No Te Busque #1

CAPITULO 4

LÍA

- Zoé basta, me tienes cardiaca – la miro y se empieza a reír de mí, esta mujer en serio me estresa a veces

- Está bien, pero al menos elije cual de los dos te gusta – dice señalándome dos clubs distintos

- Mira, este, ya está, alquila ese y haremos la celebración ahí ¿sí? – le señalo el que se ve mejor

- Okey, también quería ese, si hubieras elegido el otro tendríamos que negociar y explotarías - dice riendo

- Si vale, me haces explotar – le digo al tiempo que tocan la puerta de mi habitación y entra mi hermano con una botella de vino en la mano

Siempre me lee el pensamiento, por eso lo amo

- Miren enanas, les traigo algo para que se relajen un poco, sentí la tensión desde abajo – dice sacando el corcho del vino y sirviendo tres copas, me da una, luego otra a Zoé y la ultima la toma él sentándose a los pies de mi cama

- ¿Ya se decidieron por alguno? – pregunta señalando los papeles

- Si, mira, Lía eligió este –  señala un club ubicado a solo diez minutos de casa, lo conozco y me agrada el ambiente por eso lo elegí, no es tan ruidoso como el de hace días, de repente me viene a la mente ojos grises, algún día volveré allí solo para verlo, claro si llega a estar

- Buena elección enana – dice mi hermano tomando de su copa

- Lo sé – digo en tono presumido y nos reímos

De repente noto una mirada que le da mi hermano a Zoé, oh Dios mío, esa mirada dice muchas cosas comprometedoras y cuando veo a Zoé esta tan roja como un tomate, si sienten atracción, al menos Zoé si va a tener sus orgasmos.

- Bueno, me ponen incomoda, ya se pueden ir a follar, yo los cubro – en cuanto digo eso Zoé escupe todo el vino que tenia en la boca directamente a la cara de mi hermano

- Lía – me reprende Zoé y muestro las manos en señal de rendición y me rio de James

- Dale, no hay problema, ve hermanito, ya me inventare yo algo e iré mirando los invitados – le digo tirándole un pañito para que se limpie

- Perdóname james, no fue mi intención, que vergüenza – le dice Zoé a mi hermano y este asiente, en cuanto termina de limpiarse se pone de pie y tira el pañuelo a la basura

- No te preocupes, mi hermana es muy indiscreta pero bueno, tiene razón en decir que quiero salir – dice mirando a Zoé - ¿vienes a comer un helado? Yo invito – dice y le estira la mano

- Esta bien, nos vemos al rato Lía – dice dándome un beso en la cabeza

- Chao, disfruten – les digo sonriéndoles, mi hermano sale y Zoé voltea a mirarme y me muestra un preservativo que saca de su cartera haciendo que nos riamos como unas locas, amo a mi amiga.

 

***

 

Ya llevo dos horas llenando invitaciones, me debo un descanso, iré a comer algo.

Al bajar me doy cuenta que estoy sola, me dirijo a la cocina y no hay nada de comida, genial, no quiero cocinar así que decido tomar mi cartera y salir, me monto en mi moto y me dirijo a un restaurante de comida china cerca de aquí, llego aparco y me bajo, entro al restaurante y pido comida para dos, y tres rollitos de verduras para mí, amo estos rollitos, voy a la nevera y saco una Coca-Cola mediana, así no me guste mucho la gaseosa debo admitir que es perfecta para acompañar la comida china, me anuncian que mi comida esta lista, voy a la caja, pago y salgo del local, meto la gaseosa en la bolsa de la comida y cuando estoy por ponerme el casco un elegante Audi A5 aparca a mi lado, waooo que carro, el dueño debe tener mucha plata pienso y en ese momento se baja un hombre con gafas, cuando voltea me fijo bien, oh Dios, es ojos grises, trágame tierra, estoy como una desechable así vestida.

Hoy no esta elegante, lleva vaqueros negros, camisa blanca y tenis, no me pasa desapercibido el como se le marcan los músculos debajo de esa camisa que lleva, me pongo caliente con solo verlo

- Buenas tardes señorita Lía, que grata sorpresa – me dice sacándome de mi trance, creo que noto como me quede mirándolo porque me sonríe

- Buenas tardes señor, lo mismo digo – le respondo en cuanto me repongo

- ¿Ian entramos? – pregunta una chica saliendo del carro, es muy hermosa, alta, delgada, cabello largo y negro y unos senos enormes, operados sin duda

- Un gusto verla de nuevo señorita, que tenga buen día – me dice ojos grises al tiempo en que subo a mi moto y la prendo – ¿es suya? – me señala mi BMW S 1000 R color verde militar

- Si señor, es mía – le digo mirándolo a los ojos, asiente y mira con admiración mi moto

- Es muy hermosa, me gusta – me dice ahora mirándome a mí y dándome un doble sentido

- Gracias señor, hasta luego – le digo y me pongo mi casco

- Tenga cuidado señorita Lía – me dice y miro de reojo como su acompañante me fulmina con la mirada y se voltea caminando hacia el local

Arranco mi moto y cuando veo por el espejo retrovisor ojos grises sigue mirándome a lo lejos, hoy tendré que volver a usar mi barita mágica.



#25308 en Novela romántica
#5150 en Joven Adulto

En el texto hay: romance, amor, equivocaciones

Editado: 28.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.