—Layla Ortiz… aceptas a Niccolo D’Luca como tu compañero y esposo hasta que la muerte los separe? —Layla asintió mordiendo levemente el labio inferior.
—sí, acepto —los gritos de alegría de sus amigos allí la hicieron reír, estaba nerviosa.
—tu Niccolo D’Luca, aceptas como tu compañera y esposa hasta que la muerte los separe? —Nico no dejaba de mirar a Layla a los ojos quien tenía la mirada cristalizada y no paraba de morder levemente su labio inferior y sostener ese pequeño ramo en sus manos.
—sí, acepto —pequeños gritos de victoria escaparon de los amigos de Nico.
—entonces… ¿los anillos? —Pier se acercó con entusiasmo arrodillándose y ofreciendo la caja abierta, donde Nico tomo el anillo pequeño colocándolo en el dedo de Layla y ella a su vez tambien tomo el anillo más grande colocándolo en el dedo anular, el juez con una sonrisa que no llego a sus ojos carraspeo para seguir hablando —…con el poder que me ha dado la región y el estado civil los declaro marido y mujer —Nico no espero a que el hombre terminara de hablar y beso los labios de Layla ganándose un severo puñado de arroz que no se esperó.
Ambos se separaron riéndose.
Colocaron sus firmas en el libro y Nico tomo en brazos a Layla llevándola hacia un costado de la casa donde estaba un auto esperándolos.
Era el jeep que estaba decorado con algunas flores y un cartel de “recién casados”, Layla lo miro confundido hasta que este le abrió la puerta del piloto y le entrego unas llaves, ella solo miro las llaves y luego a Nico.
—es tuyo. —Layla abrió los ojos sorprendido, pero tomo las llaves.
—si sabes que no se manejar? —Nico solo se rio y asintió, eso solo le hizo recordar la única vez que manejo.
Miro las llaves un momento viendo en cámara rápida el momento exacto de aquel día.
Un auto rápido, disparos, la quemadura en su mano, y luego una explosión.
Se sobresaltó regresando al presente apretando las llaves, Iván había abierto un tubo de humo de colores manchando a Nico de rosa.
—aaww, será niña —grito Pier, y todos comenzaron a reírse de la situación mientras Nico se intentaba quitar el polvo rosa del cabello.
—pensé que era de confeti, perdón —dijo Micael mientras su novia no paraba de reírse grabando la situación, lo que dejo preocupados a todos fue como Layla se mantenía es silencio.
—¿estás bien? —fue entonces que Layla se dio cuenta de su actitud y solo sonrió asintiendo.
—no… no esperaba que mi esposo me regalara el jeep que tanto quería —Nico solo la miro con una gran sonrisa, le quito las llaves.
—yo conduzco —Layla asintió levantando el vestido para dar la vuelta hasta el lado del copiloto, siendo grabada por la novia de Micael y su cámara.
—eso!! Lindas zapatillas —la mujer lo decía con honestidad, grabando y enfocando las zapatillas y a una Layla un tanto coqueta quien le lanzaba un beso a la cámara.
Subió viendo a Nico avanzar con el auto y la cámara detrás de ellos, que tenía colgada en la parte de atrás otra pancarta de “recién casados”.
Los vecinos los saludaron dándoles las felicitaciones, a lo lejos, Layla solo tiro el ramo y una niña de unos ocho años lo tomo mostrándoselo a su madre.
Siguieron conduciendo mientras Layla miraba el camino.
—¿A dónde vamos? —dijo con una gran sonrisa acomodando su cabello despeinado por la brisa.
—pues… te mentí… si tendremos noche de bodas —Layla se mostró emocionada colocándose el cinturón de seguridad.
La noticia del casamiento de Niccolo D’Luca y Layla Ortiz fue publicado en las historias de tres personas y quien las miro entro en cólera al ver el pequeño beso compartido por la pareja recién casada.
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Editado: 20.08.2024