No te enamores del profesor

Capitulo 2

El dolor de mi cabeza es lo primero que siento al despertar. Llevo una de mis manos dónde mi cabeza por el dolor que estoy sintiendo. Miró para ambos lados de mi alrededor, estoy en mi habitación. Las enormes cortinas tapan las ventanas, dejando todo oscuro — igual por qué la luz está apagada —.

Me levanté de mi cama con la poca fuerza que tengo, y por dios mi cuerpo me duele como el demonio. Me siento algo mareada, con ganas de vomitar...

Siento mis ojos pesados, con la jaqueca no ayuda. Me encaminó asía el baño de la habitación.

Dentro me miró al espejo. Y por favor, ¿Esto no puede ser peor? Mi pelo negro parece un nido de pájaros, tengo unas ligeras ojeras no muy notables, pero aún asi se llegan a notar. Mi piel esta más pálida de lo común, y hay baba seca que sele de mi boca asta mi menton.

« Estoy horrible » es lo primero que pienso, al verme al espejo con este apesto de mierda.

Me mojo la cara con la agua del grifo — esta fría —. Me quita la baba seca, pero las ojeras no se van, quiero llorar.

— ¿SCARLETT? — la voz de mi madre que viene fuera del baño me llama la atención.

— Estoy en el baño — levanto un poco mi voz, solo para que llegue a escucharme.

La puerta del baño se habré, dónde paso a mi madre, tan elegante como siempre, su pelo esta formado en un moño perfecto con uno mechones sueltos, que caen por su frente.

Sus ojos castaños, hacen contasto visual con los míos, lleva esa típica expresión de preocupación en su rostro. Quiero decir algo pero antes que lo pueda hacer, posa sus palmas en mis mejillas.

— ¿Esta bien? ¿Te duele algo? ¿Cuando despertaste? — su voz sale preocupada, mientras ase precion en mis mejillas.

Alejo sus manos de mis mejillas.

— Mamá, estoy bien... solo con un poco de dolor de cabeza.

— Llamaré al doctor Pablo...

— ¡No! — la interrumpo.

Ya me cansé de las vacunas de ese doctor. Con solo pensarlo me dan escalofríos.

— estoy bien.

— ¿Segura? Llevás inconsciente tres días — me acaricia con turnura mi mejilla.

¿¡Tres días!? ¿Tanto eh dormido? ¿Que me diablos me hiciste Taylor?

— ¿Y paso con Taylor?

— Eso es otro tema...— aleja su mano de mi mejilla — vuelve a la cama — ya es tarde.

« ¿Tarde? Si me acordé despertar »

— Recién me desperté.

— Son las once de la noche.

— ¿Q-que?

Me quedo con boca abierta y con los ojos parpadeosos.

Tanto eh dormido... Maldito ex mejor amiga. Espera ¡Carl!

— ¿Dónde está mi celular?

— ¿Para que lo necesitas?

— Necesito hablar con Carl... por fis — junto mis manos en forma de suplica.

— Mañana podrás hablar con el, ahora vuelve a la cama.

Quiero decir algo, pero ya me esta jalando del brazo en dirección a mi cama desordenada, por las arrugas que forman las sábanas.

— ¡No tengo sueño! — chilló.

— Te tendra que dar.

Quiero reclamar, pero no voy a ganar nada si lo hago, sus castigos de mamá siempre son muy duros, al manos papá es más tranquilo, aún que su mirada...me quita el alma.

A las malas me tuve que acostar, y mi madre solo me arropa con las sábanas. Es tierna pero mala...

Luego de arruparme, se dirige a la puerta dónde me da una ligera sonrisa, antes de salir dice;

— Descansa — sale de la habitación y sierra la puerta, dejandome completamente sola.

¡Ya quiero que sea mañana!

[•••]

En toda la noche, no pude serrar ni un ojo. Necesito si o si, hacer algo con Taylor, pero primero tengo que hablar con mis padres — ¿De por qué llevo inconsciente tres días seguidos? —. Luego hablar con Carl. A si se me olvidaba hablar con Luka, mi novio.

Y para mí suerte, ya estoy lista para ir al Instituto. Tengo puesta mís pantalón ajustados, con una blusa a juego, de mangas largas. Llevo el pelo suelto, en ondas ligeramente suaves.

Agarro mi mochila negra, y me la cuelgo en uno de mis hombros, y salgo fuera de mi habitación.

Bajo las escaleras de la mansión, asta el comedor donde se encuentra mis padres y mis dos hermanos — con gusto me voy si no fuera por qué, mi papá me dice que siempre me tengo que despedir antes de salir —.

Saludo a mi padre con un gesto de la mano, con una sonrisa nerviosa. Su mirada tan seria me mata por dentro. Es obvio que aún está enojado.

— H-hola papi...— valvuseo por mis nervios — me voy al instituto....e llevo mi auto.

Espero su respuesta, pero no obstengo ningúna, lo único que recibo son las dos caras burlonas de mis hermanos. Especialmente de Taner que se aguanta la risa.

Veo que tendre que hablar de nuevo. Y para hacerle peor no voy a poder preguntar nada, lo que pasó ase tres días.

— Me voy hiendo.

Giro sobre mis talentos. Con la esperanza que nada va a pasar pero...

— ¿Quien te dijo que hiras al instituto hoy? — la voz de mi padre ase que se me ponga la piel de gallina.

« ¿Cómo que no? »

Me detengo, y giro mi cabeza sobre mi hombro. El se pone de pie y se encamina en mi dirección.

« Mami ayudame. Quiero llorar »

Doy un giro para encarar a mi padre.

— Es jueves ¿no?

— ¿Como piensan ir a clases? Si estas expulsada por un mes.

La noticia me toma de golpe. Mis ojos se habrén de par en par. Nunca antes había cido expulsada...¡Taylor te quiero matar!

Estoy más que muerta, adiós a mis tarjetas de crédito, mi auto, mis compras con Camí — una de mis amigas más fieles que tengo —. Adiós a mi celular, adiós a mi vida de hija de papi... Ahora en verdad creo que voy a llorar.

— Papi...¿Estas enojado? — hablo en un hilo de voz.

— Por el siguiente mes vas a estudiar en casa. No quiero más problemas de ti Scarlett, ya tengo suficiente con todo esto.

— L-lo siento yo...

Quería decir más pero ya era tarde, mi papá me hizo a un lado y cruzo de largo. Intento procesar todo lo que está pasando. No puedo es mucho para mí. Dejo caer mi mochila de mi hombro al piso. Estoy destrozada... nunca debí de haberme metido con ella.



#6148 en Otros
#11315 en Novela romántica

En el texto hay: amor adolescente

Editado: 08.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.