No Soy Yo

Diez

Aquella noche, Melissa no consiguió conciliar el sueño, daba vueltas en su cama sin  comprender por qué Jonathan había insistido tanto en negar que había visto aquello, si sabía con certeza que se había girado y había mirado fijamente en aquella dirección, como la figura se estaba escondiendo entre los árboles para que no pudieran reconocerla.

             Le daba vueltas y más vueltas a aquello, ¿tendría alguna razón para negarlo? ¿O solamente era producto del miedo que lo había hecho actuar así? Estuvo largo rato pensativa hasta que logró dormirse agotada.

            A media noche, en sueños, le pareció oír un ruidito lejano, como si algo estuviera dando vueltas a la casa sobre el aire, Melissa lo ignoró no queriendo despertarse,  pensando que sería algún avión en vuelo rasante.

            Por la mañana, un viernes bastante soleado a pesar de la amenaza de tormenta que hubo la víspera; a primera hora en el instituto, les comunicaron a las chicas que por la tarde, en vez de tenerla libre, deberían venir para hacer un dibujo libre, ya que iba a realizarse entre todos los alumnos un concurso de dibujo.

            A la hora del patio Melissa estaba un poco enfadada, porque a ella no se le daba muy bien aquello de dibujar y además no les habían dado tiempo para practicar en casa.

            - No es justo, nos lo dicen ahora en vez de habernos avisado la semana pasada, por lo menos- se quedó pensativa- ... aunque la verdad, a mí tanto se me da, no voy a saber qué dibujar de todos modos y voy quedar en ridículo.

            - Bah, no importa, tampoco será el fin del mundo si no ganas, nosotros tampoco vamos a hacer gran cosa, osea que...- le animó Toni.

            Estaban sentados en las escaleras del porche de entrada a las clases, un poco nerviosos por lo del concurso.

            - ¿Os habéis enterado qué van a dar de premio?

            - No lo sé ni me importa.- dijo Mellisa jugando con una ramita. Philip dijo que tal vez lo dijeran por la tarde. Hannah, que sabía que a su amiga le importaba de veras aquello, le dijo consolándola:

            - No te preocupes “Mel”, igual es una tontería,- Mellisa se giró para mirar a Toni, que sentado un escalón más arriba a su espalda, le acariciaba el cabello cariñosamente. Ella lo dejaba hacer, porque en el fondo le gustaba que le hiciesen caricias y más en esos momentos en que se encontraba deprimida por la muerte de Billi, pero también aquello la hacía sentir un poco molesta, delante de sus amigos.

            Toni, desde que murió Billi estaba más por ella, porque el hecho de haber sido su mejor amigo lo hacía preocuparse por su bienestar, temía que su muerte pudiera afectarla demasiado.

            La sirena de entrada dejó oír su estridente sonido y el resto de la mañana pasó normalmente, aunque Mellisa no pudo concentrarse, pensando en su sueño, que había vuelto a repetirse, aquel sueño donde ella se perdía en el bosque y miles de ojos la espiaban tras los árboles. Además, estaba lo de aquel maldito concursito, ¡qué desastre!

            Una vez en su casa, saludó distraídamente a su familia y subió directamente a su habitación, donde abrió su escritorio y se puso a trazar garabatos en un bloc de dibujo.

 Cuando llegaron su padre y su hermano del trabajo, Gary subió a decirle que iba a enfriársele la comida.

            - ¿Qué haces? pareces muy ocupada...

            - Es que, esta tarde hacemos un concurso de dibujo y no me sale nada, tengo la mente ocupada en otras cosas y no logro concentrarme.

            - ¿No tienes ningún dibujo que puedas copiar de memoria?

            - ¿Estás hablando en serio Gary? ¡si sabes que soy un cero en cuestión de dibujo! Mi capacidad artística no ha variado mucho desde que tenía cinco años...

            Gary miró las hojas arrancadas que había ido lanzando a la papelera.

            - Ummm, pues no hay mucho por aquí...

            Mellisa se levantó bruscamente:

            - ¡Da igual lo que salga! Se me había pasado por la cabeza hacer novillos, pero participaré en ese dichoso concurso y dibujaré cualquier cosa.

            -¡Así se habla, siempre positiva, así es mi hermanita guerrera!

            Cuando por la tarde las dos chicas se encontraron, Mellisa miró el edificio gris del instituto y sugirió:

            -Tal vez no sea tan buena idea entrar...

            - Hala, no dirás que le tienes miedo a un simple concurso de dibujo...

            - Es que... será una pérdida de tiempo y prefiero ir al gimnasio.

            - Va, no seas tonta.- Hannah la arrastró de la mano y entonces vieron venir a sus amigos.

            - ¡Hola guapísimas!- dijo Toni cordialmente y luego mirando la cara malhumorada de Mellisa- ¿qué te pasa? pareces enfadada, no será por un tal concurso de dibujo, ¿verdad? nosotros pasamos de ir, vamos a dar una vuelta y luego a la vieja iglesia, no tenemos ganas de dibujar, ya ves, ni que pudieras hacerte famoso con eso, tampoco cuenta como nota así que... nos piramos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.