—esto… esto es muy vergonzoso —la mujer se sentó en la silla del aula mientras Stefan se sentaba sobre la mesa con calma, Layla se había quedado dentro del aula, ella tambien quería golpear a la mujer, mientras que Claus y Alma se habían ido a ver a Tabitha quien seguía en enfermería con las lesiones en su rostro.
El resto de los niños junto a Leo, Stefan mando a dejarlos en la oficina del director mientras llegaban los padres de cada uno.
—¿Qué parte? ¿Cómo educa a su hijo? ¿o que este escuche los cotilleos de su madre? —la mujer avergonzada bajo la mirada, esperaba que su esposo hablara para defender a su hijo, pero el hombre sudaba demasiado por el terror que le tenía al hombre.
—Sr. Vasile…
—tiene un minuto para explicarse porque hizo lo que hizo o tendré que encargarme de esto —ambos padres miraron con horror la situación y a la única mujer que caminaba de un lugar a otro como una fiera enjaulada.
—¿Qué? Pero fue mi hijo quie…
—su hijo y la mitad de la clase. —le recordó Layla apretando la mandíbula.
Ella quería evitar el bullying en las niñas cuando crecieran por ello solo les enseño varios trucos por si algo pasaba ellas se pudieran defender solas, no esperaba que Tabitha le rompiera la nariz, pero se sentía orgullosa de ello, aunque a la pequeña le hubiera costado varios golpes.
—Sra. Salvatore —le dijo en tono de advertencia Stefan haciendo que Layla solo se enojara más.
—no, Sr. Vasile, estos energúmenos de padres no saben educar a un niño ¿Por qué se multiplica la gente imbécil? —dijo de manera despectiva haciendo que la mujer rubia elevara una ceja con incredulidad.
—¿disculpa? —el tono ofendido la mujer poniendo una mano en su pecho.
—no te disculpo, tu hijo golpeo a mi sobrina solo para que fueran a un lugar inseguro. —la señalo con el dedo acusatoriamente haciendo que la mujer se levantara de la silla.
—¿entonces fue quien le enseño a que todo se resuelve con golpes? —grito la mujer acusando y mirando con desprecio a Layla.
—¿y fue su esposo quien le enseño a su hijo a golpear mujeres? —La mujer abrió los ojos casi al punto de salirse.
—¿¡Cómo te atreves?! —grito dando un paso adelante, Stefan se bajó de la mesa, bloqueando el paso de Layla quien estaba acercándose lentamente.
—¡¿usted cómo se atreve?! —Layla se acercó un poco rápido viendo como Stefan le bloqueaba el paso.
—¡Elizabeth! —le grito en tono de advertencia mirando a la mujer a los ojos, pero esta lo miro solo un momento mientras las manos del hombre la tomaban de los brazos.
—¡déjame! ¡Yo le voy a hacer un favor en dejarla calva! —advirtió en un grito haciendo que el esposo gordo tomara a su mujer cubriéndola.
—¿controle a su amante? —grito casi sin pensar el hombre al ver la actitud de ambos, era obvio los rumores que se esparcían en la empresa, Davida solía visitar al hombre en el trabajo y esta era vista por todos los empleados como la hija del dueño pues ambos tenían los ojos verdes, además que Layla había sido vista demasiado cerca de Stefan y a pesar de que la prensa se mantenía callada y el hombre se llamaba así mismo “casado con su trabajo”, era obvio para quien tuviera ojos que algo había pasado allí.
—¿Qué? No, ahora si suéltame —intento zafarse del agarre de Stefan, pero este la alejo cargándola, viendo como los padres entraban por grupo al aula viendo la escena.
Layla se calmó, pero se había atado el cabello con la pinza.
Cuando todos los padres se sentaron en las sillas sin saber que hacer algunos reconocieron al hombre parado hasta el frente del aula.
—bien, ya que están todos —la maestra y el director entraron al último quedándose de pie al lado de Stefan. —Mi nombre es Stefan Vasile y para los que no me conocen, manejo la ciudad —todos estallaron en murmullos, todos conocían ese nombre mas no se imaginaban que alguien como el vistieran tan sencillo con un pantalón cargo y una camisa manga larga arremangada a los codos.
El hombre se veía como alguien que se ejercitaba, los brazos muy marcados en la camisa.
—¿y… por qué nos reunió hoy? —pregunto un representante levantando la mano
—esa es una buena pregunta —dijo con una sonrisa tensa. —como saben, hay varias instituciones que ayudo de manera directa e indirectamente y esta… es una que ayudo directamente y… hubo un incidente hace unas semanas atrás sobre un hombre que el hijo de estas personas aquí vio —señalo a los padres de Leo y todos los ojos cayeron sobre ellos haciendo que se vieran visiblemente incomodos.
—¿y eso que tiene que ver? —hablo una madre que estaba sentada hasta el frente.
—mi… mi hijo dijo que solo había dicho eso por un juego —dijo un hombre hasta el fondo haciendo que los demás murmuraran.
—sip, tambien a mis oídos llego la misma información y tenía que verificarlo —Stefan se metió las manos a los bolsillos.
—¿Por qué? —pregunto la misma mujer al frente siendo apoyada por los murmullos de otras madres.
—porque justo esos días hombres armados entraron a las fronteras de la ciudad justo en dirección aquí —los padres alarmados comenzaron a hablar todos al mismo tiempo y basto solo una mirada de Stefan para que el director interviniera.
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Editado: 20.08.2024