‧̍̊·̊‧̥°̩̥˚̩̩̥͙ Cuzia ˚̩̩̥͙°̩̥‧̥·̊‧
-señorita liotta, sabe lo que eso significara para el señor de Fiore_ dude
-de que hablas ivano
-no me escuche señorita liotta, solamente son cosas mías_ mire a ariosto quien me guio hasta volver a sentarnos en el sofá
-por cierto, hija, esta noche habrá una pequeña fiesta en la empresa para todos los trabajadores y demás para poder dar la bienvenida a los nuevos miembros entre ellos a mi como el nuevo director general
-de acuerdo
-si deseas puedes decirle a Fernando para saber si quisiera acompañarte
-no creo que quiera acompañarme, desde que nos casamos ha sido frívolo conmigo y no ha mostrado ni un solo interés de querer mantener una relación matrimonial conmigo. Asique… sospecho que no aceptara
-de acuerdo hija, pero al menos intenta hacer tu lucha por convencerlo
-intentare papá_ sonreí
- Signorina Liotta, il cibo è già servito (señorita liotta, la comida ya está servida)
- grazie (gracia) vamos papá_ asintió para caminar conmigo hacia el comedor donde todo ya estaba en los dos lugares destinados donde comeríamos Ariosto y yo.
Me sentía realmente agradable poder tener la compañía de Ariosto en esta comida, no siempre puedo sentirme tan feliz y acompañada, tenia que acostumbrarme a la soledad de la presencia de Fernando en la mesa, el casi nunca come en el comedor incluso las sirvientas o los mismos chefs contratados deben llevárselos personalmente hasta su oficina donde casi mayor parte de tiempo en el día esta, y las noches sale de casa. Entiendo que sea por… algún trabajo que hace o algo por el estilo.
Después de la comida y haber compartido un postre los dos acordando poder reunirnos e la fiesta de la empresa Ariosto se fue, me quede sola en la mansión terminando de ducharme y con ayuda de unas pinzas ondule un poco mis cabellos además de maquillarme. Tenia puesta solamente una bata de baño dejando en la cama el vestido de color celeste que llevaría a la fiesta; un vestido largo elegante con mangas largas dejando al descubierto mis hombros como un pequeño reboso transparente de suave tela, un par de pendientes de diamantes, un collar y una pulsera además de unos tacones bajos negros.
Aunque desvié la mirada del espejo a la puerta al escuchar los suaves golpes viendo a ivano entrar a la habitación sonriendo.
-se ve hermosa señorita liotta
-gracias ivano
-por cierto, el señor de Fiore ha llegado. Se encuentra en su oficina_ asentí
-deberia cambiarme antes
-le recomendaría que fuera ahora, ya que sospecho que volverá a salir_ asentí
-gracias ivano_ me levante ajustando la cinta de la bata de baño igual que las pantuflas para salir de mi habitación a la oficina de Fernando. estaba nerviosa.
De toda la casa no me ha permitido poder ver algunas habitaciones de la parte baja de la mansión que pareciera el sótano igual que una sola habitación pareciera compartida que tiene bajo llave ni siquiera las sirvientas pueden tocarlo para limpiarlo solamente él.
Di suaves golpes en su puerta al pedir permiso para pasar.
-adelante_ entre viéndolo frente a su escritorio revisando algunos documentos, alzo momentáneamente la mirada a mi antes de volver a bajarla_ ¿Qué necesitas?
-quería preguntarte si estaba ocupado_ se quejó en bajo mirándome con fastidio
-no estoy de humor para soportar estupideces
-no, perdona… ham… Fernando, en un momento mas se realizara una pequeña reunión en la empresa y… bueno, quería saber si deseas acompañarme
-no tengo tiempo para perderlo en una estúpida fiesta de textiles
-pero Fernando, eres mi esposo
-eso no implica que tenga que descuidar mi trabajo, asique si tu quieres asistir por lo que veo en tu maquillaje que asistirás. Ve, ivano ira contigo y no quiero que me molestes más. Retírate
-si… claro_ me aleje para salir de su oficina al pasillo viendo a ivano
-no quiso verdad_ negué se acerco reposando su mano en mi hombro_ descuide señorita liotta, el señor de Fiore no es un hombre que asista a fiestas o compromisos a menos que sea una exigencia de su madre
-ya veo, supongo que tendré que mejor alistarme antes de que se me haga tarde
-claro señorita liotta. Esperare por usted en la planta baja
-gracias ivano_ regrese a mi habitación para cambiarme de ropa.
Una vez me puse el vestido como el reboso sobre mis hombros cayendo en mis brazos como los tacones bajos, frente al espejo los hermosos diamantes brillaban en los pendientes que tenia puestos, la pulsera y el pequeño collar en mi cuello. Aunque en mi mano tenia el anillo de matrimonio que Fernando me había dado como obligación en el registro civil solamente suspire en bajo cerrando mi mano. Realmente deseo al menos tener algún día un abrazo suyo, una palabra cariñosa o un solo beso en mi frente o en mi mano de su parte. Pero parecieran ser solo sueños tan lejanos a mí.
Me levante del banco para girarme viendo bajo mi cama que podía ver el estuche del violín que mi abuelo me había regalado. Ariosto se negó en llevárselo consigo, quiere que siga ensayando con el violín hasta poder volver a tener esa misma pasión de antes cuando aun mi abuelo vivía. Solamente lo empuje un poco mas adentro de la cama con mi cubriéndose con las cobijas de la cama. Tome mi bolso para salir de la habitación bajando las escaleras hasta donde estaba ivano esperándome quien me miro de pies a cabeza con una suave sonrisa en su rostro.
-señorita liotta, se ve realmente hermosa_ extendió su mano ayudándome a bajar el ultimo escalón
-gracias ivano
-vamos, se hará tarde_ asentí para caminar junto a el para salir al auto donde me ayudo a subir cerrando la puerta, lo vi caminar hasta el lado del conductor donde entro ajustando su cinturón de seguridad y encender el motor. Desvié la mirada por la pequeña ventana del auto en cómo nos alejábamos de la mansión.
Editado: 11.03.2025