¡ No sonrías, idiota! (2024)

CAPÍTULO 7

Pasaron varios días y Lia no faltó a su promesa, diariamente visitaba a Mary Anne. Descubrió la dulzura de la anciana y también que era bastante mandona, pero poco a poco se encariñó con ella. Pasaban horas hablando de su juventud, de las anécdotas sobre Ethan cuando era pequeño y del trabajo de Lia.

Ethan a veces las acompañaba en sus peculiares tertulias, pero había días que no lo hacía. Cada vez se sentía más culpable con su comprometida situación.

Esa misma tarde, después de despedirse de la reciente cómplice de su abuela, volvió a la habitación de Mary Anne que se recuperaba a marchas forzadas.

—Cada día me cae mejor esta muchacha—comentó la mujer—¿A ti no?

—Sí, es muy agradable, nos ha ayudado mucho—respondió con la vista clavada en la pared.

—Hijo ¿Qué ocurre?—se incorporó un poco en la cama—Llevas días muy raro.

—Estoy preocupado por ti—besó en la frente a su abuela y se sentó en la cama—Eso es todo.

—A mí no me engañas, pero si no me lo quieres contar…—Mary Anne le hizo ojitos a su nieto—¿Sabes una cosa? Creo que estás así de extraño porque te gusta alguien—Ethan la miró extrañado—Lia—agregó la mujer.

—¡¿Qué?! ¡Para nada! Te estás equivocando. Ella es una amiga, de hecho muy buena, pero sólo eso—intentó sonar convincente pero no lo consiguió.

—¡Ay cielo! Más sabe el diablo por viejo que por diablo—Ethan resopló—Te digo más. Yo creo que tú también le gustas a ella. Debería estar ciega si no le gustaras…—Mary Anne suspiró—Me agrada mucho esa chica para ti, es justo lo que necesitas.

—Abuela ¿Podemos dejar el tema?—estaba empezando a sentirse muy incómodo.

—Cariño, no es malo gustarle a alguien o que alguien te guste. No te avergüences por ello.

—Es trabajo ¿Vale?—su abuela se quedó con la boca abierta—Sus amigas me contrataron para estar con ella un mes, para conocerla, entretenerla, en fin… Para que dejara de sentirse sola.

—Ethan… ¿Cómo has podido? A legua se ve que Lia es más inocente que un bebé—Mary Anne salió de la cama—¿Ella no lo sabe verdad?

—Vuelve a la cama—la mujer obedeció—No, no lo sabe y me siento un miserable porque ella es todo corazón y yo la estoy engañando por dinero—confesó Ethan torturado.

—Tienes que decírselo. Debe saber lo que estás haciendo antes de que se entere por otro lado y le hagas daño.

—Sé que tengo que hacerlo pero no es tan sencillo—se levantó de la cama y se pasó las manos por el pelo.

—Pues no sé cómo lo vas hacer, pero debes arreglarlo. Lia no se lo merece—Mary Anne observaba a su nieto con tristeza.

Ethan salió de la habitación y mandó un mensaje a Kate, una de las amigas de Lia. Debían reunirse de nuevo y aclarar la situación.

 

Lia llegó a casa y sus tres amigas estaban reunidas en el salón con cara seria.

—¿Qué me he perdido? ¿Aquelarre de brujas?—bromeó Lia.

—No, para nada—se justificó Jen—Hablando de los preparativos para la boda.

—¡Dios, la boda!—Lia se dio una palmada en la frente—Ni siquiera sé que voy a ponerme.

—¿En serio lo has olvidado?—gritó Kate—Falta apenas una semana para la boda de una de tus mejores amigas y ni siquiera tienes un vestido. ¡Claro! Cómo últimamente no paras por casa ¿Dónde diablos te metes?

—Creo que lo que haga o deje de hacer con mi vida no es cosa tuya Kate—se volvió hacia Jen—Perdóname por favor por ser una amiga nefasta. Si necesitas ayuda, cuenta conmigo.

—En realidad, si que necesito que hagas algo. Que mañana al salir del trabajo vayamos de tiendas ¡Necesitas un vestido señorita!

—¡Sabes que odio ir de compras Jen!—su amiga la miró mal y se sintió fatal—Esta bien… Iremos.

Al día siguiente por la tarde, fue a ver a Mary Anne pero sólo de pasada.

—¡Ay Lia! Qué despistada eres muchacha. Mira que olvidarte de la boda de tu amiga.

—Es que últimamente tengo demasiadas cosas en la cabeza—Mary Anne sonrió—Pero ahora mismo pagaré mi penitencia, Jen me arrastrará para ir de compras, cosa que odio con toda mi alma.

—Ya verás, estarás guapísima ese día. Por cierto ¿Con quién irás a la boda?

—Con mis amigas ¿Con quiénes si no?

—No me refiero a eso, cielo. Quiero decir acompañante masculino.

—Am… Pues no voy a ir con nadie…No lo necesito—se sintió avergonzada por demostrar lo perdedora que era frente a Mary Anne.

—¿Cómo que no? Claro que lo necesitas ¿Quién te sacará a bailar entonces? ¿Quién te escoltará para que ningún idiota se pase contigo?—Lia se quedó pensativa sin saber bien que decir—¿Por qué no vas con Ethan? Serás la envidia de la boda.

—¡¿Qué?!—no daba crédito a lo que estaba escuchando—No creo que fuera apropiado, apenas nos conocemos—se excusó—Además debe quedarse con usted para cuidarla.

—Oh tranquila, Hope y Josh se pueden quedar conmigo, no es la primera vez. Eso no es excusa Lia, mi Ethan sería una grata compañía.




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