Capítulo 61

A Huening Kai le hubiera gustado considerarse a sí mismo una persona paciente, pero en definitiva no lo era. Practicar la indiferencia debía ser considerado casi un arte y él siempre había creído ser un experto en ello, pero luego de conocer a Lee Heeseung, estaba claro que aún le faltaban unos cuantos detalles por perfeccionar.

- No me gustas. - Fueron las primeras palabras que soltó el rubio mientras se dirigían al puesto para comprar.

Heeseung le miró, impávido, incluso si en su interior quería reír porque no podía creer que luego de estar como 5 minutos caminando en silencio, eso fuera todo lo que Huening Kai tenía que decir.

- Creo que es demasiado pronto para hablar, ¿no? - Sonrió.

- Estoy siendo serio contigo, ¿así que podrías tomarme en serio también? No me gustas, ni siquiera un poco. - Admitió en un tono completamente neutral.

Heeseung no dijo nada, sólo se detuvo para comprar algo de comer para sus amigos mientras el contrario hacía lo mismo. Huening Kai ni siquiera le esperó después de eso, él simplemente comenzó a caminar hacia su aula con la intención de buscar su botiquín y el pelinegro sostuvo su bolsa con compras mientras suspiraba, yendo tras de él.

- Eres un poco duro. - Quebró finalmente el silencio. - Tú ni siquiera me estás dejando intentarlo, yo...

- No quiero que generes expectativas, Heeseung. - Estaba siendo lo más sincero posible. - Tengo alguien en mente, es bastante simple. Mientras esa persona esté ahí, yo no intentaré nada.

- Nada. - Repitió. - Tú no quieres olvidarle, eso es problemático. Pero, ¿lo sabes? Si sólo esperas por él, terminarás completamente solo.

- ¿Qué hay de malo con la soledad? - Heeseung frunció sus labios.

- Eres sólo palabras, Huening Kai, a ti no te gusta la soledad. - El rubio se detuvo, girándose a verle. - De otra forma, tú no te aferrarías tan fervientemente a Beomgyu. - Los labios del menor se volvieron una línea mientras recibía aquellas palabras, ¿cómo podría negarlas? - Lamentablemente para ti, Beomgyu no estará siempre a tu lado. Él sólo es tu amigo, él querrá estar con alguien algún día y no seguirás siendo su centro, Huening Kai. Te sentirás solo entonces. - Sus palabras no contenían malicia alguna, él lo sabía, pero era difícil tomárselas bien. - Es cosa de ver cómo te comportas cuando alguien se acerca demasiado a él. - Prosiguió. - Tú realmente quieres ahuyentar a todos de él porque no soportarías tener a tu mejor amigo lejos de ti.

- ¿Yo hago eso? - Ahora sonreía, con cierta diversión.

- Oh, no, no intentes hacerte el inocente. - Heeseung le miraba casi con reproche. - ¿Al menos notas cómo tratas al pobre Yeonjun?

- Es distinto. Si un chico con buenas intenciones quiere acercarse a él, entonces no hay problema de mi parte. Sin embargo, estamos hablando de Kim.

- ¿Insinúas que Yeonjun hyung no tiene buenas intenciones? - Y ahora simplemente no podía dar crédito de lo que oía. Bien, Heeseung adoraba a Huening Kai, él podía soportar su mal genio y un montón de cosas más, pero escuchar palabras negativas sobre sus amigos no estaba incluído en ese "montón de cosas".

- Más bien... - Meditó un instante. - ¿Él es demasiado tonto? Algo así.

- Huening Kai...

- Beomgyu está enamorado de Yeonjun y él ni siquiera parece saber dónde está parado, ¿de acuerdo? Sé que no tengo derecho a interferir en las relaciones de mi mejor amigo, pero si sospecho que él saldrá dañado, entonces lo haré. - Ahora estaba completamente serio. - Y si tu amigo no logra aclarar qué es lo que quiere, Heeseung, será mejor que no se acerque a Beomgyu, porque él ha tenido suficiente este último tiempo como para tener que tratar con un imbécil que sólo es capaz de darle amor a medias.

Huening Kai subió las escaleras, sin tener nada más que decir, y Heeseung mordió su labio mientras se preguntaba cómo la conversación había terminado dando ese giro. Miró la espalda del contrario, quien -como siempre- ni siquiera le esperaba, y no tardó en ir tras él nuevamente.

- Está confundido, ¿sí? - Intentaba excusarlo. - Y bien, Yeonjun puede ser ingenuo y un poco atolondrado, pero es un buen chico, más que cualquiera que podrías conocer en tu vida. Él simplemente sería incapaz de dañar a Beomgyu o... darle amor a medias, así como dices. - Apartó la mirada, incómodo. - De todas formas... - Carraspeó. - No hay necesidad de seguir hablando de esto, ¿no? - Huening Kai miró por las ventanas hacia el exterior mientras caminaba por el pasillo, aparentemente en su propio mundo. - ¿Huening Kai?

- Debe ser complicado.

- ¿Qué cosa?

- Estar en sus zapatos. - Heeseung miró por la ventana, visualizando las siluetas de sus amigos, quienes parecían llevar una amena conversación. Sin embargo, era difícil no notar que mientras era Yeonjun el que hablaba moviendo demasiado sus manos en contra del viento, era Beomgyu el que le miraba entretenido mientras Taehyun sólo tenía ojos para este último. - Él debió de detenerse antes. - Murmuró Huening Kai.

Heeseung sintió el malestar extenderse en su interior. Él había querido no darle demasiada atención a ese tema, pero estaba claro que los sentimientos de Taehyun por el castaño estaban por desbordarse. Si alguien le hubiera dicho que algún día el prudente y cuidadoso Taehyun golpearía a alguien sólo porque le hizo enojar, definitivamente le habría mirado como si fuera una locura, porque Taehyun no era la clase de persona que se dejaba llevar por sus impulsos. Él podía ser un poco manipulador si se lo proponía, él amaba usar sus encantos a su favor, pero no dejaba de ser un buen chico; siempre se preocupaba por el resto, siempre pensaba demasiado en el resto y, francamente, había madurado más rápido que todos en el grupo. Quizás porque estaba solo. Quizás porque tuvo que hacerse responsable de sí mismo a temprana edad. ¿Quién sabe? Taehyun no podía darse el lujo de ser infantil, mimado o descuidado, no si quería que su padre estuviese tranquilo durante su ausencia.