—¡bien! Pensé que no llegarían —hablo la mujer un poco decepcionada abrazando a Nico y luego a Layla. —es mucho más hermosa en persona! —Layla solo sonrió y miro a Nico un poco avergonzada.
—Muchas gracias —la mujer le sostuvo la mano examinando a Layla de pies a cabeza, Layla de la misma manera se inspeccionaba la ropa, esperando que no tuviera arrugas.
—ni que lo digas, solo digo la verdad, soy Miriam compañera de trabajo de Nico —apretó ligeramente la mano de Layla y esta correspondió al apretón de igual manera. —y este es mi esposo, Marco. —el hombre solo sonrió a la distancia a Layla y le dio un apretón de manos a Nico a quien ya conocía.
—mejor vamos a comer —todos entraron al restaurante donde cada uno tomo asientos con sus respectivas parejas a su lado.
El lugar elegante hizo que Layla entrara en estado de ansiedad, eran pocas las veces en las que comía con Claus o incluso Stefan lo hacía tan informal que se sentía mal por hacerlo pues miraba como los hombres cortaban tan elegantemente la comida que la hacían sentir peor.
Con Claus al menos logro sentirse cómoda esperando que así el hombre se desinteresara, pero con Stefan si lograba sentirse fuera de lugar, el hombre nunca le prestaba atención y eso aligero el malestar y ahora con Nico, es su segunda cita y por una vez comieron pizza y no tenía que usar más que sus manos. Ahora de nuevo estaba allí en una mesa con personas mirándola.
Nico la ayudo con la carta pidiendo exactamente lo mismo, pasta.
Cuando terminaron la primera ronda llego el postre y Nico no tuvo que mirar dos veces la carta para pedirle un trozo de pastel con demasiado chocolate a Layla.
—bueno Lila, puedo llamarte así ¿verdad? —Layla solo asintió tomando un trago de su copa de agua. —bueno, solo quiero agradecerte —la miro confundida. —es que no le conocía a Niccolo novia y por sus caras pensé que ya se había resignado —Nico bajo la mirada avergonzado mientras Layla colocaba su mano sobre el muslo de Nico.
—¿en serio? —la mujer asintió.
—si!, este aquí donde lo ves, cada que le escribes parece un adolescente —todos en la mesa comenzaron a reírse.
—no tenías que sacar mis trapos al aire —se rio luego de ver como Layla lo miraba con una ceja levantada.
—bueno… estoy haciendo un buen trabajo. —Nico no soporto y dejo un beso en la cien de Layla y luego en la mejilla bajando hasta los labios de ella.
—¿no son tan lindos? —murmuro Miriam a su esposo quien solo se reía.
—escuche que tienes treinta? —Layla miro a Marco quien la observaba atento, ella solo asintió.
—sip, treinta y uno en realidad —confeso en tono bajo.
—vaya... te vez mucho más joven —Marco se veía sorprendido.
Estaba por preguntar alguna otra cosa cuando el mesero llego con los postres de todos.
Miriam no paraba de hablar sobre las consultas más extrañas que había tenido en la clínica mientras Layla la escuchaba con atención, mientras que Marco se veía pensativo al mirar a Layla.
—¿y tú historia del año? —cuestiono Nico a Marco.
—¿eh? —Layla miro confundida a Nico y luego a Miriam para acabar viendo a Marco.
—soy dentista —respondió el hombre ante la confusión de Layla, la mujer abrió los ojos en compresión.
—bueno una paciente que llego con un dolor en la muela, cuando le pedí los exámenes para poder colocarle la anestesia local que quería, vi que estaba embarazada, tuvimos una fuerte diferencia de opiniones y le dije que no quería poner en riesgo al bebé —Layla miro atenta al hombre asintiendo.
—vaya… ¿no podías usar otro tipo? —el hombre negó.
—justo era alérgica a los otros medicamentos, la remití con un colega ya que se comenzó a colocar un poco loca —todos comenzaron a reírse. —eso me recuerda… luces como una mujer embarazada. —entrecerró los ojos mirando a Layla quien luego miro a Nico sonriendo y subiendo el color a sus mejillas y orejas.
Toda la mesa quedo en silencio un largo rato hasta que Nico asintió.
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Editado: 20.08.2024