No Quiero Perderte

POV DIANA & FERNANDO

DIANA:

Miro a Fer dormir pacíficamente, su torso desnudo, provoca miles de sensaciones en mí, las cuales nunca antes había sentido.

No quiero ni imaginar cómo habrá hecho él para aguantarse tanto tiempo.

Mamá me dijo que un hombre que te quiere y te ama de verdad sabe esperar hasta que tú estés lista, no te presiona y mucho menos te obliga. Y cuando ya estás preparada, te hace sentir especial, por eso amo a mi mamá por sus palabras sabías.

Fer no es perfecto pero es el hombre quiero en mi vida, lo nuestro creo que fue amor a primera vista desde pequeños, solo que hasta los 17 recién se animó a pedirme ser su novia.

Me levanto con cuidado de la cama, sin hacer ruido alguno, hoy cumplimos un año y medio de nuestra relación, y me siento muy feliz, creo que hasta las mejillas me duelen de tanto sonreír.

Nunca creí que el chico más codiciado de la escuela, terminaría con una nerd como yo, o así me tildaban todos en el colegio porque me gustaba estudiar mucho, en cambio Fer a pesar de ser guapo y requerido hasta ahora, me eligió a mí, y cada día me demuestra lo mucho que me quiere, no solo son palabras, sino también los hechos.

No voy a negar que hemos tenido algunas discusiones, pero han sido porque no llegábamos a un acuerdo sobre algo, si han habido varias tipas que han querido dañar nuestra relación, pero Fer las ha ignorado.

Busco en cocina los ingredientes para hacer los panqueques, tengo que apurarme antes de que se despierte y arruine mi sorpresa.

Trato de ser lo más cuidadosa y silenciosa al momento de cocinar, exprimo las naranjas, pongo los panqueques recién hechos en un plato, los huevos revueltos con tocino en otro, coloco todo en una bandeja y llevo el desayuno a la cama.

Tenemos que romper tradiciones, no siempre el hombre tiene que llevarte el desayuno, nosotras también podemos hacerlo, aunque algunos hombres machistas no lo aceptan.

Dejo el desayuno en la mesita de noche y me siento en la cama, Fer aún no se ha despertado, llevo mis manos hacia su rostro y empiezo a acariciarlo, poco a poco él se remueve en la cama, sus hermosos ojos marrones claros no tardan en abrirse, cuando se da cuenta que soy yo, sonríe.

-Buenos días preciosa – dice con la su voz ronca y se acomoda poniendo su espalda en el respaldar de la cama

-Buenos días, amor – deposito un beso en su mejilla – hoy te preparé el desayuno – agarro la bandeja y la pongo sobre sus piernas – feliz aniversario – lo miro a los ojos

-Feliz aniversario cariño – se acerca sonriendo hacia mí y deposita un pequeño beso sobre mis labios – no debiste molestarte en preparar todo esto para mí, bueno ya que es mucha comida, por lo menos desayuna conmigo – me dice, mirándome con esos ojitos tan lindos que no me puedo resistir

-Está bien – respondo

Todo el desayuno, la pasamos entre risas, besos, recordando nuestras aventuras y hablando sobre la universidad, hoy ninguno tenía clase y era lo mejor, lo único que quería era pasar todo el día a su lado sin interrupciones.

-¿Qué haremos hoy? – pregunto lavando los platos

-Primero deja eso ahí, ya tú hiciste el desayuno, así que me toca a mí lavar eso – me agarra de la cintura y me sienta en la encimera – segundo te parece bien ir al parque de diversiones, al que deseábamos ir desde que llego aquí, hoy es su ultimo día – comenta – o sino vamos a cualquier otro lugar que…

-No el parque de diversiones suena perfecto

-Entonces vamos a alistarnos, no perdamos el tiempo – se seca las manos en un trapo y se acerca a mí, cargándome en su hombro, haciendo que yo suelte un grito agudo.

 

……………………………………………………………………………….

-Subamos a la montaña rusa – le digo emocionada

-Amor acabamos de comer unas ricas hamburguesas y no quiero vomitarlas – dice riendo – mejor vamos allá, te ganaré un oso

- Hola – saluda el señor – el juego trata de derribar diez patos con una pistola, si lo logras puedes escoger cualquier peluche

-Fer, no tienes que hacer esto – le digo

-Si lo tengo que hacer, tenga – le da el dinero – te ganaré un peluche, mi amor – me da un beso en los labios antes de agarrar la pistola

¡QUE TERCOS SON LOS HOMBRES!

 ¿Quién los entiende?

Fer toma un respiro y se concentra, toma una buena posición y dispara dándole a uno

-Ahora faltan nueve más… - veo perpleja a Fer quien le acababa de dar a otro pato más y luego a otro, y así tan seguido que hasta el vendedor se sorprende

- Gané – me dice, y yo salgo de transe – me merezco un premio – sonríe y me entrega el oso de la mitad de mi tamaño

-¿Cómo? – pregunto, me acerco y deposito un beso sus labios

-Mi papá me ha llevado a practicar varias veces paintball, a parte mi abuelo de pequeño me enseño a cazar en el bosque – explica sobre mi labios, no me deja ni responder y me vuelve a besar pero esta vez con más intensidad.

Recorrimos unos juegos más y fuimos a cenar a un bonito restaurante, este día no pudo ser mejor, pero aún falta hablar con Fer sobre lo de mi virginidad, hoy quiero que me haga suya, ya me siento lista.

-Amor, ya llegamos – me avisa – ¿en qué piensas? – nos bajamos del auto

-Nada de que preocuparse – sonrió tímida, no quiero que se dé cuenta de mis pensamientos sucios.

De solo pensarlo me sonrojo

-Estas rojita – se acerca hacia mí y me acorrala contra la puerta de nuestro departamento – tienes algo en mente, ¿sobre qué puede ser?

-N… noo – tartamudeo, su aliento mentolado choca contra mi cara

Me mira con una ceja arqueada, abre la puerta con la llave y yo trato de huir con dirección al baño más cercano, pero este me intercepta y me besa. Retrocedo contra la pared y le sigo el beso al instante, me carga entre sus brazos y me guía hacia la habitación.

-Amor, si aún no estas lista puedo esperar – dice con su voz agitada




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