parece increíble como mis ojos me muestran el mundo, pero dentro de mi se que solo veo lo que yo mismo me limito. ¿No es raro? Camino entre la gente y pienso, todos pueden morir o bueno ya nos estamos muriendo, pero puede que alguien aparezca y acelere este destino. Las personas pueden ser asesinadas incluida yo, pero mis ojos no pueden mostrarme eso, ellos solo me muestran que todo siempre será igual, es como si mis ojos fueran un niño inocente y mi cerebro fuera un adulto cansado de la rutina, pero soy un adulto, tengo 20 años y para el mundo soy un adulto.

Hay tantas formas de que puedo matarlo, un disparo en la cabeza, incendiar su casa, atropellarlo o hasta envenenarlo, aunque nunca se me dio las clases de química y en lugar de matarlo lo hago inmortal.

Pero necesito que nadie me descubra, la cárcel no me asusta, paso tanto tiempo en mi habitación o entre salones de universidad que ya me siento como un preso solo que me trasladan de un penal a otro. Solo que mi pobre madre se le romperá el corazón si se entera y no creo que me vuelva a hacer la cena en las madrugadas que suelo llegar a mi casa y aunque lo haga seguro que la comida ya no sabrá tan bien.

Concéntrate, como lo mato, no es un simple capricho todo esto, tiene un propósito o al menos una finalidad. Me encanta esta sensación de pensar que mi plan se puede hacer realidad, tan real que puedo tocarlo, sentirlo y arrastrarlo conmigo para siempre, realmente puedo matar a una persona.

Necesito un poco de tiempo para pensar en como hacer el asesinato perfecto como ya les dije no quiero que me encuentren culpable, aunque el solo hecho de escribir esto creo me delata por completo, bueno les diré la verdad dentro de mi hay un poco de esperanza en que no me vuelva en un asesino si sigo desahogándome en este libro.

Matar no está bien eso es obvio, pero después de lo que leí ayer es como si no me quedara otra alternativa, me siento como un muñeco con el que Dios juega a ver “¿Cuánta mas tristeza puede soportar mi juguete?” No creo en Dios pero quizá después de lo de ayer comience a ir a la iglesia mas seguido “Oh por favor Señor no permitas que este odio dentro de mi dañe a mas personas, no quiero matar a nadie, por favor desaparécelo o cálmalo hasta que mi vida termine”

Dios, si existiera, así como les da grandes destinos a algunos, otros debemos ser los condenados a sufrir siempre, alguien debía entregar a Jesús a los romanos ¿Qué culpa tenia Judas? Alguien debía hacerlo.

Si en este mundo no se permite soñar entonces es porque no es lo destinado a mí, aunque es raro que la tristeza en este día sea tan ligera, mejor dicho, como si fuera ya parte de mi ¿Qué clase de vida he tenido? ¿Cómo es que la tristeza se siente como algo tan cotidiano para mi incluso después de lo de ayer? Lo he decidido, lo voy a asesinar.




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