Capitulo 23

Ariana

-¡eres una desagradecida! Conmigo y tu madre- una cachetada de mí padre me volteo el rostro -que te faltó para que hagas lo que hiciste dime- intento pegarme nuevamente pero mamá no lo dejo.

-Samuel ¡ya basta! Nada de lo que hagas cambiará la realidad- solo lloraba al escuchar las palabras de papá.

-todo esto fue tú culpa- papá caminaba de un lado a otro maldiciendo.

-por dios ¡ya basta! no culpes a mamá... la culpa es solo mía nadie me puso una pistola para hacer lo que hice- y otra cachetada me dejó tirada en el suelo de la cocina.

-acaso te escuchas cuando hablas, arruinaste nuestra familia, ya ves lo que pasa por andar de amiga de esas dos, como no me di cuenta antes, entiende Ariana que tú jamás tendras lo que ellas tienen, porque para ellos es fácil arreglar todo con dinero, en cambio tú preferiste arruinar tú vida- se acerco a mí y me aleje con miedo pensando que volvería a golpearme.

-mañana nos vamos a Colón a casa de tus abuelos, volveremos después de Navidad, te doy ese tiempo para que juntes tu ropa y te vayas, no quiero saber nunca más de ti- sentí una puñalada en mí corazón al sentir las palabras de papá.

-no puedes hacer eso es nuestra hija- grito mamá a papá.

-dejo de serlo cuando no pensó en la consecuencia de sus actos, ahora levantate y ve a tu habitación antes que tus hermanos te vean y pregunten porque lloras- ya no podía hablar solo hipaba mí corazón estaba hecho añicos, no podía creer que mí padre me hiciera esto, me había quedado a la deriva no sabía que hacer ni a quien acudir, como pude me levanté y fui a mí recámara, al entrar cerré la puerta con seguro, seguí llorando hasta que me dormí. Todos los años mis padres sacaban sus vacaciones juntos para poder viajar a casa de mis abuelos en Colón que es de dónde es oriundo papá, mis hermanos se encontraban en un cumpleaños en casa de sus amigos, la salida sería mañana para Colón, teníamos todo preparado, solo que están vez no iría con ellos.

En la mañana siguiente me desperté con un terrible dolor de cabeza, no podía pensar con claridad, al mirar la hora en mí celular me di cuenta que para esta hora mis padres ya deben estar bastante lejos, debía pensar bien que hacer, para mí suerte tenía quince días para decidir a dónde ir pero lo más importante ¿a quien acudire?, entonces tome el teléfono de casa y llame a la única persona que podría ayudarme, busque su número en los contactos de la agenda de mamá, arranque la hoja y fui a la cocina a buscar el teléfono al tercer tono atendió.

-hola quien habla-

-hola tía soy yo Ari- una lágrima salió disparada y así las demás.

-​​​​​​-hola cariño ¿Sucedió algo? Samuel está bien- tenía que decirle a mí tía la verdad de mi situación.

-papá está bien, pero no te llamo por él sino por mí- se formó un nudo en mí garganta y largué mí llanto.

-cariño porque lloras- logré calmar mí llanto y hablé.

-mis padres estás en camino a Colón a casa de mis abuelos- respire profundo y seguí -te llamo porque papá me corrió de casa, cometí un error..- mí tía me interrumpe y habla.

-no puedo creerlo como Samuel hizo una cosa así con su propia hija, dime cariño en que puedo ayudarte-

-necesito un lugar donde vivir- mi tia vivía en el sur del país, se había casado muy joven con un hombre mayor, pero el había fallecido y ella estaba sola allí. Trabajaba en una clínica psiquiatrica como enfermera.

-las puertas de mí casa están abiertas para ti siempre, anota mí número de celular así me pasas por ahí tus datos para comprarte el pasaje de avión- largué mí llanto contenido al saber que no estaba sola.

-gracias tía no se cómo agradecerte-

-dejando de llorar por ejemplo- me reí ante su pedido, seguimos hablando un rato más, los días siguiente prepare todas mis pertenencias en cajas y las envié por correo terrestre, me acerque en esta semana a Gino para dejarle mí regalo de bodas a Demian, nadie sabía que mis padres me corrieron mucho menos que me iba a vivir con tía Karina. Gino pensaba que solo enviaba ese vídeo pero nunca supo que ese mismo día de la boda abordaría mí avión con rumbo a mí nuevo destino y mí nueva vida.

Lauren

-¡creo que ya estamos!- me gire en mis talones mostrándoles a mí hermana y Nicki mí vestido para esta noche.

-wow amiga estás bellísima, seguro mucho más linda que la novia- llevaba un vestido color azul marino, era largo con pedrería en el pecho, la falda es de gaza con un importante tajo en mí muslo derecho. Mí cabello lo llevaba suelto con ondas en las puntas, adornaban mí cabello una pequeña coronita de trenzas que Miriam me hizo en su botique.

-ahj... no pretendo ser mejor que la novia, además sus vestido son más extravagantes y coloridos- Nicol llevaba un vestido amarillo corto y Cassy uno anaranjado.

-deberiamos haber comprado negro ¡Se nos casa nuestro amor imposible!- fingieron tristeza y se abrazaron.