No soy Tuya (editando)

Capitulo 7

Lauren

 

—¡Hola...! —me saluda tan seductoramente que creo está vez necesito estar con él, me acerco dejando un beso en su mejilla.

—¿Qué haces aquí? —me parecía extraño verlo por aquí.

—Vine a buscarte para ir a almorzar —es el momento de aprovechar lo que deje pendiente, seguiré el concejo de mis amigas.

—Me gusta la idea ¿Y después? —me acerco un poco más y empiezo a jugar a con su corbata, ya les comenté que está vestido de traje, este hombre es muy sexy tiene todo lo que una mujer necesita para pecar.

—No sé, dime que te gustaría hacer —sonrió y me acerco más a él escondiéndome en su cuello, al hacerlo aspiro su aroma varonil que me enciende de manera exponencial.

—Bueno podríamos, no sé, empezar por el postre —muerdo mis labios y veo en sus ojos aumentar el deseo.

—¡No me hagas esto por favor! —toma mi rostro acercando su boca a la mía.

-—¿Hacerte qué? —lo provoco aún más. 

—Vamos a mí departamento, si te parece, aquí hay mucha gente —apoya su frente con la mía y lentamente acaricia mi nariz, la cercanía de su cuerpo con el mío hizo subir la temperatura, mi cuerpo parecía de gelatina, sentía la necesidad de estar con él.

—¡Me parece genial! —me suelto de su agarre, ya que, si seguíamos muy cerca, no podría contenerme y sería un espectáculo mayor comernos aquí delante de esta gente. El muy caballero abrió la puerta del coche dejándome entrar primero, luego subió él, puesto que iba conducido por su chófer.

—Henry llévanos a casa —el chófer asiente y luego un vidrio se sube separando la vista con el conductor.

—Wow ¿Qué pretende usted de mí señor Anders? —le hablo en tono coqueto.

—¡Lo mismo que usted! —acorto la distancia que nos separaba para tomarme de la cintura y atraerme contra su cuerpo sentándome arriba suyo, empezó dejando besos en mí cuello los cuales fue subiendo lentamente hacia mí boca donde después de tanta espera me beso al fin, me volví loca al probar sus labios, sabían a menta, al principio sentí timidez, pero luego como si necesitara más, me apoye contra él y me beso con ansiedad, sus labios son cálidos y suaves, mi cabello rosado acaricia su rostro, tarde en darme cuenta que estamos comiéndonos la boca, estamos tan calientes que la ropa está de más y empecé a moverme frotando nuestra intimidad.

—¡Señor llegamos! —escucho la voz del chófer y mis mejillas empiezan arder, me había olvidado de su presencia.

—¡Ups! ¿Nos habrá escuchado? —le consulto en tono bajito.

—No te preocupes, ¡Ven vamos! —abre la puerta para bajar primero, luego toma mi mano y caminamos hacia el ascensor del estacionamiento, recuerdo la última vez que vine, estaba encendida, espero ahora sí tenga condones.

—¿Te gusta la pizza? —me pregunta y no sabía que decir, era obvio, que si querría pizza no estaría aquí con él. 

—¡Si! pero no sé me antoja en estos momentos —me acerco seductoramente hacia él tomándolo de la corbata— ¿A ti si...? —le hablo tan cerca de sus labios recordándole lo que dejamos pendiente.

—Bueno, a decir verdad, no —me sigue el juego y muerdo mis labios provocándolo, me toma con una mano en mis nalgas acercándome más a él, el timbre del ascensor nos saca de nuestra burbuja de amor, salimos y entramos a su departamento— ¿Estás segura? —se detiene a mitad de la sala.

—¡Mucho...! —él deja un beso en el dorso de mí mano y luego entrelaza nuestras manos llevándome a su habitación, empiezo a quitarle su ropa de a poco mientras él está sentado en la cama yo estoy parada delante suyo, él recorre mi cuerpo con sus besos, quita mi camisa y pollera de la escuela, dejándome en ropa interior, cuando finaliza de recorrerme completa con sus caricias me acomodo arriba suyo entregándome a él, me sentí plena, completa, esto fue mucho más que sexo fue maravilloso.

Después de nuestro encuentro íntimo terminé rendida en sus brazos, pero la alegría duro poco, ya que un incesante ruido me despertó, al abrir mis ojos me encontré envuelta entre los brazos de Matew, estaba profundamente dormido, el timbre empezó a sonar con insistencia provocando ahora si despertar a mí hombre.

—Creo que alguien busca —señale hacia el pasillo.

—No importa, ven quiero dormir un rato más —me toma por la cintura atrayéndome a su cuerpo desnudo.

—¿Solo dormir? _aprovecho para besar su boca, en poco tiempo me había vuelto adicta a sus besos, cuando su lengua se hacía espacio para jugar con la mía, el maldito timbre volvió a sonar haciéndonos separar.

—¡Porque mejor no atiendes! Podría ser algo importante —se levanta de la cama, se coloca su bóxer y una bata negra.

—¡No me tardo! —dejo un beso en la punta de mí nariz, sale de la habitación y me acomodo mejor, estaba feliz, había estado por fin con él, sentí tanto en tan poco tiempo que creo, me estoy enamorando.

—¡Oye porque no atendías! —esa voz la conozco, gire mi cabeza mirando hacia el pasillo, hasta que hablo Matew 

—¡CRIS...! Tampoco tanto, estaba tomando una siesta —me levanté tan rápido de la cama al oír que mi hermano estaba aquí, que termine enredada y caí dando mi cara contra el piso, maldije por lo bajo, mientras seguía envuelta en las sábanas tome toda mi ropa y me encerré en el baño con llave, lleve una mano a mí pecho y me empecé a reír despacio, estaba desnuda en la casa del jefe de mí hermano con quien había tenido sexo, si me descubren me muero, después de un largo rato sentí golpecitos en la puerta del baño pero no me atreví a contestar por lo que me quede callada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.