No te enamores de Jean

Capítulo 1


«El amor se puede mendigar, comprar, recibir como regalo o recoger en la calle, ¡Pero robarlo es imposible.» Siddhartha.

Una vez escuché que el largo de un minuto dependerá de que lado de la puerta del baño estés.. Y cada mañana lo confirmaba, no sabía como alguien podía pasar tanto tiempo en el baño, pero mi hermana habría ganado con total seguridad varios récords Guinness, aveces llegaba a creer que se la había tragado el wc y se convertiría en el eslabón perdido.

Esa era la rutina de siempre, nada cambiaba, me despertaba, iba al cole y volvía a casa. La mayoría del tiempo dibujaba mientras oía música intentando sofocar los gritos constantes de las peleas de mis padres.

Mi hermana leía para no enfrentarse a los problemas y aveces yo también. Me preguntába de vez en cuando si algo llegaría a cambiar en algún momento.

Hacía un día caluroso como cualquier otro, todo parecía apuntar a que no ocurriría nada interesante. En esos momentos de la vida yo no era una persona muy positiva que digamos y no ayudaba tampoco el hecho de que tuviese mala suerte, el universo conspira a de maneras misteriosas.

La brisa soplaba y oí un silbido, seguí de largo, seguramente no era conmigo.

—¡Guapa! ¡Puedo ver tus panties de Bob esponja!. — sh.it, si era conmigo, la falda se me había levantado. Me apresuré ha acomodarla antes de que alguien sacará una foto y decidieran hacer un meme. Por suerte a esta hora no habían muchas personas.

Iba tarde como siempre y para llegar a mi salón tenía que atravesar gran parte del colegio. Ese día yo no buscaba a nadie y lo vi, se puede decir que fue amor a primera vista pero no, fue amor a segunda vista ya sabes, es cuando miras a alguien y entiendes que si le conoces terminarás enfermando de algo a lo que suelen llamar amor. Los síntomas son claros; abejas asesinas en el estómago, delirios y un aumento de probabilidades de hacer el ridículo. (y que te importen las concecuencias).

Quizá lo que más me llamó la atención de él fue su tatuaje en el cuello, quería saber que significa pero iba a llegar tarde a mi clase así que seguí de largo.

Al llegar a mi asiento saque mi cuadernillo de dibujo y empecé a dibujar al chico del tatuaje, con cada detalle intentando no olvidar nada.

Kamil, mi mejor amiga observo lo que dibujaba y formó una sonrisa pícara como diciendo ya te caché.

—Lo conozco—dijo. —¿Te gusta Jean?.-movió sus cejas de manera insinuante, yo le había enseñado a hacerlo y no me arrepentía, era algo muy chistoso de ver porque aún se le daba fatal.

—No, lo acabo de ver hace un rato y me pareció interesante, ¿tu lo conoces?—la vi dudando un poco.

—Es nuevo pero no tanto, llego hace como dos meses y tiene nuestra edad, va a las clases avanzadas, por eso no le ves por acá— hizo una pausa-y está soltero— No era un pueblo tan chiquito así que no me sorprendía no haber oído hablar de él, siempre habían muchos chicos y chicas nuevos.

—Vale.— Kamil conocía a casi todo el colegio, siempre andaba haciendo amigos.

—Te está quedando bien el dibujo— mascullo —mira lo que yo estoy dibujando.— Me mostró su cuadernillo, era un demonio besando un ángel en estilo anime —aún trabajo en la limpieza— perfeccionista bien podía ser su segundo nombre.

—Esta genial, ¿es para tu historia? — Kamil asintió, ella dibujaba cómics y los subía a Internet, era de hecho bastante famosa.

—Estoy segura de que si subieses tus dibujos a Internet serias más famosa que yo.— Dibujaba porque me gustaba, pero hacerlos públicos me daba un poco de vergüenza.

—Lo pensaré — Cerre mi cuadernillo.—¿has visto a Gabriel?— Gabriel era nuestro mejor amigo, alto, corpulento y pelirrojo. Salimos del salón hacia la libertad por media hora.

—Esta en una protesta, ya sabes como es— Sí, casi siempre andaba en protestas defendiendo los derechos de las personas, era bastante sensible y también dibujaba genial.

—Pues no— Gabriel se nos unió a nosotras en el pasillo— andaba resolviendo un problema— Nos dio un beso en la mejilla a cada una.

—Espero que sea importante, porque te perdiste las dos primeras clases — Kamil rodo los ojos.

—Termine con Erik— Nos detuvimos Gabriel y Erik habían estado juntos desde hacía tres años— Me estaba engañando con otro— lo abrazamos. Aveces las personas son fuertes hasta que las abrazas, podía sentír como se desmoroba en mis brazos y como comenzaban a caer las lágrimas.

Esto no lo dejaríamos pasar así como así, ideariamos la venganza contra Erick.

Nos sentamos en la mesa de siempre, la cafetería quedaba al aire libre así que la naturaleza calmaba un poco el ambiente. Resultaba algo irónico que estuviera sonando in the jungle por Los altavoces, acá era usual que colocarán música en el tiempo libre. Comencé a cantar en voz baja mientras mis amigos se reían de mi interpretación.

—Aless dibujo algo interesante hoy, mira— Kamil le paso mi cuaderno a Gabriel para que curioseara el dibujo que hice de Jean.

—Hey Gabriel— un chico saludo detrás de mi, Kamil me dio un codazo en las costillas para que dejara de cantar.

—¡Que agresiva! Y yo que creía que cantaba hermoso— me queje, ahora me saldría un moraton.

—Hola Jean.

Santa virgen de las patatas fritas.




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