No soy esa mujer

✿❃ CAPÍTULO 2 ✿❃

Tara.

AÑOS DESPUÉS.

Empiezo mi día con una rutina de caminata por las calles frías de Estocolmo, estamos en invierno y el frío es insoportable, entró a la cafetería y pido mi capuchino antes de entrar a Corpora DECLA.

Después de recibir mi pedido voy a la empresa donde trabajo desde hace cinco años, después de pasar mi pasantía me ofrecieron un puesto permanente.

—Buenos días señorita Tara, esta noche si se animara a salir conmigo —Le sonrió a Stefan, el seguridad.

—Me lo pensaré.

—Esperaré su respuesta —Asiento y entró en cuánto me abre la puerta.

—Tara, el señor te espera —me informa la recepcionista.

—Muchas gracias Beca —subo al elevador y marcó el último piso, mientras disfruto del delicioso capuchino caliente, que calienta mi cuerpo frío, al llegar al piso me acerco a la asistente de mi jefe y le dejó un capuchino y mi bolso.

—¿De qué humor está el señor hoy?

—Normal, hoy vino con un mejor ánimo.

—Eso es bueno… sabrás para qué desea verme.

—No, con el humor que se ha cargado estos últimos días estoy juiciosa —Sonrió.

Termino mi capuchino y voy a la oficina, toco y espero el pase, abro la puerta y entró.

—Tara Bower, justo la niña que deseaba ver.

—¡Ay no! Esas palabras ya las conozco, ¿qué haré ahora señor Akerman? —Sonríe ampliamente y a mí no me gusta nada su sonrisa.

—Me conoces muy bien Tara, toma asiento por favor, te tengo una excelente noticia.

—¡No me diga!

—Si te digo Tara —vuelve a señalar el cómodo asiento frente a su escritorio. —Cuánto tiempo tienes de no ver a tu familia —Me tenso de solo escuchar de mi familia, no es que ya no los quiera, sigo amando a mis padres con el alma, pero cuando vine a Suecia me prometí no volver más a mi ciudad natal. —no te gustaría compartir con ellos —suspiro.

Después de pasar un año en Grecia, con mi tía decidí mudarme a Suecia, por la universidad y desde ese entonces no he visitado a mis padres, ellos sí han venido de visita pero yo decidí no volver más.

—Sí señor, pero no puedo, la distancia nos separa, pero para eso están las video llamadas.

—Así es, pero nada como estar con ellos y verlos de frente.

—¿Señor me va a despedir? Sí es eso dígame y no me tenga pendiendo de un hilo en este momento —me siento como un trapecista en este momento.

—Descuida Tara, no te alarmes, te tengo una propuesta que sé que amaras —que podría amar yo que no sea más que trabajar —quiero que seas la gerente general de mi empresa en New York —mi boca se desencaja de la impresión.

—¿Qué?… ¡Eso no señor!

—Sí Tara, te encargaras junto al Ceo, de todo en ella, tú serás como su mano derecha.

—¡Pero yo señor… yo!

—Si, estás capacitada para ese puesto, puedo contar contigo ¿verdad? —La oferta es de otro mundo, pero está ese algo que me da temor regresar. —Dime que cuento contigo, te necesito en New York y es urgente —trago grueso.

—No hay nadie más que pueda, señor.

—Si las hay, pero tu eres la única capacitada en este momento.

—Vaya que me siento halagada —Miro a mi jefe que me mira expectante, se que necesita una respuesta ya, pero cómo decirle que me da temor regresar a mi país.

—Todo está arreglado solo necesito tu respuesta.

—Vamos Tara, desde cuando eres una cobarde —me dice mi conciencia.

—Desde que pulverizaron mí corazón tal vez —me respondo.

—Debes enfrentarlo Tara, si lo vuelves a ver demuéstrale que no eres esa niña ingenua con la que él se divirtió y voto como si nada —Réplica mi conciencia.

—De acuerdo señor Akerman, aceptó el puesto —suspira aliviado.

—Pensé que debía presionar más –Sonrió nerviosa. —Hablemos de tu partida, podrás hacerlo mañana, el puesto necesita ser ocupado desde ya, podrás viajar hoy ¿verdad?

—Hoy, pensé que sería dentro de una semana, debo empacar y eso no se hace en una hora señor.

—Lo sé por eso te llevarás a Leila, para que te ayude, te necesito allá cuanto antes niña — pensé que podría mentalizarme para enfrentar lo que sea.

—De acuerdo señor, eso es todo.

—No, déjame darte algunas directrices que debes cumplir en el puesto, lo primero que debes hacer es mantenerme informado de…

Todo era muy complejo solo debo ser la niñera del CEO y cumplir con mi trabajo, me encanta tener un nuevo puesto, pero viajar de ya para ya eso si que no me lo esperaba.

—Eso es todo Tara, todos están enterados de tu llegada, espero tengas un buen viaje.

—Gracias señor, con permiso.

—Te comunicas cuando llegues al apartamento —Asiento y salgo de su oficina.

Sé que debo tener cara de espanto, aún no quiero volver a mi ciudad.

—Con esa cara que traes me dice que no te dieron buenas noticias.

—Es lo peor que me podría pasar.

—Tan malo es.

—Sí, debo viajar a Nueva York.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Debo ser la niñera del CEO.

—Carajo, Tara, si que es malo, ¿pero por qué? —me mira pensativa. —No sabía que el joven Matthew necesitará niñera.

—Yo tampoco y la verdad no lo conozco.

—Es que cuando entraste él se había marchado, ya lo conocerás tiene un temperamento digno de un nórdico, aunque no se puede negar que es un escandinavo muy atractivo.

—Esos detalles no me interesan, pero si quiero saber como es su carácter.

—Descuida es buena persona.

—Iré a recoger mis cosas, tendrás que ir conmigo y ayudarme a hacer mis maletas, el señor desea que salga hoy mismo.

—¡Hoy! —Asiento —ya entiendo tu actitud, no es fácil regresar al lugar donde prácticamente te destrozaron sin prepararte o anunciartelo.

—Descuida Leila, no soy esa mujer, ya esa Tara ingenua, murió.

—Así se habla vamos…

Baje a mi oficina y recogí todas mis pertenencias que tenía en ella, tomamos un taxi y fuimos al apartamento que ocupaba, después de empacar fuimos almorzar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.