No soy Tuya (editando)

Capitulo 18

Ariana

 

Llevaba treinta minutos en esta estúpida fiesta, sentada en esta estúpida mesa que compartía con Cristian y la mamá de Lau, también estaba Magie con nosotros y una pareja más, sabía que no debía aceptar venir, pero por un maldito estúpido infiel estoy aquí, recorrí todas las tiendas del centro comercial para encontrar el mejor vestido, todo lo hice pensando en él, quien llegó acompañado del brazo de su prometida Briana Montesco, debí haber frenado esto a tiempo, pero claro que estúpida soy, ella es bonita su cabello es tan rubio que me da asco, sus ojos brillan como dos diamantes y su cuenta de banco es más grande que la fortuna de los anfitriones de esta fiesta, definitivamente me hice en mí cabeza el cuento de la cenicienta, aunque eso sólo pase en las películas, creí muy adentro mío que la idea de seguirle la corriente a él resultaría enamorándolo de mí, me odiaba y quería irme lejos y no tener que verlos jamás.

—¿Señorita…? —un mozo me ofrece una copa de champagne iba a rechazarla, pero decidí no hacerlo, quien me vera ebria, si pasaré la noche aquí, en cuanto sirvan la cena y empiece el baile me voy a mí habitación. Pedí una, dos, tres copas, pedí la cuarta cuando vi a la traidora de Lauren muy amable con ese par, pero mi amiga no tenía la culpa, que sabía ella de mis enredos con Demian ¡ughh! Me odio maldito bastardo sal de mi cabeza.

—¡Creo que no deberías tomar tanto! —miro en dirección de Cristian quien me habla y lo ignoro completamente tomando una copa más— Sólo quería ayudarte ¡has lo que quieras! —le levanté mí dedo medio, sé que fue una grosería, pero mí mal humor estaba por las nubes. Luego Lauren se acercó a nuestra mesa 

—¿Creí que seguirías de amiga con esa? —le hablé sin mirarla, solo tenía una copa de champagne en mis manos la cuál bebi rápidamente.

—¡Ari!... ¿Qué sucede? ¿por qué estás enojada? —mi amiga se sentó al lado mío, intenté poner mi mejor cara, pero no pude

—¡Perdóname! La bronca no es contigo, pero en este lugar me siento de más, sé que debes estar con Matt ¡es su fiesta! no quiero arruinarte la noche —como le explicaba a mí mejor amiga que me había enredado con un hombre comprometido

—¡Mira! que te parece si después de todas las presentaciones te busco y disfrutamos está fiesta —asentí a lo que me dijo y apareció Gino, creo que usarlo a él para darle celos a Demian es una buena idea.

—¿Que hacen dos hermosas damas solas? —Lau me miró como diciendo es todo tuyo, yo simplemente le di un pequeño empujoncito.

—¡Gino! Justo llegas porque mi amiga Ariana —me señaló— necesita compañía —Lau se levantó de su lugar y se fue.

—Bueno quedamos solos —me sonrió mostrando su perfecta dentadura— ¡Estoy sólo! sino te importa esta noche ser mí compañía —se acercó a mí oído para susurrarme lo último.

—Me parece bien, ¡también estoy solita! —ojalá fuera Demian quien estuviera aquí ahora conmigo, si esto hubiera sucedido hace seis meses atrás diría que soy la mujer más feliz del mundo, pero un estúpido se atravesó en mí camino antes, apoderándose de mí corazón sin piedad.

—¿Y si estás solita? ¿por qué tienes esa carita triste? Además, que vi como miras a un hombre en particular —abrí mis ojos grandes al escucharlos decir aquello.

—¡No miro a nadie! Y no estoy triste, estoy embolada que es diferente —mire a cualquier parte menos a Demian, suficiente con cargar con mí problema como para que venga otro a decirme que hacer.

—¡Cómo tú digas!, Solo quiero aconsejarte que no vale la pena llorar por alguien que te usa para quitarse las ganas —sentí un escalofrío en todo mí cuerpo, y si Demian le dijo algo a él, tan obvia puedo ser.

—Pero... —no me dejó hablar y siguió.

—Solo te diré, que nadie me dijo nada, pero tener sexo en la oficina debería decirte mucho —cerré mis ojos al darme cuenta de que él nos escuchó ¡maldita sea!

—No sé de qué hablas, deja de decir cosas que no son, además él pudo estar con cualquiera —y ahí me entregué en bandeja de plata a Gino al confesar que hablaba de Demian.

—¡Tranquila! no diré nada, eres muy linda para estar así por él, míralo va a casarse ¿y tú que tendrás? —por más duro que parezca tenía razón.

—Insisto, no sé de qué hablas —se acercó y me abrazo por atrás dejando un beso en mí cuello, no les voy a mentir me gustó, pero solamente porque sé que él nos está mirando.

—Vaya veo que sabes dónde está la diversión! —le dice Gino a Lau quien volvió con nosotros 

—Sip... no quiero que te robes a mi amiga y la dañes —se sentó al lado mío y aproveche para ir al toilette, estaba un poco mareada y sentí calor, entre en uno de los sanitarios vacíos, hice mis necesidades luego salí y me quedé mirando mí reflejo en el espejo, no me gustaba lo que veía, estaba apagada sin ánimos de estar aquí, pero debía poder, nada puede hacerme sentir mal ya, está soy yo, una mujer libre, joven y bella puedo con esto, retoque mí maquillaje y salí, al hacerlo Demian estaba esperándome afuera. Solo lo mire y lo ignore pasando por su lado, pero me detuvo tomándome del brazo.

—¿A dónde vas? —mire en dirección en donde tenía su mano agarrando mí brazo.

—¿Qué te importa? Y por favor señor Collins, suélteme —al no hacerlo, me solté bruscamente.




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