—¿balas? —cuestiono Claus mirando al pequeño grupo de personas.
—las que necesite, jefe —Claus cargo a Layla, mientras Mateo iluminaba con una linterna la salida.
El lugar es rustico y húmedo, hacia más frio del normal y para Layla es insoportable, temblando sin parar en los brazos de Claus quien la tenía abrigada con su saco y con la gabardina inmensa de Mateo.
Caminaron cautelosos por el pasillo ya no tan estrecho, pero si oscuro de piedras, con solo el sonido de sus respiraciones y pequeños goteos continuos de los tubos oxidados en las esquinas ovaladas del techo iluminados muy poco por las luces amarillas de emergencia casi extintas y dos pequeñas linternas, una al frente con Mateo y la otra detrás con Lewis.
El pasillo es lo suficientemente largo que los lleva a las afueras del castillo directo al bosque. Claus mantenía la vista de vez en cuando en la mujer entre sus brazos, el cabello pegado a la frente por el sudor y los labios morados por el frio.
Al llegar al final las linternas se apagaron y con cuidado Mateo abrió la reja saliendo junto a dos hombres de la cocina armados intentando ver que no hubiera enemigos a la vista.
Mateo hizo una seña con la mano y el resto del grupo salió del túnel caminando entre los árboles.
Layla apenas abrió los ojos mirando el cielo nocturno y las hojas de los árboles.
—cla-claus… —no sabía porque le dolía la garganta, pero hasta el estómago quería devolver toda la comida.
—mantente despierta ¿sí? Ya vamos a llegar
—Vera… —Layla intento moverse en entre los fuertes brazos de Claus, pero no podía mover ni un musculo.
—¿quieres decirme algo? —ella se sujetó del cuello de hombre intentado buscar calor, el aire frio en su nariz le quema.
—fue Vera… —susurro con todo lo que podía, no quería morir sin que alguien pagara por lo que le paso a Cecilia.
El hombre lo pensó un momento y luego asintió caminando con el grupo hasta una zona abierta donde un auto esta camuflado con árboles caídos.
Todos subieron con precaución a la gran camioneta teniendo a Layla sentada sobre sus piernas intentando abrir ahora si el abrigo y darle su propio calor.
Abriéndose la camisa Layla se acurruco rápidamente en el pecho de Claus temblando hasta con la mandíbula apretada para no sonar sus dientes, Claus contuvo el querer gritar por lo frio que estaba el cuerpo de Layla, está seguro que no podría resistir mucho tiempo.
El auto condujo con cuidado con las luces apagas guiándose solamente con la luz de la luna hasta la carretera.
—tenemos compañía. —los faros de un auto venían desde atrás haciendo que Mateo acelerara lentamente, pero con la luz de la luna en la carretera es obvio que no podían ocultarse.
Los disparos llegaron repetidamente mientras que Lewis abria la ventana trasera disparando lo mejor que podía.
—¡mantente en línea! —Mateo intenta mantener el auto en el carril, pero los disparos iban dirigidos a los cristales y a la carrocería del auto. Pero estos rebotan un poco dejando marcas, gracias al blindado.
—intenta disparar a los neumáticos! —grita manteniendo la vista en la carretera mientras otro de los chicos le pasa una ametralladora a Lewis.
—¡oh que gran idea! ¿¡porque no lo haces tú, genio!? —grito con sarcasmo mientras volvía a disparar esta vez a las luces de del auto hasta que logro darle al motor y luego a al neumático haciendo que este se descarrilara rápido girando en el aire hasta chocar con un árbol a un costado de la carretera.
—mejor acelera todo lo que puedas, creo que tendremos compañía rápido. —le dio varios golpes al auto acelerando aún más, el resto del grupo mantenía la vista en la parte trasera hasta que a lo lejos lograron ver la zona abierta del aeropuerto privado.
—mantente despierta Lila, por mi… ¿sí? —la mujer apenas movía los dedos sobre el pecho de Claus intentando decirle que seguía allí. Este beso los cabellos en respuesta.
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Editado: 20.08.2024