Zoey
—¿Cualquiera puede pensar que me está siguiendo? —pregunté temblando como si estuviera descalza en la nieve.
Él esbozó una sonrisa, apenas.
—Puede ser, si no fuera porque yo también quiero leer… —movió el libro y leyó el nombre—. ¡Así que está es tu nueva lectura! Asumí que solo te gustaban los libros románticos.
Tomé el libro y lo llevé contra mi pecho.
—Me encantan los libros de romance, pero puedo leer lo que sea. —Él asintió—. Por cierto, ¿qué le pareció el libro de Arthur Dark?
—¿Por qué me tratas de usted? —Abrí la boca y me hizo una seña como que no tenía importancia y siguió hablando—. La historia es muy predecible. Él se fue y nunca volvió. ¿A qué mujer le gusta una novela romántica donde ve que un hombre embaraza a su “novia” y no vuelve a buscarla?
No me imaginé que esa parte sería la que más le generaría incertidumbre.
—En su defensa, Hansel no sabía que ella estaba embarazada. —respondí.
—Bueno, le doy el beneficio de la duda. —me quedé ahí de pie viendo como él daba la vuelta por la estantería y se ponía a mi lado apoyando el codo en el filo de la estantería. Vestía jeans oscuros y un grueso suéter negro con cuello de tortuga que lo hacía ver más sexy. Su perfume me envolvió y cerré un momento los ojos—. Supongamos que él no sabía, obviamente, que ella se quedaba sola, sin trabajo y con un hijo. ¿Qué sentido tiene eso? O sea, ella no lo pudo ir a buscar porque no tenía el dinero suficiente y él nunca volvió. ¿Me vas a decir que no va a poder conseguir un pasaporte?
Todo su relato fue con Cameron hablando con su voz profunda, tirándose el cabello hacia atrás y su mirada clavada en la mía.
Podría haber desmayado en ese instante.
—Es que así terminó el libro, no sabemos si él volvió a buscarla, un final abierto, que el lector decida en su imaginación como le gustaría que continúe. —Así eran los libros de Dark—. ¿Por qué crees que Hansel no fue a buscarla?
—Porque no le importaba. Hansel es un hombre que va de puerto en puerto embarazando mujeres o teniendo aventuras, y se va a otro lugar y se olvidó del anterior, pero fue tan bueno durante la relación con estas mujeres que no pueden odiarlo. —Se llevó la mano al mentón pensativo. En ese momento noté que tenía pequeños aretes en cada lóbulo de sus orejas—. Incluso pueden llegar a pensar que él murió o tuvo un accidente, que el barco naufragó, pero nunca van a pensar que es un mal tipo.
Me reí cubriéndome la boca.
—Generalmente, las historias de amor son así; uno cree que el protagonista es el mejor de todos, no que va a ser un villano y una mala persona. —Aun riéndome, Cameron estaba serio.
—A veces, sería bueno ver que el lector elija leer un romance donde el protagonista sea el villano y que vea que con el paso de las páginas la transformación a buena persona, o al revés. —Se movió de la estantería y me hizo señas para sentarnos en unas butacas cerca de los ventanales que daban a la calle. Caminamos hacia allí mientras seguía hablando—. Pienso en un personaje como por ejemplo, Daenerys Targaryen, ella era pese a todas las circunstancias una excelente gobernante, todos la seguían, todos la amaban, pero al final se terminó convirtiendo en una villana. ¿Por qué no puede ser al revés el villano que se convierte en una buena persona?
—Estás confundiendo los géneros. Estás hablando de fantasía y yo estoy hablando de novela rosa, generalmente, en los libros de romance, suceden de esta manera: Dos personas que se conocen por casualidad, empiezan a conocerse y… —Hice una pausa mientras tomábamos asiento—, llega el momento donde concretan. Si hay química entre esas dos personas, siguen en pareja, se casan, tienen hijos o lo que sea.
—Pero esa no es la pluma de Dark, Zoey. Este autor es de alguna forma macabro en su relato. —Cameron apoyó sus codos en sus antebrazos, lo que hacía que su rostro estuviera más cerca de mí. Me puse nerviosa.
—Es así, uno nunca va a pensar como lector, que va a comenzar un libro donde una pareja se conoce en Noruega, tienen una noche romántica, ella queda embarazada, y no se lo llega a decir a él, porque el protagonista tiene que irse por una falsa acusación. Son historias de amor. —le expliqué.
—Sigo sin entender, ¿qué le ves de atractivo a la pluma de Arthur Dark? —ni en ese momento que me estaba preguntando con un dejo de ironía, no me sonrió.
Elevé los hombros. Amaba al autor, pero no sé lo diría para no parecer una loca.
—En fin, realmente tiene un final tristísimo. Dime otro título y su final. —Solicitó.
—”Luna de miel en Alaska”. —Mencioné.
—¿Y cómo termina? —No se lo quería decir.
—El protagonista muere al final. —Susurré.
—¿Y de qué se muere?
—En su luna de miel le da un ataque cardíaco. —Mordí una carcajada al ver su expresión confundida.
—Dime otro nombre.
—”Amarte bajo la aurora boreal”. —Estaba a tres segundos de reírme sin parar.
—Bueno… ¿y qué sucede?
—Se mueren congelados.