Nota: este cap es +18
—eres un mentiroso! ¡Un embustero! —Layla no paraba de tirarle todos los peluches que encontraba a su paso.
—pero…pero amor, cálmate —Nico solo podía levantar las manos y evitar que los peluches lo golpearan.
—¡no me calmo! Noooo señor cuarentón! —dramatizo lanzándose sobre el cuello de Nico haciéndolo caer a la cama, comenzó a dejar besos en todo el rostro del hombre, mientras las manos de Nico dieron una fuerte nalgada en ambos glúteos haciendo que Layla se alejara de su boca sorprendida.
—oooh, usted señor… —él siguió con los besos, amasando el trasero de la mujer sobre, metiendo sus manos dentro de la camiseta hasta levantarla a la mitad del torso. —¿quieres esto? —termino por sentarse con los labios hinchados, sacando la camiseta rápidamente tirándola al suelo al mismo tiempo que Nico también se la quitaba.
Layla salto sobre el bulto en su trasero a lo que Nico coloco sus manos en la cintura acomodando mejor la posición de ella en su entrepierna —justo así… —murmuro Nico cuando la cintura de Layla comenzó a moverse en círculos, subiendo con cuidado recorriendo las pequeñas heridas y tatuajes en su cuerpo hasta tomar los pechos amasándolos con la misma lentitud que ella se movía.
—Nick… —susurro excitada, descendiendo sus manos desde las muñecas de Nico para luego subir arrastrando las uñas, moviendo las caderas el un ritmo diferente sintiendo la desesperación en su pareja cuando este apretó sus pezones.
—ven aquí —en un movimiento rápido Layla soltó un gritito dejando escapar una risa al notarse ahora entre la cama y Niccolo quien comenzó a besar su cuello bajando sus manos al pequeño short, tirando de este dejando las piernas de Layla en su hombro durante un momento en los cuales miro directo a los ojos de la chica dejando una nalgada.
—au! ¿Por qué? —pregunto haciéndose la víctima.
—mira como dejaste la habitación… —regaño muy sobreactuado Nico dejando otra nalgada un poco más fuerte.
—es tu culpa! —se defendió.
—¿mia? —elevo una ceja incrédula.
—si, por ser tan lindo —Nico no pudo evitar reír y comenzó a asentir bajando los muslos de Layla quitándose sus propios pantalones.
—te mostrare lo que puede hacer este lindo —Nico gracias a Layla estaba aprendiendo más español del que debía y ahora podía entenderle mucho mejor lo que significaba cada palabra para ella, la mayoría eran malas palabras.
—muéstrame —acomodándose mejor en medio de la cama king, abrió las piernas dejando a Nico ir directo entre ellas mirando como la impaciencia se reflejaban en los ojos de su novia.
Estaba por quejarse cuando los labios de Nico besaron separando estos como si fuera la boca de Layla, metiendo la lengua entre los pliegues limpiando la humedad que parecía no tener fin mientras las manos de Layla se hundían en su cabello peinando su cuero cabelludo hasta luego tirar de este sin poder controlar el temblor en sus piernas mientras iba más y más hondo dentro de ella dejando entrar uno de sus dedos escuchando los gemidos de Layla en toda la habitación, acaricio y apretó un muslo alejando su boca de ella, mordiendo la piel interna del muslo, justo cuando su mano dejo que otro dedo se uniera dentro de las paredes apretadas de su vagina encontrándose con el suave bulto que la hizo cerrar sus piernas y apretar el rostro de Nico, este apenas se alejó cuando pudo moviendo su dedo índice y medio dentro de la vagina volviendo a hundir su boca sobre el clítoris chupando con cuidad escuchando los grititos y maldiciones de Layla en español junto a su nombre.
—no... pa-paaa…para! Papi! Para! ¡No! —el lloriqueo de Layla solo motivo más a Nico hasta que sus gemidos se volvieron más frecuentes, sosteniendo los cabellos de Nico mojando el rostro de este con sus fluidos.
La visión de Layla era todo en negro con pequeñas estrellas, no podía decir ninguna palabra excepto respirar.
Nico aprovecho el cuerpo relajado de Layla quien temblaba ligeramente.
—estas bien linda? —pero Layla aún no respondía apenas y movió su cabeza en afirmación. —entonces déjame seguir ¿sí? —los ojos cafés miraron directamente los ojos claros de Nico mientras sus rodillas son flexionadas, subiendo los tobillos a su hombro, metiendo lentamente su miembro erecto dentro de las paredes vaginales aun contrayéndose, escuchando un quejido bajo de los labios de Layla.
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Editado: 20.08.2024