—fue extraño que no dijera nada —Layla caminaba con sus pies descalzos por la fría arena.
—bueno, si se lo hubiera pedido yo nos pone horario de regreso —Layla se rio mirando a Claus tenso mientras caminaba a su lado.
—esto… te incomoda? —el hombre de ojos dispares la miro directamente a los ojos, con la poca luz de los faroles lejanos apenas la luz dibujaba sus siluetas.
Su ojo gris se veía plateado y Layla solo tenia una referencia de cuando eso pasaba.
—no, para nada —se cruzo de brazos mientras se acercaba echando toda la cabeza hacia atrás.
—Claus… te amo —lo dijo tan simple y claro que el hombre solo pestañeo dos veces antes de siquiera procesar esas palabras.
—Layla…
—te amo idiota… asi de conflictivo, gruñon… te amo —Claus miro los ojos castaños de Layla, el nerviosismo cruzando esos ojos cafes lo hizo soltar un suspiro.
—se que… no esperabas esas palabras, pero… lo he pensado toda la tarde… todo este tiempo que has estado allí —se alejo, pero Claus comenzó a caminar detrás de ella hasta la orilla del mar sin tocar aun el agua.
—Lila… —la mujer tomo asiento en la arena escuchando las pequeñas olas romper a sus pies.
—cuando recuperé la memoria me sentí en conflicto, porque… queria egoístamente quedarme con los dos —Claus tomo asiento a su lado mirando confundido el rostro de la mujer. —pero tenia miedo, tu me dabas miedo —sus ojos cafes miraron el rostro y cejas fruncidas de Claus.
—¿Qué?
—me daba miedo todo de ti, queria huir, pero tambien quedarme, mi instinto de supervivencia me decía que no podía quedarme y cuando me traicionaste fue la decisión mas contundente, tenia que irme —Claus sentia su corazón arder en su pecho. —cuando supe lo del embarazo… me llene de miedo, aun sabiendo todo lo que hiciste por mi, seguía con miedo, pero te queria —le tomo de la mejilla sintiendo sus lagrimas correr por las mejillas. —pero no podía pensar solo en mi, el bebé necesitaba un lugar seguro y tambien queria a Nick —Claus solo cerro los ojos. —y él tal vez lo sabia.
—Lila… ¿Qué estas…
—te estoy confesando que egoístamente te queria… aunque temia lo que tenias a tu alrededor, te queria. —Layla se puso de rodillas y lo beso en los labios, Claus la miro confundido.
—te dire lo que le dije a Nick cuando estábamos en la playa —Claus miro confundido a la mujer que lo tomo de las mejillas. —yo, Layla, te amare, te sere fiel pase lo que pase, no por miedo, no por conformidad, tal vez mi amor no es como el de otros, pero te aseguro que es real —Claus la seguía mirando viendo de ves en cuando sus labios moverse, la sujeto de la cintura aun conmocionado, el ardor en su pecho se volvio una flama que no se apagaba.
—Lila… te amo —la mujer asintió limpiándose con una mano las mejillas y los ojos.
—tambien te amo —ambos comenzaron a besar se tan duro que los pequeños gemidos de Layla fueron consumidos por los gruñidos de Claus quien apretaba la piel de Layla, levantando el vestido de esta tocando mas directamente la piel, haciéndola sentarse sobre el regazo.
Las olas del mar se agitaron un al romperse en la orilla haciendo que Claus dejara recostada sobre la arena a la mujer que no dejaba de mirarlo.
—sere… un buen padre… un buen esposo… y
—tendras que esforzarte el doble —Claus asintió bajando los tirantes del vestido de Layla.
—lo se…
—no creo que no me explique… —medito sus palabras viendo a Claus besar su piel. —será el triple entonces —Claus solo hizo un sonido de afirmación sin prestarle atención a las palabras de Layla.
No era la primera vez que lo hacían, pero sin duda hace un mes que el hombre le decía lo bien que se veía, habia ganado algo de peso y pensando que era el echo del estrés acumulado lo que la hacia tener comelonas nocturnas.
Se descubrió asi misma comiendo excesivamente cereras con crema, luego de ir por el segundo vol de cerezas se percato.
Ella odiaba las cerezas y los pepinos, pero hacia dos días que la ensalada con pepino le parecía algo de los dioses.
Con sorpresa en los ojos presto atención a su ciclo menstrual irregual y a pesar de sus irregularidades, tenia ya dos semanas de retraso, su periodo podía retrasarse una semana, pero jamas dos, se recordó asi misma como Claus al igual que Nicco en su momento no le quitaba las manos de encima ni siquiera un beso dejaba pasar.
El test lo confirmo a la mañana siguiente, pero prefirió ocultarlo, difícilmente Stefan lo supiera, fue a comprarlo de manera clandestina.
Pero tenia que decírselo al hombre que estaba llevándola al cielo en ese momento con su boca entre sus piernas. Se tenia que esforzar el triple, por Dav, por Tabi y por el niño dentro de ella.
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Editado: 20.08.2024