Desde ya hace unos años se empezaron a llevar a los hijos de muchas familias, pero siempre había una condición, ellos podían elegir entre decir “No” o “Sí”, eran decisiones que podían valer o no la pena. Aquellos que decían “Sí” eran persuadidos de una forma bastante estratégica, estas familias tenían problemas económicos y con ello pocas probabilidades de sobrevivir, sus hijos decidían decir “Sí” para apoyar sus familias y no quedar a la deriva en un mundo bastante peligroso, pero incluso así el peligro aumentaba solo para ellos, sus familias quedaban a salvo y sin deudas, con una cuota mensual que no solo cubría todos sus gastos sino que también podían darse algunos lujos, lamentablemente la mayoría que decía que “Sí” moría allí, en un lugar totalmente desconocido para los demás.
Entonces tras las trágicas historias de cada familia, se fue esparciendo en todo Vyrrodian que el “No” era la mejor opción a elegir. Aunque la mayoría de las familias lograban salir de sus deudas habían unas que lograban solo un año más de vida. Pero aun así existían las personas que decían “Sí” porque no le daban tanta importancia a su vida como los demás ciudadanos y luego estaban los que eran obligados por sus padres.
La vida incluso así fue gratificante con muchos y pudieron sobrevivir en aquel lugar, como fueron unos de los primeros en vivir se les fue otorgando títulos como agentes oficiales de Vyroodian.
Muchos de ellos fueron sorprendentemente eminentes.