—no es que…
—lo entiendo, a mi tambien me sorprendio cuando lo dijo —Gabrielle asintió despacio recargando espalda en la silla.
—¿Por qué? —pregunto Davida con curiosidad, ambos adultos se miraron y luego a las niñas.
—bueno… —el hombre no sabia si decirlo o no, pero ver la cara de Layla supo que no le tocaba contar esa parte de la historia.
—tu papá… se llama Niccolo —La niña asintió prestando atención.
—es como una variante de Nick y Claus… a veces no entiendo su retorcido sentido del humor. —Layla se giro lentamente mirándolo con seriedad
—¿perdon? —ella tampoco lo admitiría, pero sonaba mucho asi, pero se notaba que Claus lo habia estado pensando mucho.
—no me mal entiendas —levanto las manos en defensa. —pero hubiera creido que eso lo harias tu. —Layla tomo una honda respiración y conto hasta diez.
—si quieres saber mas preguntale a Claus —Layla se cruzo de brazos y el hombre intento no verse incomodo, Claus se lo advirtió Layla era mucho mas volátil estando embarazada.
—lo siento… no es un mal nombre solo que…
—lo entiendo, mejor no sigamos con el tema —Gabrielle asintió y se comio su helado en silencio al igual que Layla, las niñas solo se miraron la una a la otra y Tabitha se encogio de hombros.
Los temas de adulto la confundían asi que deboro su helado hasta que su cerebro ce congelo, tomo la mano de tu tio mientras Tabitha tomaba la otra y lo guiaban a la tienda de ropa de niñas.
Gabrielle las solto de la mano y las niñas corrieron a los vestidos tocándolos.
—tio, tio, este es bonito!
—pero no es para una boda —Davida hizo puchero, pero Gabrielle le pellizco la mejilla. —toma lo que quieras… —Davida corrió animada con el vestido en su mano para enseñárselo a Layla, mientras Tabitha miraba un vestido violeta. —tu tambien cariño. —Tabitha sonrio y tomo el vestido sin remordimientos.
—mami mira! —ambas se quedaron mirando y el rostro de Tabitha comenzó a volverse rojo de la vergüenza.
—hey amor, ¿Qué pasa? —Layla se habia sentado en un comodo sofá viendo a Davida mirar repetidas veces a Tabitha y luego a ella, la pequeña se sentia fuera de lugar.
—te… llame mami y… mi mami —estaba a punto de llorar, pero Layla la tomo de la mano y la acerco a ella abranzandola como podía desde su costado.
—si quieres llamarme mamá esta bien… —la pequeña levanto la mirada con ojos cristalizados y abrazo a Layla con fuerza haciendo que esta le dijara muchos besos en sus cabellos.
—no importa lo que digan los demás, te he cambiado los pañales desde que eras una bebé, eres mi hija y asi será simpre ¿vale? —la pequeña asintió despacio.
contuvo las ganas de llorar mientras Davida también la abrazaba.
—ahora ya no eres mi mejor amiga, eres mi hermanita —ambas niñas se abrazaron mientras Layla las miraba y de limpiaba los ojos de las lágrimas que querían salir.
—ahora... vayan, escojan los vestidos que quieran como les dijo el tío—ambas niñas asintieron y se tomaron de la mano para irse a los vestidores con una mujer amable detrás de ellas.
—... entonces... Stefan?—pregunto con duda Gabrielle.
—el acepto ser el padre de Tabitha, pero mientras se adapta a ello sigue siendo mi responsabilidad... Luna lo quería así —Gabrielle asintió con el ceño fruncido, sabía por Stefan sobre la adopción de Tabitha, pero no como se estaba manejando la situación.
Las niñas siguieron probando se vestidos y zapatos hasta que se cansaron, el asistente de Gabrielle llegó para llevarse las cosas a la casa, en todo en camino las niñas no dejaron hablar y llamarse entre ellas "hermanas".
Cuando llegaron dentro ambos hombres se sorprendieron, pero no podían intervenir.
Layla explico con calma sobre lo que había sucedido incluyendo el nombre de uno de sus gemelos con Gabrielle, este no sabía dónde meter la cara cuando Claus le llamo aparte para "hablar".
#353 en Joven Adulto
#4987 en Novela romántica
destino o casualidad, destino romance y amor, mafia amor tragedia
Editado: 20.08.2024