El pequeño niño entro corriendo a la casa con una bolsa un tanto grande color café claro mientras que Johan entraba con una caja color negro, miro adentro y en la mesa se encontraba la mamá de este mientras veía feliz pero un poco preocupada, se encontraba tejiendo lo que parecía ser unos guantes color rojo, ella se levanto y abrazo a Johan, este se sintió raro, nunca alguien lo había abrazado de esa forma, todos dirían que el amor de una madre pero, casi nunca estuvo con su madre siempre estaba con una niñera la cual como todos saben solo estaba ahí para cuidarlo y recibir la gran paga por cuidarlo.
Él se sintió reconfortado, se pudo oír un ruido en la sala donde volteo a ver y pudo ver a cuatro chicos ahí con controles de videojuegos amontonados en un sillón mientras le gritaban a uno que se encontraba festejando por haber ganado la partida.
-¿Cuánto te debo hijo?
La voz tranquila de la señora lo hizo regresar su mirada a ella, el solo negó con la cabeza y le dio la caja de zapatos y la señora lo sostuvo y miro al joven sin entender.
-Nada, yo lo quería ayudar, solo quiero llevarlo a la fiesta
La señora le sonrió y asintió para después volver a la mesa dejando la caja y volver a su tejido.
Johan subió las escaleras en dirección al cuarto de la chica que vagaba por sus pensamientos.
Toco la puerta tres veces hasta que pudo oír una voz dentro de la habitación, entro y pudo ver a dulce escribiendo en unas hojas de colores restándole importancia quien era el que entraba a la habitación.
-Eres un idiota dejándome todo el trabajo a mi
La voz de ella se oía tranquila, aunque le estuviera reclamando algo, el se acerco y movió un poco la silla de ella y se incoó quedando más pequeño que ella y le sonríe.
-Debiste de haber pardo cuando me fui, pero regresé y ya es tarde, ¿nos juntamos mañana?
Ella negó con la cabeza mientras veía al chico frente a ella.
-Tengo trabajo
Dijo para después voltear a ver al escritorio y tomar las pequeñas hojas de colores ordenándolas con el orden que iban, Johan se paró y empezó a guardar sus cosas en la mochila color negro, Dulce se paro y salieron de la habitación en silencio con dirección a la puerta de la casa, los dos se acercaron al coche y se quedaron uno frente al otro todavía sin decir alguna palabra
-Nos vemos mañana en la escuela
Dijo Dulce dando una sonrisa para después caminar lentamente de espaldas, Johan sonrió y tomo rápidamente de la cintura a su compañera para incrustarle un beso en sus labios, ¿el beso? Era solo un contacto entre los labios de los dos.
Se separaron lentamente mientras abrían lentamente sus ojos y se sonreían mutuamente.
-Hasta mañana
Dijo el juntando sus frentes y viendo directamente a aquellos ojos que se hipnotizaban, sonrió y de dio un pequeño beso en los labios para después separarse y dirigirse al coche y arrancar el motor, ella se quedo viendo la calle por donde se había ido el coche.
-¡Al fin viernes!
Dijo Leo mientras se estiraba como un gato en dirección a la cafetería de la escuela, habían terminado las clases, pero los viernes la cafetería se encontraba abierta hasta tarde así que los dos amigos decidieron ir.
-¡Al fin!
Dijo Johan soltando un suspiro y sentándose en una mesa junto con Leonardo, sacaron un poco de dinero, lo juntaron y empezaron a contarlo para ver en que les alcanzaría, de pronto Leonardo pudo divisar a Dulce con Daniel algo así como discutiendo, en su cabeza se pudo acordar lo que pasaría ese fin de semana.
-¿Ya invitaste a Dulce al baile?
Pregunto Leo viendo a Johan haciendo que este dejara de ver el cartel donde estaban los precios de la comida para ver a su amigo, abrió los ojos como platos y negó rápidamente con la cabeza, bajo la mirada y recargo su cabeza en la mesa culpándose por haber olvidado aquello.
-Ire por comida
Leonardo se paró con unas grandes ganas de golpear a su amigo, se olvido del baile los más seguro es que se habrá olvidado de la apuesta.
Una persona se sentó al lado de Johan lo cual iso que este volteara a ver quién era y encontró a Dulce tomando una bebida color rosa, lo que seguramente era agua de fresa, el sonrió y vio atentamente las pequeñas ficciones de Dulce, ella estaba atenta a la mesa sin siquiera decir alguna palabra.
Leonardo llego con dos charolas color azules y una se la dio a Johan quien volteó a verle y decirle gracias con la mirada, Dulce veía atentamente a los dos amigos.
-¿Quieres un poco?
Pregunto Leonardo señalando la comida, Dulce negó con la cabeza y volvió a tomar de su vaso, ella miro su reloj y tomo sus cosas para después correr a la salida.
Los dos amigos no entendieron nada de lo que acababa de pasar, cuatro chicos se sentaron en la mesa donde estaban los mejores amigos mientras reían.
-Ya llegó el más hermoso de este lugar
Dijo Issac tocándose el cabello y haciendo una pose dé chico guapo, los demás rieron y Emiliano le dió un zape en la cabeza.
-Guapo tu? Ni que fueras yo osea mirame
Dijo Axel haciendo otra pose volviendo a hacer reír a todos.
Estaban tan metidos en su plática que al momento en que la puerta de la cafetería se habrío de par en par dejando ver a Kevin tomando de la cintura a Danniel y esta tenía una sonrisa triunfante al ver que toda la atención estaba en ella y volteó a ver a Johan su ex, ella sonrió más y tomo de la cara al jugador de fútbol, mientras seguía viendo al chico comiendo una papita frita, este solo río y siguió comiendo, dejando a sus espaldas la pareja de melosos.
Todos sabían que las miradas de triunfo de Danniel eran para Johan pero este no le prestaba la mínima atención.