No Soy Él[segunda Parte]

Extras(5/5)

 

Hola, gatita.

Me imagino que estás sorprendida de que hubiera hecho esta carta en primer lugar. Incluso yo estoy sorprendido de haberme atrevido, pero creo que es necesario, y tengo que admitir que mientras estoy escribiendo esto, mis manos están temblando. Todavía tengo los nervios y la emoción de verte caminar en el altar, vestida totalmente de blanco y tan preciosa, esa una imagen que nunca se va a borrar de mi memoria. Te veías tan hermosa. Un ángel, eres uno, tan pura e inocente.

No sé cómo decirte esto, sin parecer un perdedor, pero tengo que decírtelo, mereces saberlo. Te amo demasiado y estoy seguro que moriría por ti y mataría por ti (no estoy bromeado y ambos lo sabemos). Me vuelves tan vulnerable que me aterra. Pero al mismo tiempo, amo que me hagas sentir de esa manera. Significa que eres real. Que esto no es un sueño.

Hace cinco años cuando me dijiste que no podías darme la oportunidad de estar conmigo, que simplemente te daba miedo de vivir en mi mundo, me sentía totalmente perdido. Estaba furioso contigo, conmigo, pero, sobre todo, estaba devastado, tenía un dolor agudo en el pecho que no me permitía respirar, y algo que jamás había sentido en mi vida. Fue horrible verte y no poder acercarme. Aunque lo quería muchísimo. Pensé que te había perdido.

Gracias a mi tío, me di cuenta de que no quería estar en mi mundo si no te tenía a mi lado. Fue cuando lo abandoné todo. Pensé que iba a ser difícil, pero no fue así, fue demasiado fácil. Y sabía que era por tu causa. Poder sostenerte, besarte, era demasiado preciado para mí. No tienes idea de lo que significa para mí que ahora seas mi esposa. Mía (Por más que me hayas cambiado, no puedo evitar sentirme posesivo y protector al respecto, y ahora puedes tener la certeza de que mataré a cualquiera que intenté hacerte daño. Antes era obvio, pero ahora se ha vuelto una necesidad de demostrarlo). Te pido un perdón adelantado por eso. Quiero seguir diciéndote lo mucho que te amo, pero creo que mejor te lo demostraré. (Baja a desayunar, el primer día de nuestra vida de casados ha comenzado y quiero empezar de buena manera: contigo en mi regazo y dándote de comer).

Pd: Cada día agradezco de como esa chica te acusó de haber escrito esas cartas, sin ella, es muy probable que ahora no estuviera escribiendo esta. Y demonios, aunque parezco patético haciéndolo, no lo cambiaría por nada. Incluso tengo ganas de llorar. Lo cual es extraordinario ya que no soy de esos chicos. Pensé que era alguien demasiado duro para eso. Pero al parecer me equivoqué. (O quizás es por ti, haces que terminé haciendo todo lo que pensé que no haría)

Pd2: Te amo, por si no había quedado claro.

Pd3: En serio, cariño, ya baja a desayunar, tengo hambre.




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