No soy nada, Sin ti, Lily (harry Potter)

Capítulo 8. Secretos

⚠️Antes de que empieces a leer creo que es importante aclarar que este capítulo contiene descripción sexual, lo aclaro por si eres sensible a dicho contenido, quien no lo quiera leer podrá identificar el comienzo de ésta con ***, sólo deberá saltarse hasta que vea por segunda vez los ***. Bajo advertencia no hay engaño⚠️

Teddy Lupin

Diciembre, 2016

“Tu padre últimamente estaba preocupado, debido a que en las noticias se había estado reportando que había aumentado los secuestros a familias de aurores, para sacar información. Por lo mismo, tu padre me comentó que tuviera mucho cuidado con ustedes sus hijos.

Aún trataba de alejarte de mí, por lo que esa noche decidiste estar muy unida a Scorpius, el nuevo mejor amigo que Albus había conocido en Hogwarts, al que le habían dado permiso para quedarse en la madriguera para festejar Año Nuevo, puedo decir que me sentía un poco más aliviado, ya que mínimo no te quedabas sola”.

—James, es cuestión de tiempo —le dijo Harry a su hijo.

Estaban en el despacho del jefe del Departamento de Seguridad Mágica, su padrino lo había mandado a llamar, Teddy temía que se enterara que había entrado por la noche al Ministerio a hurtar objetos.

—No, no tienes ni puta idea de lo que es sentirse perseguido todo el tiempo.

—Claro que tengo idea hijo, más respeto que soy tu padre, estoy intentando protegerte —le responde severo.

—James, no digas algo de lo que te puedas arrepentir —se le notaba el enfado a su amigo, sabía que era muy impulsivo y hería con palabras por el momento de enojo—. Sabes que tu padre no tiene malas intenciones, sé menos egoísta y piensa en los demás, no eres el único pasando por lo mismo.

—No los llamé para esto —interrumpió Harry—. Se han perdido varios recuerdos, se supone que es secreto, pero confío en que no le dirán a nadie. Es casi confirmado el hecho de que hay un infiltrado, no hay en quien confiar, todos son sospechosos. Les digo esto para que no le digan a cualquiera lo que nos está pasando. Tu tía Fleur hace poco fue atacada y si no hubiera sido por los Aurores encubiertos ella no la hubiera librado.

—¿Sospechan de alguien? —pregunté, pues temía que sospecharan de él mismo sólo por agarrar unas cosas prestadas.

—Hasta el momento no podemos culpar a ninguno, pero si notan algo extraño háganmelo saber. Ya se pueden ir.

Salimos de la oficina.

—Te urge trabajar tu impulsividad, te pudo haber despedido.

—Es mi padre, dudo mucho que me despida.

—Tal vez no te despida, pero sí te suspenda. Te necesito de mi lado más que nunca.

—Ya sabía yo que era muy importante para ti, pero de ahí a gustarte… —dijo su amigo burlándose de lo que había dicho.

—Déjate de tonterías —dije sin humor.

Caminaron hasta llegar a la oficina de Ted y adentrarse.

—Hay algo importante que necesito decirte.

—Dispara, te escucho —se sentó en la silla.

Teddy le explicó todo lo que había ocurrido la noche pasada, lo que había prestado y con las personas que fue. Además de lo que vio en los recuerdos.

—No me asombra y me alegro de que hayas hurtado objetos, era la única forma, el Ministerio está ocultando cosas.

Ted suspiró antes de decir: —Creo que está en juego mi trabajo si alguien se entera que fui yo.

De la nada abrieron la puerta y por ella entró Scorpius.

—Ted, puedo hablar un segundo contigo.

—Adelante hermano, estás en tu casa —le dijo James—. Yo te dejo, hablamos más tarde.

—Descubriste el contenido de los recuerdos —aseguró.

—Lo he hecho, me faltó uno. Tal parece que es como nosotros creemos. Son magos oscuros que por alguna razón quieren a Lily.

—Voy contigo cuando vayas a Hogwarts, quiero verlos.

—Estaba pensando ir ahora, no creo que McGonagall se oponga.

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—Otra vez usted, señor Lupin —no le agradó mucho que estuviera—. Y acompañado del señor Malfoy, vaya… no lo esperaba.

—Será la última vez, denos unos minutos.

—La última, no lo volveré a permitir.

—No perdamos más tiempo y adentrémonos —dijo Scorpius.

Sacó de su chaqueta el frasco que hacía falta ver, lo vertió dentro del pensadero y entró, esta vez acompañado de Scorpius.

En esta ocasión estaban en un campo de día, parecían estar en la nada, no había nadie, más que el dueño del recuerdo, Rowle.

Estaba corriendo hacía los árboles, que se encontraban a 400 metros de donde estaban. Estaba huyendo. Conforme se fueron acercando pudieron  percibir una figura de dos personas sentadas y apoyadas en el árbol. Aún era imperceptible la cara, sólo se veían los cuerpos.

—Mátalos —se escuchó un murmullo, aparentemente las figuras de las personas no escucharon nada, las voces repetidas salían de la mente de Macnair, él grito que dio al sentirse desesperado fue tan estruendoso que voltearon las figuras.




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