—¿Por qué? —Gabrielle aun le sostenía la mirada, pero con lentitud miro a Layla de pies a cabeza y sonrió de medio lado, la mujer parecía calmada e inocente que no lo noto sino hasta ahora, ella estaba consciente de la mujer.
—Claus está ciego por Clarissa. —el hombre se giró mirando el jardín, encantado por la vista. —si no tienes cuidado y lo dejas pasar demasiado tiempo con ella
—sé que mi vida peligra —murmura levantando un poco el vestido para poder caminar sin chocar con el ruedo en sus tacones. —pero más la de Claus.
—es muy paranoico —Gabrielle casi se ríe mientras apoya su plato y copa casi vacía en el barandal de piedra.
—¿él te dijo algo sobre Emilia? —Gabrielle miro confundido a Layla.
—al pareces algo tiene que ver con su paranoia de que quieren matarlo. —a Gabrielle no le costó mucho unir los puntos soltando un fuerte suspiro.
—Emilia no es la mujer más inteligente del mundo, solo le importa una cosa.
—¿el dinero?
—y su propia vida —Layla miro al bosque tocando su collar con los dedos.
—¿Qué sabes? —pregunto con duda Gabrielle mirando a la mujer.
—Layla… —escucho un pequeño murmullo y se alejó de Gabrielle acercándose a Lewis.
Este le susurro que no debía fiarse del todo del hombre, Layla solo lo persuadió de que se calmara.
—y por cierto… ¿Dónde está Claus? —el hombre se quedó en silencio y bajo la mirada avergonzado antes de responder.
—biblioteca. —Layla lo entendió y su corazón se hundió, Clarissa debía estar con él.
—Cuñada.
—si Emilia no está detrás del ataque en la fiesta ¿Quién puede odiar lo suficiente a Claus como para arriesgarse y asesinar a tantas personas? —ambos se quedaron en silencio y Layla esperando que el diera con la misma conclusión que ella.
Una muy loca conclusión.
—¿no estarás —Gabrielle miro a Layla como si esta estuviera loca cuando sus cejas se levantaron.
—Vera no era capaz de mentirme, no cuando estaba por morir, tú lo dijiste, Emilia es otro títere, ¿Qué “hombre” poderoso quiere muerto a Claus que espera matarlo en cualquier oportunidad? —hizo comillas con los dedos en el aire de manera disimulada, pero Gabrielle se pasó la mano por la boca intentando creerlo.
—lo que intentas sugerir es una locura —miro al cielo intentando pensar con claridad con el frio de la noche.
—porque aparecería muchos años después ¿Cuál es su excusa? —y en eso Layla tenía razón, pensó Gabrielle, no sabía porque ahora aparecía Clarissa, pero también explicaba un poco el comportamiento de Emilia.
Siempre cerca de Claus pero de un momento para otro simplemente se alejó, luego Claus parecía estar bien con ellos pues la hallaba sofocante hasta que Layla apareció y Emilia volvió a intentar acercarse ¿celos de Layla? Ambas mujeres eran hermosas, tal vez pensar en el dinero que estaba perdiendo, pero eso no era como si Emilia no tuviera hombres a su alrededor pretendiéndola y cumpliéndole sus caprichos.
—nunca fuimos dos ¿sabes? —Layla se acercó tocando la fría piedra, manteniendo la distancia de Gabrielle —Éramos tres
—ese tercero… —Layla quiso saber esperando que nadie llegara a interrumpir, su ansiedad subía por su pecho queriendo explotar.
—no se arriesgaría… —lo pensó mejor Gabrielle.
Fueron muy unidos desde niños, ambos decidieron romper lazos de la mejor manera posible, pero no creía que él se arriesgaría a dañar a Claus.
—¿seguro?
—fue en la misma época en que Clarissa dejo a Claus —Layla sintió un latido irregular en su pecho.
—ellos…
—fue muy extraño todo… —Gabrielle le echo una mirada a Layla, dándole una sonrisa triste. —creo que hable demasiado.
—espe—
Se quedó con las palabras en la boca cuando Claus apareció tomado de la mano de la mujer rubia, con la poca luz se podía ver que los labios de Claus están ligeramente más rojos.
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Editado: 20.08.2024