Narrado por Cyra
No sé por qué no me voy.
Siempre lo hago.
Cuando alguien me habla sin permiso, cuando invaden mi silencio, cuando algo se desordena... me alejo.
Pero con él, me quedo.
No hay palabras por unos segundos. Solo el zumbido distante de un grupo de turistas. Él no se mueve. Yo tampoco.
—¿Vienes siempre? —pregunta, sin mirar esta vez el reloj, sino el reflejo de mi figura en el cristal.
Su voz suena educada. Forzada. Como si las palabras le costaran.
Lo entiendo. A veces hablar es un esfuerzo que nadie ve.
—Sí —respondo, porque mentir es inútil.
—Se nota.
Me cruzo de brazos.
—¿Por qué?
—Tienes la mirada de alguien que ya lo ha visto todo… y sigue viniendo igual.
Lo miro. Por fin, de verdad.
No solo su ropa elegante, ni su postura perfecta.
Veo los ojos. Grises, sí. Pero no fríos.
Llenos de algo que no se nombra. Como una herida que aprendió a caminar.
—¿Y tú? —le pregunto—. No pareces del tipo que pasa los sábados mirando vitrinas.
Él suelta una sonrisa mínima. No burlona. Más bien… rendida.
—No lo soy. Pero hoy… necesitaba no estar en casa. Y este lugar… no pide nada a cambio.
Asiento. Lo entiendo más de lo que debería.
Ambos nos quedamos mirando el reloj antiguo.
—Pertenece a un conde del siglo XIX —dice, como si de pronto supiera todo sobre la vitrina—. Murió joven. Le dispararon en la entrada de su casa. Este reloj quedó en su bolsillo, detenido a la hora exacta de su muerte.
Lo dice como si leyera un guion, pero hay algo más detrás.
—¿Te sientes identificado con él? —pregunto sin pensar.
Me mira de golpe. La pregunta lo descoloca. No lo niega.
Tampoco responde.
—¿Y tú? —me lanza de vuelta—. ¿Cuál es tu vitrina?
Tomo aire.
—Todas. O ninguna. Aún no decido si soy una pieza en exhibición… o solo una sombra en el reflejo.
Nos miramos. Esta vez, sin máscaras.
No somos amigos.
No somos nada.
Solo dos extraños que, por un momento, dejaron de ocultarse.
—Soy Eliot —dice, sin extender la mano.
—Cyra.
—Nombre raro.
—Lo sé.
Y por primera vez en mucho tiempo, no me molesta que alguien lo diga.
#7195 en Novela romántica
#1774 en Chick lit
amor amor adolecente heridas y maltrato, llegaste tarde, no te enamores
Editado: 26.09.2025