‧̍̊·̊‧̥°̩̥˚̩̩̥͙ Cuzia ˚̩̩̥͙°̩̥‧̥·̊‧
Termine de acomodar la mesa con el exquisita y aromática comida cuidando que todo fuera perfecto, levante la mirada a las escaleras donde se escucharon sus pasos bajar, solamente tome un profundo respiro esperando que esta vez si aceptara. Lo mire acomodar sus mangas de reloj en su muñeca ignorando totalmente el comedor.
-Fernando_ se detuvo mirándome con esa misma expresión de frialdad y desinterés_ la comida ya está lista, podrías tomar asiento en el comedor_ miro el comedor con indiferencia para después verme a mi
-no comeré contigo cuzia. Deja de estar perdiendo tu tiempo intentando llamar mi atención ya te he dicho que no tengo ni un solo interés en tratar contigo. tengo asuntos que atender_ camino a la puerta
- ¿a qué hora volverás? _me miro sobre su hombro de manera fría y mortal haciendome retroceder un paso y verlo salir de la casa, solo suspire en bajo derrotada.
Otro intento por poder al menos compartir un vaso de agua con Fernando y de nuevo me rechaza, apenas unos días llevando casada con el y solamente me rechaza e ignora totalmente como si realmente no existiera en su vida, como si me odiara. Aunque todas las noches que sale incluso hay veces que regresa dos días después, pero me ignora.
Me deje caer en la silla del comedor desanimada y triste, ya casi ya no uso colores oscuros a menos que a veces algunas blusas aun de luto por mi abuelo, pero… me siento tan vulnerable y triste cuando estoy junto a Fernando. he querido hablar con él, aclarar las cosas, pero solo me rechaza e ignora como un fantasma.
-señorita liotta_ levante la mirada a ivano_ ¿esta llorando? _negué limpiando mis mejillas
-estoy bien ivano. Dime, que pasa
-su padre, el señor Ariosto está en una llamada
-gracias_ me levante para tomar la llamada del teléfono de la sala
& hola Ariosto &
& hija mía, me alegro escuchar tu voz &
& igual yo &_ sonreí
& ¿tu esposo esta en casa? &
& no, el salió &
& perfecto. Estoy en camino a tu casa, quiero comer contigo ¿podría ser posible? &_ sonreí
& claro que sí. eres bienvenido, daré la orden para que te dejen entrar cuando llegues &
& gracias hija &_ colgué la llamada viendo a ivano
-ariosto viene en camino, por favor permítanle el paso cuando llegue
-claro que sí, no se preocupe señorita liotta. Ya le será informado del mismo modo al señor de Fiore_ baje la mirada suspirando derrotada_ disculpe mi atrevimiento señorita liotta_ lo mire_ ¿Por qué parece triste?
-no se que hacer ivano, he intentado de todas las formas para poder acercarme a Fernando y nada resulta. Hemos dormido en habitaciones separadas, ni compartimos ni un desayuno, comida o cena. Ni siquiera nadie de aquí tiene permitido llamarme señora de Fiore, solo señorita liotta
-puede ser un poco… especial el señor de Fiore señorita liotta. Pero tenga confianza en que el algún día podrá escucharla y estar a su lado_ desvié la mirada_ usted realmente ama al señor de Fiore ¿no?
-si, lo amo, pero no sé cómo acercarme a él. Pareciera que hay un gran muro o un muy profundo océano entre nosotros
-descuide_ acaricio suavemente mi mejilla_ el señor de Fiore le prometo que un día entenderá la situación
-ojalá sea pronto ivano, un año pasa demasiado rápido_ sonrió
Me puse un vestido de color azul celeste con dos mangas largas junto a unos tacones bajos oscuros además de cepillar mis cabellos y retocar mi maquillaje por mis lagrimas que lo arruinaron para poder recibir a Ariosto, pedí que la comida volviera a ser calentada aun manteniendo todo en su lugar, aunque ahora cambiando uno de los juegos de cubiertos a otro lugar respetando la cabeza del comedor. El lugar de Fernando.
Una vez que Ariosto llego sonreí feliz corriendo a sus brazos abrazándolo quien me apretó contra el acariciando mis brazos con suavidad.
-hija
-te extrañe tanto
-yo también, y eso solamente han sido unos días que no nos hemos visto
-pero es diferente Ariosto_ me separe un poco viéndolo_ ser esposa… no es fácil_ acaricio mi mejilla
-lo se hija, se que no es fácil tener que estar en un matrimonio. Te lo digo por experiencia con tu madre_ me reí en bajo_ pero bueno, mejor dime como has estado ¿Cómo te has sentido?
-algunas veces no puedo evitar llorar en recordar a mi abuelo papá, pero… estoy un poco mejor
-me alegro que la terapia de ayudo a volver a tus colores alegres, a esa bella sonrisa que tienes
-también, gracias a ti papá_ sonrió
-me encanta que me digas papá. Me haces realmente feliz_ sonreí, aunque bajé la mirada al estuche de violín que tenía en el suelo
-ariosto… porque
-cariño, la psicóloga dijo que era buen momento para que volvieras a hacer lo que tanto amas. La música, no podía culparlo por la muerte de genesio_ baje la mirada_ por favor, al menos intenta una vez mas tocarlo para mi hija, sabes que adoro tu música_ lo mire sonriendo
-no lo sé Ariosto
-además, dijiste que Fernando no esta en casa ¿no? _asentí_ entonces puedes tocar un poco para mi
-no lo se
- signorina liotta (señorita liotta) _gire la mirada a una de las cocineras_ potrei aspettare ancora qualche minuto per iniziare a servire il cibo (podría aguardar por unos minutos más para comenzar a servir la comida)
- ovviamente, grazie mille (claro que sí, muchas gracias) _asintió para volver a la cocina_ esta bien, tocare un poco_ sonrió feliz para tomar el estuche y caminar juntos a la sala junto a ivano.
Una vez dejo el estuche en la mesa del centro de la sala sentándose en el sofá mas grande, me acerque algo temerosa abriéndolo sintiendo mis manos temblar. No es miedo, no es temor a que no pueda volver a tocar el violín, es… el recuerdo de mi abuelo lo que me hace vulnerable incapaz de tocarlo.
Editado: 11.03.2025