Capitulo 122

—espera… espera Stefan —pero el hombre ya había quitado la cámara, no quería que Layla se diera cuenta.

—¿Qué sucede? —el silencio de Claus se volvió molesto y tortuoso para Stefan.

—en serio… lamento lo que paso —se escuchaba como el viejo Claus, pero no caería en esas mentiras de nuevo.

—pero no te disculparas por lo otro ¿verdad? —silencio de nuevo. —eso pensé, espero la siguiente vez que me llames tengas a tu Clarissa con un listo para mí. —el teléfono sonó advirtiendo que la llamada había terminado.

Todos miraron sorprendidos como Claus estrellaba el celular contra la pared.

—así tenga que buscarla al infierno, encontrare a esa mujer. —Mateo se mantuvo firme y Gabrielle no reconocía al hombre frente a él.

Había esperado mucho tiempo por ver a Claus con los ojos abiertos, pero no esperaba verlo completamente fuera de sí.

Los siguientes días todo el barrio bajo de Italia parecía un caos, todos buscaban a Clarissa y solo habían dado con que la mujer se había escondido bajo la falda de los federales.

Lo que hizo que Claus pausara la búsqueda, ahora estaban en un territorio que no parecía dar ningún fruto.

Nico dividió su vida entre Layla y su trabajo, sabía que Stefan Vasile no dejaría que Layla saliera de la ciudad y el con mucho esfuerzo podía entrar y salir. Layla seguía sintiéndose culpable de verlo entrar y salir, cada vez que él se iba por una o dos semanas tenía que regresar a casa de Stefan, bajo el cuidado de Kay.

Su memoria no parecía volver, pero las terapias estaban ayudándola a estar en paz con su pasado, sabía que Leonard le daba informes regulares de como avanzaba las terapias sin necesidad de involucrar demasiado los recuerdos perdidos.

Stefan sabia en que paro la investigación de Clarissa y no sabía si reírse o llorar por la decisión de Claus de pausar la búsqueda de su ex prometida.

—entonces… uno, dos, tres —tomo una tarjeta mirando lo que esta dictaba y haciendo una mueca, sin decir nada Layla sabía que eran malas noticias, tomo de nuevo su ficha y fue directo a la cárcel, Layla no pudo evitar reírse fuerte mientras estaba sentada en el suelo. —¿te vas a reír? —pero la mujer no respondió, simplemente siguió riéndose y parecía que no tendría fin, Stefan no pudo más que dejar que la mujer se tirara al suelo y siguiera riéndose y limpiándose las lágrimas.

—lo-lo si…si..eeeeen…to… —Layla intento sentarse pero solo ver la cara de Stefan comenzó a reírse de nuevo.

Kay a su lado miraba con preocupación a la mujer quien sostenía su estómago.

Se detuvo poco a poco limpiándose las lágrimas y tratando de no volver a reírse, solo se masajeaba las mejillas.

—au, me duelen… de tanto reír —se aplasto y masajeo las mejillas para luego estirarlas.

—eso te pasa por burlarte de mí —le regaño y Layla intento hacer un puchero, pero su sonrisa no se iba.

—no de ti… de tu cara —se defendió, y fui sincera, la expresión de derrota de Stefan era graciosa.

—este juego me odia —murmuro por lo bajo tomando de su vaso de wisky.

—tranquilo, siempre habrá una mejor mano —Layla lanzo los dados y avanzo tomando la tarjeta de Stefan y dándole el dinero falso. —ten, te libero de tu sufrimiento. —el hombre miro con incredulidad a la mujer y lo hizo, tomo el dinero y salió de la casilla retrocediendo.

—fuéramos jugado twister —se quejó bajo Stefan y Layla simplemente negó varias veces.

—acabaría con tu trasero en mi casa, nooo gracias, paso —Stefan tiro los dados y se rio levemente tomando la tarjeta, esta vez fue una buena, Layla lo supo por su cambio de postura.

—¿Señor? —interrumpió Frey viendo el extraño lio que tenía su jefe junto a Layla en el suelo de la sala.

Bebidas, estos de pizza, dulces, Kay y Rea viendo lo que esos dos estaban haciendo sobre la pequeña mesa de madera sentados en el suelo.

—que sucede Frey, me harás perder

—tal vez te traiga suerte —Layla murmuro, pero vio que Stefan estaba intentando hacer trampa al lanzar con los dados.

Frey estaba intentando salir del shock.