No quiero una vida sin volver a verte

CATORCE

CAPITULO 14

 

Me encuentro desayunando en el comedor antes de irme a la escuela ya que son las ultimas clases, después de lo de anoche no sé si quiero hablar con Teresa, pero es ella quien rompe el silencio cuando entra en donde me encuentro comiendo mi cereal, ella pasa por mi lado tomando el helado que le traje ayer. 

 

–Emm… –toma asiento frente a mi –ayer… ayer estuve un poco alterada y…

–¿Un poco? –bufo –Teresa si esos ataques siguen, lo más recomendable es que te vayas a tu casa

–No, no, no, yo… te prometo que no vuelve a suceder, es solo que, tu no estas y yo quiero pasar tiempo contigo, quiero que sientas y vivas conmigo el crecimiento de nuestro hijo, pero… –veo como sujeta la cuchara en su mano derecha, apretándola para contenerse en no gritar –pero tú te vas con la ciega que… lo único que hace es alejarte de mi lado, que no estes conmigo, que ya no me ames, que ya no sientas nada por mi… –estalla –¡¡ES POR ELLA POR LO QUE TE ALEJAS DE MI, DE NOSOTROS!! YO NO TE QUIERO DE A MOMENTOS, ZAC, YO TE QUIERO DE TIEMPO COMPLETO, PUEDE NO SER NECESARIO PARA TI, PERO PARA MI QUE ESTOY LLEVANDO A TU HIJO DENTRO DE MI Y QUE ES UNA CARGA PESADA, TE NECESITO CONMIGO ¡¿A CASO ES TAN DIFICL DE COMPRENDER?!

 

Toma aire por todo lo que soltó sin detenerse, yo solo me dedique a mirarla, sin decir una sola palabra, termine mi cereal sorbiendo la leche sobrante al final, me puse de pie con su mirada siguiendo cada paso que daba, dejé los trastes sucios en el lavatrastos para después voltearme, cruzar los brazos y mirarla serio. 

 

–¿Terminaste? –no dice nada –lo tomare como un si –me recargo – de todo lo que dijiste… aquí va mi respuesta –me aclaro mi garganta –tu promesa no duró ni unos segundos, al instante comenzaste a ofender a mi actual novia, que para tu mala suerte, yo la quiero, la amo, ella no me alejó de nadie, simplemente ella me llamó la atención, me gustó su positividad, creo que era lo que en verdad buscaba y que contigo… perdón por ser duro, pero contigo no lo tenía, lo que obtenía era solo sexo y no me dejaras mentir en eso, porque resultado de eso, llevas a nuestro hijo que… dándole razón a mis palabras anteriores, ese hijo no te interesa en lo más mínimo, solo lo quieres para atarme a tu lado, cosa que no voy a dejar pasar, porque solo estaré en los momentos que pueda y se requiera; cuando te traje aquí te lo dije desde el primer paso que diste, estuviste de acuerdo, ¿de qué carajos vienes a quejarte ahora?

–¿De qué me quejo? –da una risa con tristeza –tú de verdad no comprendes nada, Zac

–No, no lo comprendo y no lo quiero hacer, porque conociéndote, tu respuesta es que quieres estar conmigo y no Teresa, no quieres eso, solo no quieres estar sola, Abbey, siempre lo ha estado debido a que sus padres siempre están ocupados, imagínate, sola, con una discapacidad y solo tener de compañía a una mujer de servicio que va de vez en cuando

–A mí no me estes comparando con esa estúpida discapacitada –golpea la mesa con el cubierto que aun sostenía

–¡A Abbey, no la ofendes! –me acerco a ella –ya te lo advertí, Teresa, una más y no respondo

–¿Qué? ¿me vas a pegar? –se burla

–Ay, por favor, me conoces muy bien y sabes que jamás haría eso

–Pues yo también decía lo mismo, que te conocía, pero ya no sé; nunca te hubieras fijado en alguien como… como esa que tienes de noviecilla y mira, te tiene como su perrito faldero

–¿Sabes qué? Me voy, ya estoy cansado de escucharte –voy por mi mochila –de una vez te aviso que en cuanto salga de la escuela, mi hermana regresa a casa, así que evita tus comentarios idiotas insultando a la gente como si tu fueras una blanca paloma

–Lo soy, para que lo vayas asimilando

–Si, si, sigue soñando 

 

Salgo azotando la puerta, dejándola con su amargura y es que la verdad me viene valiendo madres lo que ella piense y lo que diga de mí, pero no puedo soportar el cómo habla de mi hermana, de mi hijo que aun ni nace y ya lo ve como una carga, mucho menos dejaré que diga cosas a Abbey, solo yo se las digo y es de forma cariñosa, no como ella que lo suelta con demasiado veneno. 

 

*************

 

–Tu hermana se puede quedar un tiempo más sin problema –me dice Abbey

 

Saliendo del colegio, los tres dimos rumbo a casa de la nueva para ir por las cosas de mi hermana que, aprovechando que no estará este señor llamado nuestro padre. Entre los dos decidimos que era lo más apropiado, no podíamos estarnos aprovechando de la gentileza de mi novia, ya era demasiado con todo lo que hacía Abbey y sus padres mientras ella estaba instalada aquí. 

 

–Abbey, te prometo visitarte seguido, ¿okey? –dice Letty

–No, ya me acostumbré a tenerte –se le abalanza a mi hermana sin querer soltarla

–Permíteme dudar –se ríe

–¿Por qué dudar? –cuestiono

–Porque un día salió desnuda de la ducha como si nada y yo estaba ahí, viendo todo su panorama completito –se burla




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