—mmmm… —Layla cerraba los ojos de gusto, ella intento en el pasado replicar la receta, pero el guiso de la carne jamás le quedaba igual o la pasta, frustrándose en el proceso y olvidándose de ello.
—ya te tengo —murmuro Nico mirándola con una sonrisa seductora, Layla se atraganto en el proceso tomando un sorbo de agua sentada al lado en el sofá con Nico, sentada con los pies en el sofá apuntando a los pies al muslo del hombre.
Negó varias veces escuchando la leve risa de Nico.
—no, no me tienes —murmuro casi segura a lo que él levanto una ceja.
—ooh… te hare probar mi pasta —respondió con orgullo.
—ah ¿sí? —guiño su ojo y ella solo metió su cabeza en el plato de comida, comiendo el ultimo bocado.
—¿quieres más?
—yo iré… —le tomo de la rodilla y él se levantó yendo a buscar lo que había quedado. —sabes que solo fue mi brazo ¿verdad?
—¿sabes que solo quiero cuidar de ti? —Layla mordió su labio inferior tomando su vaso de agua hasta la última gota.
—aquí tiene señorita —Layla se sobresaltó en su sitio al sentir el aliento cálido de Nico sobre su hombro, tomo el plato de comida con timidez volviendo a apretarlo de un costado con sus muslos y el otro bajo sus pechos.
Tampoco eran tan grandes para entrar en el plato, pero ya se había manchado la camisa con la salsa del plato esperando que esa muestra de poca feminidad desilusionara a Nico, pero cada que lo miraba él se veía más encantado de verla comer.
—muchas gracias —le sonrió y volvió a comer, vio que Nico no se sentó de inmediato más escucho como la nevera se abría y su vaso de nuevo estaba lleno de agua, no se merecía estar recibiendo tanta atención, pero tampoco quería que parara.
—entonces…algo que tu corazón desee de cenar —Layla miro sorprendida a Nico mientras este se servía otra vez vino siendo esa la última copa.
—mmm… no lo se
—si lo sabes, tienes esa cara… —Layla arrugo la frente viendo como Nico parecía divertido. —esa carita de que algo paso por tu mente, dime —ella miro su plato terminando de comer con una leve sonrisa, noto como Nico se acercó muy rápido y sin posibilidades de huir solo dejo que el dedo de él limpiara la comisura de sus labios y su barbilla.
—pequeña desastre —inconscientemente el humedeció sus labios y ella mordió su labio inferior no dejándolo huir, conteniendo el aliento.
El acento de Niccolo en tono bajo era incluso más sexy que el de Enzo, lo que no ayudaba en nada a su corazón el cual se le olvidaba como latir.
—¿no vas a querer helado? —Layla negó levemente y Nico solo se rio. —eso es bueno…comiste demasiado. —hizo un puchero.
—no esperaba que cocinaras tan bien. —se quejó dejando el plato sobre la mesa plegable y tomando el agua mientras bajaba los pies del sofá.
—¿esperabas que cocinara mal? —Layla se encogió en su sitio sintiéndose regañada.
—no, no claro que no, solo —ambos se miraron y luego suspiro. —bien, soy quisquillosa con la comida.
—qué bueno que te gusto, ahora déjame recoger esto —sin esperar respuesta comenzó a recoger los platos y a lavarlos, Layla tomo su celular mirando a través de la cámara y tomando una foto enviándosela a su grupo de amigas en su país.
No tardo ni medio minuto en el que tenía más de veinte mensajes de una de sus amigas, pues gracias a las numerosas fotos que tenían del club de fans de Enzo y de Nico sabían de quien era la espalda.
D:AAAAAAAA
D: no puede ser!
D: mi hombre
D: Hoy he conocido la envidia.
M: yo también quiero uno de esos
S: quien te viera por un huequito
S: hoy he conocido la envidia x2
E: simplemente él
E: rezemos
Lila: tengo miedo
D: porque?!
D:que te hizo!?
D: llamen a la policía!
D: AAAAAAAA
Lila: no de eso, es…
Lila: es demasiado dulce
M: por un momento pensé que serian tus últimos mensajes
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Editado: 20.08.2024