—Es mi hermano —las palabras resonaban en mi cabeza, pasé una vez más el cepillo por mi cabello, luego me di por vencido y me puse de pie.
Camine de un lado a otro en la habitación, cuando tocaron la puerta, estaba más tensa que la cuerda de un violín.
—Su alteza —el secretario personal del rey luego de haber hecho su reverencia, me miró —Su majestad el rey la esta esperando.
No respondi, al parecer el rey tenía prisa por presentarme a su otro hijo. Salí de mi habitación con paso rápido, hacia el ala del rey, esta parte del castillo era bien custodiada por la guardia real.
Al llegar ante la puerta de la sala privada del rey, la puerta se abrió por parte de uno de la guardia real que estaba custodiando la puerta. Al entrar sentí la atmósfera pesada, me acerqué ante el rey, él extendió su mano y bese su anillo.
—Padre, goza de buena salud —el rey no responde, mira hacia un punto en específico.
—Saluda a tu hermano, el príncipe Aurus
Ante mi se pone de pie un hombre alto, de complexión musculosa, su cabello peinado descuidadamente le daba un aire sexi. Vestia un elegante traje gris, sin corbata por supuesto, pero no se veía nada mal. Era un hombre muy parecido a Nader, de reojo mire al rey, se notaba que en su juventud fue atractivo, pero sus hijos gozaban de una belleza extrema.
—El príncipe bastardo —responde Aurus, su mirada era dura.
—¡Aurus! —él sólo se encoge de hombros ante el llamado del rey.
—Es la verdad —se cruza de brazos —He dicho lo obvio y recordando las palabras de esta mocosa, cuando nos vimos pequeños.
Mis mejillas se tiñeron de rojo
—Lamento mi comportamiento en ese entonces, príncipe Aurus.
—Llamame Aurus,después de todo somos medio hermanos —se sentó y su mirada se fijó en el rey, no le temía, era decidido —¿Qué desea su majestad? Recuerdo que la reina prohibió la entrada del hijo bastardo del rey al palacio.
Abro más los ojos y lo miró, en su voz se escuchaba un deje de amargura.
—No te pido que perdones a la reina, solo entiendela, eres el hijo de su mejor amiga
— Yo no tuve la culpa de la desicion que tomaste tú y mi madre.
—No discutire el pasado contigo, a partir de mañana, estarás en las reuniones del gabinete.
—¿Que tengo que ver en los asuntos reales? Soy el segundo hijo. El príncipe heredero es quien debe estar al tanto de Albatros.
—No te he preguntado si quieres estar, te lo he ordenado como tu rey.
Aurus se puso de pie y sonrió lleno de burla ante el rey.
—Si estoy aquí es a petición de mi madre —mete las manos en los bolsillos de su pantalón —Sabes bien que no tengo el más mínimo interés en la realeza.
—Ya estas aquí, ya no hay vuelta atrás Aurus, príncipe de Albatros.
Editado: 11.08.2022