—Sonria mucho y salude —el príncipe Nader no dejaba de darme instrucciones, los nervios me invadían, era la primera vez que saldría en público como la princesa Annabella.
Mire hacia todos lados y aclare mi garganta
— Creo de tantas advertencias que me ha dado, realmente metere la pata —suspira y levanta su rostro hacia el techo, cierra los ojos y sonrio, se que esta tratando de calmarse.
—Esta bien —levanta su mano para ver su reloj — Vamos.
Paso mi mano por la falda de mi vestido, enderezo mi espalda y en mi mente levanto una plegaria de que todo saldria bien.
— Me mantendre con la boca cerrada —declaro firme y él me mira sobre su hombro sin decir nada, caminamos en silencio hacia la entrada, junto al auto el principe Adrian estaba de pie, estaba hablando por telefono, se giro hacia nosotros y en su rostro se formo una sonrisa calida.
—Su majestad—aun no habia memorizado el nombre del jefe de la guardia real, era muy leal al principe Nader, sospechaba que él sabia que yo no era la princesa Anabella, nunca me miraba a los ojos, ni tampoco en él habia aquel respeto hacia mi, nunca me trato mal pero podia sentir que él evitaba todo trato conmigo — Deben estar alerta, tengo información que los rebeldes tienen pensado hacer una manifestación —abro mas mis ojos al escucharlo hablar, era de conocimiento publico que una parte del pueblo no estaban de acuerdo con el mandato del rey, las manifestaciones del pasado eran relampagos para no ser atrapados por la policia.
—Deben proteger al principe Adrián, ademas de los guardaespaldas del principe, asigna de los nuestros.
— Asi sera su alteza
—No olvides a la princesa Annabelle por nada del mundo puede pasarle algo —muerdo mi labio inferior, si estaba asustada, muy asustada.
—La estaremos protegiendo, el principe Adrián ha solicitado preparen su auto para ir al evento con la princesa Anabella, su auto su majestad ya esta listo —el principe fruncio el ceño, su mirada se dirigio al principe Adrian y luego a su hombre.
—Sabes bien que me molesta que tomen decisiones por mi, en esta ocasion lo dejare pasar, en la proxima se me consultara antes.
—Lo siento su majestad — el jefe se separo de nosotros, despues de una reverencia, hizo señas a sus hombres y estos subieron a sus autos.
—Ira con el principe Adrián, mis hombres iran con ustedes, debe tener cuidado, no se separe del grupo. Cualquier cosa estare pendiente de usted.
—Gracias su majestad —murmure, mientras avanzabamos hacia el auto del principe Adrian.
*****
— La union del Principe Adrian con la princesa, debe ser la molestia de los rebeldes, asi que los dos deben estar protegidos.
— Ya di ordenes su majestad —Alfred mira hacia todos lados —Por el momento las calles estan despejadas.
No respondi, Yanin no podia estar en peligro, era una inocente y no podia permitir que le hicieran daño. Al llegar al nuevo hospital que se iba inaugurar, la gente estaba a cado lado esperando la comitiva, en sus manos tenian banderitas de nuestro pais y la bandera del pais del principe Adrian, baje rapidamente del auto, mientras mi mirada estaba fija en el del auto del principe Adrián, él bajo y levantaron las banderas saludandolo, recibieron sonrisas y saludos de parte de él, pero sabia que el lugar estaba muy lleno por la aparicion por primera vez de la princesa. Debian sentir curiosiodad para constatar si los rumores eran reales.
Yanin salio poco a poco del auto, ella llebaba un vestido sencillo pero elegante, era blanco con broches dorados en un costado de su hombro, el pueblo quedo en silencio al verla de pie ahi, con una gran sonrisa en su rostro, su sombrero era negro con motivos blancos. Realmente parecia una princesa.
El silencio fue roto cuando alguien levanto nuestra bandera y empezo a aplaudir, ella sonreia y era genuina, su rostro brillaba.
— Al parecer le ha gustado al pueblo —murmuro Alfred, mientras hacia señas a sus hombres para que no dejaran que el pueblo que se habia vuelto loco por tocarla no lo hicieran.
—No permitas que esto se salga de control, pueden haber rebeldes infiltrados y aprovechar la locura del pueblo por la princesa y buscar a hacerle daño.
—No se preocupe —murmuro Alfred, mientras avanzabamos —Tambien debemos protegerlo a usted, no olvide que es nuestro futuro rey.
*****
Mi mirada se centra en la fila de medicos y enfermeras, estaban felices por el nuevo hospital de niños del pais, sonrei al ver las salas nuevas, las camas, los equipos nuevos.
—Muy bonito —el principe Adrián no dejaba de elogiar el lugar —Me siento feliz de saber que la donación que hizo mi pais, ha sido para construir este lugar y ayudar a muchos niños, mira sus rostros felices.
Sonrio y bajo mi rostro, la verdad no conocia que este hospital habia sido construido con dinero donado por el reino del principe Adrian, ahora entendia por que él y yo cortariamos la cinta.
—Su pais y su gente seran benefeciados con nuestra union y ya estan viendo el inicio de un brillante futuro.
—Gracias —murmuro.
La mañana paso lentamente en medio de discursos de pequeñas comitivas que representaban varios sectores del pais, habia recibido muchos regalos. Por un momento me sentia cansada, habia sonreido mucho, el hospital estaba lleno de la prensa, no se cuantas fotos nos habian tomado.
Por un momento me separe del grupo, mientras le hacian preguntas al Principe Nader.
En un rincón lejos de todos estaba una pequeña niña, sentada, sus ojos negros grandes estaban brillantes por las lagrimas.
—¿Estas bien? —ella nego, mientras abrazaba con mas fuerza sus piernas — ¿Llamo a un doctor?
—Me da miedo mucha gente —las lagrimas recorrian sus finas mejillas, enternecio mi corazon, al verla ahi tan indefensa.
—Estoy aqui, no te pasara nada. ¿Donde esta tu mami?
Editado: 11.08.2022