—mmm —siguió tecleando frustrado hasta que el celular a su lado se ilumino la pantalla, por ocio miro un momento antes que esta se apagara solo para ver la notificación con un nombre familiar.
Tomo el celular acomodando su postura y peinando su cabello hacia atrás mirando las historias que tanto esperaba, para cualquiera son cosas random pero para él es el único momento en el día que podía alegrarle.
La descripción de “buenos días” acompañado de un video corto donde Layla se estiraba le hizo reír, tentado a resaltar el corazón en la esquina inferior detuvo su impulso recordándose así mismo que no debía, no desde ese perfil.
—¿algo nuevo? —pregunto una mujer mayor en el umbral de la puerta viendo a su compañero sonreírle a la pantalla.
—sip —dijo con simpleza apagando la pantalla y colocando el celular boca abajo. —¿necesitas algo? —la mujer lo miro un momento.
—quien sea esa mujer, hace que tu humor cambie —él no lo negaría, la sonrisa se extendió demasiado en su rostro.
—creo que lo necesitaras, ven —el hombre se levantó siguiendo en silencio a su compañera de trabajo hasta donde lo espera un gran perro obeso moviendo la cola.
—doctor D’Luca, ¿Cómo está? —el hombre se agacho hasta el can acariciándole la cabeza.
—muy bien, vamos dentro, veamos si ha estado siguiendo la dieta —ambos se fueron dentro con el perro siguiendo un andar lento.
Cuando terminaron la cita el hombre se fue un poco cabizbajo sosteniendo la correa de su perro.
—subió de nuevo —no fue pregunta, ambos solo asintieron viendo como el dueño del perro con dificultad subía al can al auto.
—no sé cómo quiere que ayude a su perro si él mismo no deja de consentirlo —parecía frustrado mientras se ajustaba los lentes.
—bueno, no se puede esperar mucho, es muy adorable —miraron como el perro saca la cabeza por la ventana del auto mientras esta avanza.
—por la salud de su compañero, espero que entienda —negó varias veces regresando a su escritorio.
—¿y ella? ¿Cuándo la presentaras? ¿es bonita? —Nico miro sorprendido a su compañera la cual ya se había tomado el atrevimiento de sentarse sobre su escritorio.
—emmm no creo que sea buen momento —se removió incomodo en su silla tomando su celular y volviendo a entrar en Instagram.
—¿Por qué? ¿no te corresponde? O… ¡Ay no! ¿aun ni te has acercado? ¿eres un acechador? —su compañera está sacándolo de quicio, pero a ese punto es normal así que solo se rio.
Ha estado teniendo una rutina tranquila, pero desde hace unos meses que supo por parte de Enzo que ella vendría, miro más de cerca el perfil de la chica, tenía su encanto, aunque si tenía sus dudas al ver la cantidad de fotos e incluso sabiendo por Enzo que esta no tenía los treinta años.
Les dobla la edad y Enzo parece muy tranquilo y confiado.
Al día siguiente en el evento se sentía ansioso, sus manos sudan y no entendía porque, él debe ser el menos ansioso, imito a Enzo olvidando el hecho de que ella llegaría al evento, hasta que la sonrisa de su compañero y la mirada en la lejanía supo que ella ya estaba allí, miro con rapidez hacia donde venía la chica sintiendo que el mundo a su alrededor se paralizaba.
Ella venia increíblemente arreglada, su cabello suelto mientras el viendo lo movía con elegancia, vestida con simples zapatillas blancas, falda roja floreada con una apertura en la pierna y una camisa de tirantes blanco.
Camino un poco rápido con una gran sonrisa en sus labios estirando sus manos hasta que Enzo hizo que su pequeño sueño se volviera realidad; el tiempo corrió rápido y allí estaban ellos, abrazados y dándose un beso.
Algo en su pecho dolió y no lo entendía, una cosa era ver las locuras de la chica en Instagram y otra es verla de frente y sin filtros, la chica si era hermosa y por sus ojos sabía que su todo acabaría mal.
—chicos, les presento a Layla —Enzo se acercó con el pecho hinchado de orgullo mientras la chica abrazaba su brazo con los dedos entrelazados.
—Ciao! —saludo tan tranquila y nerviosa, soltando la mano de Enzo mientras este la toma de la cintura donde la unión de la falda y la camisa se encuentran.
—Ciao bella, Enzo ci ha parlato molto di te —la chica se quedó un momento callada y luego miro a Enzo.
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Editado: 20.08.2024