No soy nada, Sin ti, Lily (harry Potter)

Capítulo 10. Imposible

Antes de leer no olvides que lo que está en cursiva ocurrió en el pasado.

POV. Lily Potter

 

—Hugo, ¿cuándo llegaste y por qué no me dijiste que vendrías? —exclamo, pues no estaba enterada de dicha visita.

—Era una sorpresa. ¿No vas a venir a abrazarme? Te he extrañado mucho, pequitas.

Desde pequeños fueron muy unidos. Después de que su primo favorito se fuera al extranjero para trabajar se tuvieron que separar y a pesar de ello seguían en contacto. Para Lily, Hugo era muy importante, era su primo y amigo favorito, considerando que Scorpius era su novio. Él la escuchaba, consolaba y daba consejos en su época escolar. Amaba a su primo.

Corrió a darle un fuerte abrazo, después de todo lo extrañó mucho.

—Eres un tonto, soy tu prima favorita y no me hiciste participe de tu sorpresa —hizo un puchero. Hugo presionó uno de sus cachetes. Cuando Lily era pequeña tenía grandes mofletes, pero ahora que creció y adelgazó era difícil sujetarlos.

—No te pongas así, quería sorprenderlos. Ven aquí —me alejó de la familia y subimos a uno de los cuartos de la madriguera, en específico al que perteneció a su madre en la juventud—. Necesito decirte algo, que nunca pensé que ocurriría… me he enamorado.

—Me alegra tanto —cambié rápido de estado de ánimo. Hugo había tenido un gran enamoramiento por Alice, lo confesó y ella lo rechazó. Todos sabían que Alice estaba enamorada de Albus y a pesar de todo él hizo el intento—. Aunque sigo un poco molesta. Cuéntame, ¿cómo la conociste? No dudo que sea una preciosura.

—Lo es, nunca pensé superar a Alice, hasta que conocí a una chica hermosa. En dos semanas la conocerás, vendrá de Bélgica. Se llevarán muy bien, es una gran persona —cuando su primo hablaba no había quien lo parara, aunque lo extrañaba tanto que lo escuchó sin rechistar—. Y ¿tú? ¿Cómo van las cosas con Scorpius? ¿Listos para casarse? No estaría tan mal considerando que llevan poco menos de la mitad de sus vidas juntos.

—No lo hemos considerado, es un poco pronto. Tengo veinte años y hemos vivido por “dos años juntos” —hice comillas con mis dedos como señal de sarcasmo, ya que en el tiempo en que se había mudado ella Scorpius se había ido para cumplir con la misión.

—Pero ¿Lo amas no?

—Claro que lo amo, que preguntas primito —traté de relajarme, pues me estaba tensando—. Lo que trato de decir es que lo amo muchísimo, pero no me siento preparada, digo, puede haber amor infinito involucrado, y de repente nuestros hábitos se vuelvan monótonos y no haya cosa que lo solucione.

—Wow, pensándolo de esa manera tienes razón. No quiero hacerte sentir mal, solo siento que son tan unidos que nada los podría separar —encoge los hombros.

En la mente de Lily había tantos pensamientos, y desearía que fuera respecto al hecho de estar junto a Scorpius, pero no era así. Sino de lo que había ocurrido hace un momento con Ted en el jardín.

¿Por qué sí Scor había hecho cien acciones buenas por ella Ted con solo una la convencía? Era algo que la carcomía por dentro y no entendía.

—Lily, Hugo. Tío Harry los manda a llamar, tiene algo importante que decirnos —dijo Lucy, la hija de George.

—Lo mejor será que pasemos, más tarde nos pondremos al día —habló Hugo.

No tardamos mucho en llegar a la sala cuando mi padre exclamó: —Creo que es importante explicar lo que ha estado pasando las últimas semanas. Esto se ha vuelto intenso y necesito que lo tomen con seriedad y precaución —sus palabras fueron dichas en un tono bastante serio, algo que no pasó desapercibido para la familia—. Hace unos días su tía, Fleur, fue embestida por magos, magos los cuales no han sido detenidos y tienen un fin, atacar hasta revelar lo que quieren saber y llevarlos a la muerte.

» Con suerte su tía se encuentra bien y en pronta recuperación. Sean precavidos y si pueden disminuir las salidas innecesarias mejor.

—¿Qué crees que sea lo que quieren al atacar, tío?

Lily sospechaba que tenía que ver con lo que Scorpius y Ted habían visto en los recuerdos.

—No lo sé, por ahora —me volteó a ver. Aún más sospechoso—. Cuídense, no quiero que nada malo les pase.

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Los días pasaron con total monotonía que le parecía extraño, ya estaban a mediados de noviembre. Ningún mago había causado destrucción o había sido capturado. No se esperaba que todo estuviera con tal calma. Charles no les había ayudado mucho hasta ahora y no le sorprendía, era un embustero convenenciero.

Y por otro lado estaban sus sentimientos. Desde aquel día no se sentía bien, sentía que estaba engañando a Scorpius y aún peor, a ella misma. Noche tras noche la atormentaban pesadillas en las que caía de un barranco, otras en las que veía la muerte de Ted. No paraban y eso la estaba agotando, día a día se le notaba el cansancio en la cara ojerosa. No estaba bien.

Scorpius le preguntaba constantemente qué le ocurría. Hasta ahora no se atrevía a decirle lo que soñaba, bastantes problemas tenía él como para aumentarle más. Estaba entrando en conflicto consigo misma. No sabía cómo pararlos.

Se tomó de la cabeza, estaba levantándose y ya le dolía. Cerró los ojos he inhalo aire para después expulsarlo, tratando de aliviar el agudo malestar, pasaron cinco minutos en los que no dejó de sentir la presión. Era tanto el sufrimiento que no se dio cuenta que se le había salido una lágrima hasta que bajó a su labio un sabor salado.




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