Prólogo

Positiva.

Veo la prueba de embarazo que tenía entre mis manos.

Estaba llorando.

¿Qué iba a hacer?

Tengo doce años y no sé que hacer, solo sé que estaba embarazada.

Estaba caminando a la dirección de que es mi novio con la cajita, estaba jugando su deporte favorito que es el Voleibol.

El cuando me vio con las lágrimas en los ojos se apartó del juego para irse conmigo, nos quedamos un poco solos y yo seguía llorando a chorros, él limpió mis ojos y entrelazó ambas de nuestras manos.

Me quedé mirándolo y le dije.

—Estoy embarazada.

—¿Qué?

—Sí, ya vez que la otra vez tuvimos ajá... No nos protegimos..

—Pero no pasaba nada, Agnes..

—Fijate que si paso.. —lo miré a los ojos y él a los míos.

Somos dos chicos de clase media, tenemos doce años y ahora salgo con un embarazo a mis doce años, que tontez.

...............

Mis padres me mandaron a la mierda, los padres de Lisandro se enojaron bastante.

—¿¡Cómo unos niños van a cuidar a un niño!?

—Mamá...

—¡Nada!

Hicieron algo.

Viviríamos una temporada con ellos en lo que daba a luz al bebé, luego Lisandro se iría con su padre a trabajar y después de esa temporada nos iríamos a vivir juntos.

Lo único que pasa aquí es que él seguirá estudiando y yo no, según mi suegra esto es de mis padres, ellos no me pagarían nada, de por sí, antes ni me querían, ahora menos que estoy esperando un bebé no deseado, un bebé que no debió entrar siquiera en mi vientre.

¿Qué tuve que hacer para terminar así?

¿Por qué me le entregué a mi novio?

¿Por qué tuvimos sexo sabiendo nuestra edad?

¿Por qué le hicimos caso a los rumores que según la primera vez no sucede nada?

Es que hablar de nuestra sexualidad con nuestros padres no existe una comunicación, es un tabú, nos guiamos por más gente.

Vean acá las consecuencias.