—La dimensión 43 se encuentra en peligro, han acontecido varios sucesos de los cuales tu no podías lidiar con ellos, pero, ahora que tienes tus poderes eres capaz de salvar al planeta. Los vietnamitas de la dimensión 83 han invadido nuestro planeta y han terminado con todos los recursos de alimento, comida y están robando nuestras reliquias y lo peor es que tu hermana cayo tan bajo que se ha unido a ellos, mientras envenena a tu padre y le hace creer que está salvando el planeta. Esos son algunos de los sucesos, lo demás lo tienes que descubrir por ti mismo.
—¿No puede ser cómo es posible que esto esté ocurriendo?
—Le han llenado de basura el cerebro a tu hermana Kennedy, no sé qué le prometieron pero prefirió ser rival, tu hermana siempre ha sido arrogante y fría, no se tienta el corazón, sobre todo no le importa lo que les suceda, tu madre se encuentra en un estado crítico, le han implantado veneno del primitivo demonio de la oscuridad, tu madre ha sido muy fuerte tiene 5 días con el veneno en su sangre, mientras que otras personas no aguantan todo lo que provoca el veneno y lamento decirte que Kennedy la enveneno.
—Mi hermana se ha vuelto muy malvada, nunca lo espere de ella.
—Tienes que venir conmigo, necesitas exonerar el veneno, es algo que tú puedes hacer con mucha facilidad.
—Pero, tengo que cuidar de Dulce.
—Por eso no te preocupes, ella ya está sana y salva, pero, si tanto te preocupa Liah se puede quedar con ella.
—¿Liah se encuentra aquí? —pregunte un poco desconcertado. ¿Ella no había regresado a nuestra dimensión?
—Claro que no, le dije que se quedara aquí, ya que tu hermana quiere dársela al gran demonio, para poder hacerse más fuerte, necesita a alguien de sangre pura y Liah es la indicada para eso.
—¿Cómo que al gran demonio? ¿quién es él?
—Es un demonio que habita en las profundidades del más grande pantano de nuestra dimensión, se encuentra a millas del reino. Es un demonio que busca la sangre más pura de mujeres que pueda llegar encontrar y el succiona hasta dejarte seco. Si le brindas la sangre más pura que puedas encontrar, él te agradecerá ofreciéndote la inmortalidad y un gran poder del cual nadie podrá librarse.
—Así que eso es lo que Kennedy quiere, ser inmortal y reinar con el máximo poder en cualquier lugar que se le antoje.
—Así es Neith, pero apresúrate piensa al lugar al que quieres ir y concéntrate para poder ir a donde se encuentra tu madre y salvarla.
—¿Qué hay de mi padre?
—Él no te apoyo, acaso quieres ayudarlo, él te mando muy lejos de nuestra dimensión.
—No importa, él es mi padre quiera o no.
—Está bien, al fin tu eres el que tomas tus propias decisiones.
Por consiguiente, me concentre deje mis pensamientos en blanco, posteriormente pensé en la dimensión 43 y llegue hasta ella, estaba en mi cuarto, ya que, ese lugar fue el que se me vino en mente. Llegue solo Jane se había quedado atrás, pero sabía que ella vendría más tarde.
04:22 p. m.
Me puse un atuendo negro de manera que pareciera al de los sirvientes, además porte en mi cabeza una peluca de mujer de color negro como el azabache y trate de cubrir mi rostro lo más que pude. Camine por varios de los pasillos hasta que llegue a la cocina.
—Hey tu —dijo una mujer de cabello castaño y de una estatura de 1.60 aproximadamente que albergaba entre una edad de 70-80 años. Apresúrate y llévale esa bandeja de
comida a la Reina.
Tome la bandeja y salí de la cocina, enseguida le pregunte a una mujer que estaba limpiando los cristales del palacio que en donde se encontraba la habitación de la reina, a lo que ella señalo con su dedo índice en dirección a un portón de madera que se encontraba muy adentro de un gran pasillo obscuro. Camine hasta el pasillo y me adentre en la habitación, ahí estaba mi madre demacrada, muy débil y casi en los huesos.
—¿¡Acaso no te dan alimento!? —dije en voz alta y enfurecido. Me acerque a mi madre y bese su frente, madre vas estar bien te lo prometo, resiste, sacare el veneno que se
encuentra dentro de ti.
—¿Quién está aquí en la habitación? —dijo mi madre con una voz muy débil.
—Soy yo madre, soy Neith.
—Neith que estás haciendo aquí, por favor vete, hijo no quiero que te pase nada han ocurrido demasiadas cosas, tienes que ir...
—No me iré madre, antes de eso te exonerare de tu veneno e iras a la dimensión 43 conmigo.
—¡No hijo, vete de aquí!
—No, note dejare sola, espera, sacare todo tu veneno.
Comencé a realizar una equis, después forme un triángulo con ambas manos y las impulse hasta lograr exonerar todo el veneno, por consiguiente, aplique el mismo poder que le aplique a Dulce, para así poder dejar a mi madre sin ningún rastro de ese mortal veneno.
—¿Cómo sacaste el veneno dentro de mí y como es que eres humano de nuevo?
—Eso es lo de menos en este momento ¿Dónde está mi padre?
—No lo sé, no lo he visto desde hace varios días.