No somos iguales

Capítulo 4: Dos gotas de agua

Clarisa
Dante me estresa, cada día me enfurece aún más, ya no lo aguanto ni un segundo, pero le haré la vida imposible. Tengo 25 años y gracias a su padre el 50% de esa empresa es mía y puedo darme los lujos que me merezco.
- Amor, qué tienes?- pregunta mi esposo entrando a mi oficina
- Es Dante, no lo soporto, lo odio y me ha amenazado
- Ten cuidado, es peligroso
- Lo sé, pero le haré la vida un infierno
- Vamos a cenar algo, he reservado en tu restaurante favorito- Me dice Anthony dándome un beso en los labios.
- No, tengo otros planes, adiós
- Ya te vas?
- Si
- con razón Dante te quiere fuera de la empresa, ganas dinero sin hacer nada
- No sigas amor o me enfadaré contigo- Le digo y cojo mi bolso y me voy dejándolo con la palabra en la boca
Llevo dos años casada con este idiota que me trata como reina, no lo quiero, pero me da la vida que me gusta, es de muy buena familia y tiene mucho dinero, es un abogado de prestigio y me trata muy bien. Después de todo soy igual a mi madre, usamos a los hombres para nuestro beneficio y ellos son tan bobos que caen a nuestros pies.
Salgo del edificio y monto en mi auto, conduzco hasta mi destino sin dejar de pensar en Dante, debí haberlo seducido como mi madre me dijo, pero fui una niña que no hizo caso, lástima porque el infeliz está para comérselo y no puedo negar que me gusta, pero mi objetivo es el dinero así que no puedo dejarme llevar por mis emociones. Llego al hotel y subo hasta el quinto piso, me paro frente al apartamento al que voy y me arreglo un poco antes de entrar
- Mmm que sorpresa - Me dice Damián cuando me ve entrar
- No es sorpresa lo que se avisa mi amor- Le digo y le doy un apasionado beso en los labios.
Damián es un hombre de esos que parecen dioses, no tiene mucho dinero, pero me da lo que Anthony no puede darme, con él siento pasión y deseo.
- Toma- Me pasa una copa de vino- Me alegré cuando dijiste que venías, ya te echaba de menos mi reina
- y yo a ti, pero soy una mujer casada que debe fingir todo el tiempo
- pobre mi amor, ven y te consuelo - él me quita la copa de las manos y me lleva hasta la cama sin dejar de besarme, por un segundo me imagino que es Dante quien lo hace, pero luego vuelvo a la realidad.
- Entonces por qué no te vas de esa empresa?- Me dice mirándome a los ojos luego de hacer varias veces el amor, aún seguimos en la cama
- Porque me pertenece
- pero Clarisa, tienes dinero, tienes un marido rico, ¿por qué estar en un lugar en el que no te quieren?
Yo pienso la pregunta, pero no tengo respuestas, acaso solo estoy ahí para estar cerca de Dante?
Salgo del hotel bastante tarde y monto en mi auto, conduzco como siempre con cuidado, pero un camión sale de la nada chocando mi auto, haciendo que este de varias vueltas y yo quede inconsciente.
☆☆☆
Anthony camina por el pasillo del hospital, no puede dejar de pensar en Clarisa y en la tragedia que acaba de pasar, la madre de esta, Casandra, también está ahí, según ella preocupada por su hija.
El doctor luego de varias horas les explica que Clarisa está en coma, sufrió un grave accidente y puede que no vuelva a despertar.
- Esto no puede estar pasando - Dice Casandra llorando- Me iré a mi casa
- va a dejar a su hija aquí?
- No va a ir a ningún lado Anthony, está en coma- Anthony no puede creer lo insensible que es esta mujer- además tengo que resolver varios asuntos, si mi hija no despierta, el infeliz de Dante se quedará con la empresa para él.
Anthony piensa en lo que su suegra dice y sonríe, claro, Dante quedará como el principal sospechoso, ya que odiaba a Clarisa a muerte.
- Doctor
- Si señor?
- prepare el traslado de mi esposa, la llevaré a un lugar más seguro
- y qué le digo a la madre de la paciente?
- Estoy seguro de que la mujer no volverá por aquí, los hospitales le estresan y el estrés le causa arrugas.
Anthony va para su casa, revisa las cosas de su esposa y encuentra lo que busca, esa pequeña caja donde su esposa guardaba lo que él ahora necesita. Abre la caja y mira su contenido, son fotos y papeles, su esposa había descubierto que tenía una hermana gemela hace un año y la buscaba, conocía su nombre y muchas cosas sobre esta
- Si Anthony? - pregunta Arkady cuando responde la llamada
- Necesito de tus servicios, quiero que encuentres a una mujer- comenta decidido
- tú dime lo que sepas de ella y yo la encuentro, ya sabes que soy el mejor en lo que hago
- Te enviaré todo por correo.
No pasan dos días y ya Anthony tiene lo que necesita, coge un vuelo enseguida y llega a la ciudad donde en ese momento está la mujer que busca, el detective que contrató no solo encontró a la chica, sino que le dijo algunas cosas que había descubierto de esta, su situación y algo sobre su familia y amigos. Desde lejos Anthony mira la casa de la chica, la ve salir con un niño pequeño en brazos
- Es igual - Dice mirando a la muchacha que es igual a su esposa, la había visto en fotos, pero en persona es otra cosa- son como dos gotas de agua - expresa y sin dejar de observarla la sigue en su auto de cerca, cada vez más asombrado porque no haya diferencia alguna entre ambas y con una sonrisa en su rostro se decide a hacer aquello por lo que está ahí.



#733 en Novela romántica
#268 en Otros

En el texto hay: secretos, amor, niño

Editado: 07.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.