Un mes después
—Hola, chicas ¡Buen día! —me siento junto a mis amigas en el patio del colegio.
—¡Hey amiga! ¿Cómo vas? —me acerco a saludarlas mientras veo a Ari que estaba haciendo sus tareas.
—¡Atrasada! —levanta la vista y me fulmina con la mirada, no me atreví a preguntar y me senté junto a ellas.
—¿Qué le pasa? —le pregunto bajito a Nicky quien se ríe.
—Me pasa que no tengo su suerte ¡Eso me pasa! —me contesta furiosa.
—Okey detente ahí ¿De qué hablas? —le pregunta Nicki.
—¡Es fácil!, tú estás con tu papá en su empresa y tú con tu mamá, mientras que yo... ¡Ughh...! —se levantó furiosa pataleando como niña chiquita.
—¡Cálmate, Ari! puede hacerte mal —me levanto tomándola de los hombros.
—Es que... apenas llevo un mes allí y ese maldito de Hulk me tiene harta —luego de su descargo se sienta nuevamente respirando profundo.
—Sabes que puedo ayudarte hablando con Matt —clava sus ojos grises en los míos fulminándome con la mirada.
—¡No Lauren! si tú hablas quedaré como una niña que al mínimo problema sale corriendo —nos miramos con Nicky sin saber que más decirle.
—¿Entonces…? como podemos ayudar —le dice Nicky.
—¡Con esto! —levanta sus apuntes de álgebra.
—Hay amiga estás perdida, yo tuve que pagarle al jardinero para que me ayude —suelta Nicki.
—¿Al jardinero? no sé supone que ibas a un profesor particular —le preguntó, ya que su papá le paga clases apartes.
—Si iba... ¡Pero no a estudiar! —se encoje de hombros.
—No puedo creer que te coges al profesor —Ari suspira cansina— ¿Por qué dios? ¿Acaso estás en mí contra? —levanta las manos como haciendo una alabanza.
—Además de loca, estás enferma —Nicky le toca la frente y hace como que se quemó.
—No seas absurda, quise decir, que dios le da de comer a quien no tiene dientes —Nicky estalla en una carcajada.
—No me digas que ya estás pensando en dejar de ser virgen, no tengo problema en prestarte al profe, te dará muy buenos orales como para que entres en clímax, luego el delicioso le sale de diez —codeo a mí amiga para que se calle.
—Prefiero pagarle a tu jardinero —Nicky lleva sus manos a su boca como sorprendida.
—No está nada mal, es grandote, seguro te desgarra —no aguanto y me río, pero es que Nicky es muy pervertida.
—Por favor Nicol, no puedes hablar de otra cosa que no sea follar —le larga Ari.
—No es mí culpa ser una tentación para los hombres —lo dice con falsa indignación.
—¡Espera! ¿También te cogiste al jardinero? —no podía creer hasta dónde llega mi amiga.
—¡Lauren! tampoco hago caridad, o sea el jardinero está bien pero no es mí tipo, no me malinterpretes, no hablo de dinero sino de la edad.
-Entonces según tú ¿Para mí está bien? —al parecer Ari se ofendió.
—No... ¡Noo...! vamos Ariana no quise decir eso, además era una broma lo del jardinero, ¡No se si la tiene grande! —me llevo una mano al rostro tapándome ante la burrada que dice Nicky.
—Mejor no aclares, que oscurece, mira Ari si necesitas ayuda con las tareas, solo pídelo yo te ayudo sin la ayuda de ningún profesor —dije lo último mirando a Nicol.
—Gracias Lau y por favor nada de esto a tu novio quiero sola poner en su lugar a Hulk —luego de nuestra charla fuimos a clases. Al salir recibí un mensaje de Mamá, definitivamente esto no le gustará para nada a Matew.
—Hey Ari, vamos a almorzar juntas —le hago súplicas con mis manos al salir de nuestra última clase.
—¡No puedo! —sigue caminando, ignorando lo que le pedí.
—¡Por favor! no te cuesta nada ¡Se buenita! por mí por fis —la sigo hasta la salida dónde veo a Gino esperándome afuera de su auto.
—Lauren, apenas tengo tiempo de llegar a la empresa, no es que no quiera ¡No puedo! —la detengo antes de salir.
—Además vamos en auto, te dejare allí, lo prometo —resopla mirando el cielo.
—Está bien, pero no tengo dinero —sonrió ante su afirmación. pero antes de irnos debo advertirle
—Bueno no va a hacer falta, él nos pagará el almuerzo —señalo con mí mentón en dirección de Gino.
—¿Es en serio? —se gira para mirarme.
—¡Por favor! ¡Ya dijiste que sí! que te cuesta, además que no quiero estar sola con él.
—¡Pues dile a él! —casi se me salen los ojos cuando Ari me contestó aquello.
—Solo por hoy ¡Si! —me sonríe y caminamos hacia Gino quien tiene dibujada una gran sonrisa en su rostro.
—Hola Lauren, que bella estás hoy —me larga un piropo e ignora a mí amiga
—Hola Gino, ¡Estoy igual que todos los días! —tomo del brazo a Ariana— Ella es Ariana, mí amiga y viene almorzar con nosotros —mí amiga estrecha su brazo hacia él saludando.
—Bueno, no esperaba tener más compañía que la tuya, pero no hay problema —Ariana blanquea los ojos y antes de que se vaya prácticamente la obligó a subir al auto