No te esperaba

Capitulo 34

El resto de la tarde paso con tranquilidad, ambos sentados en el suelo con la espalda pegada a la cama y todas las almohadas y peluches esparcidos en el suelo, se quedaron mirando una película hasta que Layla inconscientemente recostó su cabeza en el hombro de Nico, este simplemente movió el brazo para dejarla aún más cerca de su pecho.

 

—si quieres… subimos a la cama —Layla negó varias veces.

 

—no.… no debo —las palabras murieron en su boca cuando bostezo. Nico se rio dejando un beso en la frente.

 

—Mejor descansa —Nico se movió ayudándola a subirse a la cama, mientras él se subía a su lado y la dejaba dormir en su pecho.

 

Acaricio sus cabellos hasta que Layla se quedó dormida en cuestión de minutos.

 

Nico solo miraba el rostro durmiente con los labios entre abiertos de Layla a su lado.

 

—¿qué me estás haciendo pequeña? —Layla solo se removió buscando comodidad, pero Nico la detuvo cuando esta quiso recostarse sobre su lado herido. —no… allí cariño… tu brazo —la mujer volvió a quejarse como un bebé y el dejo otro beso sobre su frente arrullándola.

 

No paso ni una hora cuando Layla comenzó a oler, abrir sus ojos de golpe solo para ver de nuevo la espalda ancha de Nico en la cocina, esta vez con su delantal puesto; tomo su celular mirando que ya eran las ocho.

 

Se levantó sin evitar quejarse.

 

—despertaste —Nico apenas se giró la cabeza, Layla con pereza coloco los pies sobre el suelo.

 

—¿Qué haces?

 

—La cena —Layla se acercó pegando su cabeza de la espalda de Nico casi inconscientemente, al darse cuenta de ello se alejó lo suficiente.

 

—hey ¿a dónde vas? —ella se froto los ojos negando varias veces. —sabes que no tengo nada en contra de que me abraces —Layla volvió a bostezar y esta vez estiro sus brazos hacia arriba sin esperar que Nico se acercaría lo suficiente has que sintió que sus dedos acariciaron los cabellos de este, bajo los brazos rápido quedando atrapada en el pecho de Nico.

 

Ambos se quedaron en silencio un momento, Layla lo miro con los ojos muy abiertos olvidando su adormecimiento.

 

—¿ya?

 

—si...si, ya. —intento apartarse, pero este la tenía entre sus brazos abrazándola. —voy… voy al baño. —hablo bajito y solo así Nico la soltó.

 

Escondiéndose en el baño durante un rato hasta que tomo el valor de salir y la cena estaba lista.

 

Pasaron el resto de la noche platicando de la vida cotidiana de Layla en el trabajo y repasando el hecho de como quedo su brazo y como la novia de su jefe le había golpeado sin razón.

 

—cuando vuelvas a ir, invítame.

 

—bien, pero seguro estarás ocupado en algún evento —le recordó con una sonrisa mientras lo apuntaba con una papa frita y se la llevaba a la boca

 

—si sabes que me puedo fugar ¿verdad? —Nico la imito y ella se rio intentando no pensarlo mucho, pero Nico lo vio en su cara.

 

Sabía lo mucho que Layla le escribía a Enzo cuando este salía a algún evento en la misma ciudad y ella solo quería pasar tiempo con él.

 

Enzo simplemente la ignoraba o le daba largas a la situación hasta que ella dejara de insistir o simplemente le respondía a la mañana siguiente.

 

—no tendrías…

 

—esa es mi elección, Lila. —El silencio reino en la habitación un momento hasta que ella solo cambio de tema.

 

Nico como en el almuerzo limpio todo y dejo la cocina incluso más limpia de lo que Layla podía imaginar.

 

—No tengo camas inflables así que…

 

—traeré una para la próxima—ambos se rieron y caminaron hasta la puerta, pero Nico se detuvo con la mano en la cerradura. —Lila…

 

—¿si?

 

—sé que está mal, pero ¿puedo pedirte algo? —el ritmo cardiaco de Layla se aceleró cuando vio el rostro de Nico.

 

—¿qué seria?

 

—puedes regalarme un beso —Nico la mirada suplicante, temiendo salir por la puerta y no regresar más.

 




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