No Soy Yo

Treinta y dos

Estaban las dos en la habitación de Hanna, los chicos les habían llamado por teléfono para salir, pero ellas contestaron que no tenían humor para ir a ningún lado hoy.

            Melissa le explicó a su amiga como había rechazado las proposiciones de Toni y como él se había ido bastante enfadado.

            —Al parecer estaba demasiado seguro que le diría que sí.— Hanna estaba pensativa:

            —Toni es buen chico, se que nunca te haría daño, sabes que Billy no me agradaba demasiado pero lo respetaba porque era tu novio, pero no puedo decir nada malo de Toni, se le nota a la legua que esta loco por ti. Haríais muy buena pareja, no comprendo porque no le das una oportunidad.

            —Es que es tan buen amigo mio... nos conocemos prácticamente desde párvulos.. sería raro.

            —¿Pero a ti te gusta?

            —No lo se... ahora mismo tengo otras cosas en qué pensar. Tampoco quiero confundir sentimientos, creo que lo que yo siento por él es más cariño que amor verdadero. Además... con Toni allí esperando impaciente mi respuesta... me sentí demasiado presionada y le dije que no.

            — Perdona pero no te entiendo, aunque esta bien... tu sabrás..— Hanna apagó la mirada—... y ahora lo de mi hermano... mis padres están que no se lo creen del todo. Mama ha llorado mucho y papa... él es un hombre duro, dice que si no vuelve, recogerán todas sus cosas del hospital y las traerán de nuevo aquí

            —No creo que vuelva.

            —¿Por qué estas tan segura? Seguro que Jonathan te dijo algo sobre ello, no se porque razón él siempre confió más en ti que en nosotros.

            —En realidad no, solamente me confesó que tenía el presentimiento que permanecería mucho allí encerrado.

            —¿Crees que se ha podido escapar?

            —No, las enfermeras lo hubieran visto... además todas coinciden en lo mismo; se despertaron como de un sueño y ya no estaba.

            —Jonathan pudo hacerles algo con sus poderes.— Melissa se sobresaltó al oírla hablar de ellos con tanta naturalidad.

            —Entonces, ¿crees de verdad lo que sugirió Steve sobre él?

            —Ahora comienzo a creerlo, es todo demasiado extraño. La hipótesis de que vinieron sus verdaderos padres tampoco parece muy válida, aunque en la nota de despedida parecía que estaba muy convencido de que iba a poder conocer sus orígenes.. ¡Oh “Mel”!¡no entiendo nada! Además Jonathan jamás comentó nada, nunca pareció interesarse por sus padres biológicos, no era muy comunicativo, es verdad, pero hubiera comentado algo... a no ser que nos engañara y en secreto estuviera investigando por su cuenta... ¿crees que logró dar con ellos de alguna manera y éstos lo vinieron a buscar?

            —¿Y arriesgar su vida? Jonathan esta enfermo, nadie lo saca de la seguridad de un hospital y además si hasta ahora, después de diecisiete años, no se han interesado en el... ¿por qué venir ahora?

            —¿Alguien que de pronto ha descubierto sus poderes  y quisiera algo de él?

            —No me convence esa teoría. Es todo muy extraño, lo que más me preocupa es su enfermedad, aunque según pone en su carta, al menos él cree que va a estar bien, puede que algún tipo de médicos o científicos se lo hayan llevado para estudiarlo, aunque eso de hacerlo a escondidas sin avisaros... suena todo muy oscuro.

            —Dices que con la nota te devolvió el collar, ¿qué hacia con el?

            —Me lo deje olvidado en el hospital.

            —Yo todavía no entiendo por qué no quieres venderlo.

            —Es que, puede que suene extraño, pero me suena familiar.

            —¿Quieres decir que es de alguien que conoces?—Melissa movió la cabeza sin saber qué decirle— bueno... tu sabrás lo que haces. Cambiando de tema, este lunes es Pascua, ¿qué vamos a hacer?

            —Podríais venir a mi casa a celebrarla, a tus padres les ira bien un poco de compañía.

            —De acuerdo, todo este asunto de Jonathan los ha dejado destrozados. Por la tarde podríamos llamar a los chicos...— Pero ella negó rotundamente:

            —No, no quiero volver a salir con ellos.

            —¡Pero qué dices! El hecho de que hallas peleado con Toni no significa que ahora te tengas que aislar del grupo. Los demás qué culpa tienen...

            —Pero seguro que Toni se lo ha explicado todo a Philip, son tan amigos... los “tres” eran tan amigos...— dijo recordando cuando Billy aun vivía. Entonces oyó claramente las palabras acusadoras de su hermana: ”Primero vas con Toni y luego con Jonathan... eres una cualquiera, hace poco que Billy se murió, primero con Toni y ahora con Jonathan...”

            —Oye Hanna, ¿hubiera actuado mal si hubiera accedido a salir con Toni, siendo éste el mejor amigo de Billy y como hace tan poco que...?— Hanna sonrió tranquilizándola:

            —No “Mel”, no debería preocuparte eso. Billy seguro que preferiría que estuvieses con Toni antes que con un extraño y menos que te privases del amor.— Melissa asintió indecisa; ¿podría llegar a enamorarse de Toni, sabiendo que Jonathan estaba en algún lugar y posiblemente en peligro?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.