TIEMPO DESPUES
‧̍̊·̊‧̥°̩̥˚̩̩̥͙ Ariosto ˚̩̩̥͙°̩̥‧̥·̊‧
-estos han sido los últimos documentos a revisar genesio ya me he hecho cargo
-de acuerdo_ lo mire pasar suavemente su mano por su brazo izquierdo haciendome sospechar
- ¿qué sucede genesio?
-nada importante ariosto. Puedo estar tranquilo en ver que mis empresas están yendo bien bajo ahora tu cuidado
-tú me enseñaste esto genesio, todo lo que yo sé es por ti_ sonrió
-por cierto. Los informes del periodo de enero a marzo
-ah, sí claro los he dejado en mi habitación_ camine saliendo de su oficina hacia mi habitación, aunque miraba el alrededor de las habitaciones cerradas ¿dónde está cuzia? Han pasado días desde que no ha salido a la plaza de la república podría sentirme tranquilo de saber que está a salvo de la amenaza de Fernando de Fiore, pero me es totalmente extraño ahora su comportamiento más distanciado y callado
Cuando entre a mi habitación no evite fruncir el ceño al ver a cuzia pareciendo buscar algo, pero parecía más temerosa. Nerviosa.
- ¿cuzia? se giró mirándome temerosa, aunque baje la mirada a sus manos que tenía mi billetera ¿qué estás haciendo cuzia?
-ariosto... yo_ me acerqué a ella para tomar su mano con suavidad quitándole la billetera de sus manos, la cerré con cuidado para alzar mi mano acariciando su mejilla sus ojos se cristalizaron_ ariosto... yo... yo no quise... es que...
-sshh_ me acerque dejando un suave beso en su frente_ si necesitabas dinero solo debiste decírmelo cariño, no tengas miedo
-es que...
- ¿porque no me lo dijiste cuzia? Dime ¿quieres comprar algo? ¿Otro violín? _negué
-es que... el dinero era para santos_ fruncí el ceño
- ¿santos? ¿Qué tiene que ver santos en esto?
-el... él me está chantajeando con decirle a mi abuelo que yo soy el cuervo celeste... y.… me está pidiendo dinero, ya no tengo y por desesperación yo..._asentí atrayéndola a mi abrazándola acariciando su espalda escuchándola sollozar
-tranquila cuzia, no tienes que sentirte culpable. Tú no tienes la culpa del chantaje que te está haciendo ese sujeto
-no sé qué hacer ariosto... tengo miedo...
-tranquila, no le diré nada a tu abuelo de esto. Yo me hare cargo personalmente de ese sujeto_ acaricie sus cabellos_ ya no tengas más miedo cuzia
-papá_ susurro entre lágrimas_ te necesito... por favor... _me sentía feliz por escucharla llamarme papá, pero ahora solo puedo abrazarla dándole consuelo a sus problemas
-te ayudare hija, te lo prometo_ fruncí el ceño ante la decisión que tomare, me separe un poco de ella tomando sus mejillas húmedas acariciándolas con suavidad sonriendo_ ya no llores cuzia, mira. Prepárate, ponte más bonita_ mis pulgares limpiaron sus mejillas_ y ve con Zaira
- ¿qué harás con... santos? Si salgo el me esperara para darle el dinero
-tranquila, yo me hare cargo_ deje otro beso en su frente_ anda, ve a divertirte con tus amigas cuzia_ asintió para salir de mi habitación. Suspire en bajo tomando los documentos que tenía apartados que me pidió genesio, entre a la oficina viéndolo leyendo los otros documentos que le entregue anteriormente, alzo la mirada a mi
- ¿qué sucedió ariosto?
-nada importante genesio, ham... tengo que hacer algo. Tengo que salir
-adelante, yo estaré en casa_ asentí para salir de su oficina y bajar las escaleras hacia la salida principal de la casa, en mi auto solo pude quedarme sentado frente al volante pensando en cómo poder ponerle un alto a ese idiota de santos, es un chico protegido por su familia. Es más fácil que me metan a prisión por golpearle incluso una bofetada antes que las autoridades levanten una orden contra él.
Solo hay una sola persona que puede hacerlo hundirse en terror como solo su voz, pero... eso implica vender mi alma a Fernando de Fiore.
Pase mis manos por mis cabellos, aunque puedo tomar su gusto por la música de cuzia para defenderla, pero... también costara mi vida si algo sale mal. Una sola bala puede significar mi fin. Si no lo hago santos seguirá extorsionando a mi hija con ese secreto que quiere mantener a salvo y.… si tengo que poner en riesgo mi vida por cuzia, por mi hija hare todo lo posible incluso negociar con Fernando de Fiore a base de engaños.
Conduje por la carretera hacia la residencia de Fiore, estaba en silencio ciertamente nervioso por lo que sucederá en esa pequeñísima reunión sorpresiva que tendré con Fernando. Miedo, me estoy cagando de miedo realmente de solo tener que verlo a los ojos.
Detuve mi auto a la entrada de la reja de la residencia de Fiore, salí de mi auto para acercarme a la reja donde había hombres de seguridad armados. Uno de ellos se acercó a mi mostrando su intimidante presencia y sus manos tomando el arma larga posiblemente cargada.
- Cosa vuoi e chi sei (que quieres y quién eres)
- Sono Ariosto Castellini e.… vengo a parlare con il signor de Fiore (soy Ariosto castellini y.… vengo a hablar con el señor de Fiore) _asintió con una mueca de desagrado tomando su radio que colgaba de su cinturón murmurando en este, giraba la mirada a los lados esperando poder recibir un aceptación pro parte de Fernando. Habría sido la ultima persona a la que le habría vendió a pedir un favor, pero la familia panelli tiene mucha influencia en nuestro circulo social que podría dañar terriblemente a cuzia.
- inoltrare (adelante) _mire como abrían las grandes rejas negras permitiéndome pasar, camine hacia la entrada de la casa con cierto temor a causar su frustración, pero… si tengo que salvar a cuzia de las malas intensiones de santos tendré que arriesgar mi vida con pedir un favor a Fernando de Fiore.
Dos hombres dentro de la gran residencia me guiaron aun armados hacia una habitación parece subterránea, bajando las escaleras de piedra fría escuche los lamentos de un hombre a igual que los bajos gruñidos como golpes, me acerque lo suficiente viendo que Fernando golpeaba a un hombre atado en una silla de madera su rostro bañado en sangre como moretones, su ropa igual manchada de sangre no pareciendo tener piedad absoluta. Y nunca podría tenerla este hombre, por algo toda Florencia teme a su nombre.
Editado: 13.01.2025