—¡papi! ¡Papi! —Claus vio como venía Tabitha con el rostro contrariado en pánico, su corazón dio un vuelco rápidamente.
—¿Qué paso? ¿Dónde está lila? —la tomo en sus brazos intentando calmarla mientras las personas alrededor miraron curiosas.
—en los baños… un señor esta allá con ellas… la llamo por su nombre —Claus apenas podía entender las palabras de la niña en griego y con una seña uno de sus ayudantes que estaba vestido de civil se quedó con la pequeña, Tabitha miro al hombre un momento antes de reconocerlo y quedarse tranquila.
Claus corrió hacia donde estaban los baños, furioso, no tenía armas, pero seguro que el otro tampoco tenía, todo porque Layla no quería que en un descuido se le cayera o alguien se la quitara.
Cuando giro en el pasillo vio de quien se trataba, sus cejas se fruncieron viendo al hombre que le impedía seguir su camino a Layla y Davida estaba detrás de Layla, mientras esta abrazaba a la pequeña Maggie quien solo miraba al hombre sin entender que sucedía.
—¿tienes las bolas de decirme que es mi culpa? Ya sabía que no tenías ni un poco de humildad —le cuestiono con ironía, después de todo ese tiempo ahora resulta que la disolución del grupo había sido su culpa.
—Papi!! —ante esas palabras Enzo se giró ilusionado ¿su amigo tampoco había muerto? Pero para su sorpresa vio a la pequeña corriendo hacia un hombre mucho más alto que el, casi parecía un oso en dos patas, pero lo sorprendente de esto eran los ojos de colores diferentes, lo miraban directamente, con rencor.
—¿Qué está pasando aquí? —su voz gruesa hizo eco en el pasillo silencioso haciendo que algunas mujeres que estaban en el baño salieran.
—¿papá? —dijo en tono bajo la chica que había estado hablando con Layla hacia un momento dentro del baño a la cual Maggie se giró a mirar y sonrió.
—yo… ¿te casaste con él? Vaya, no perdiste tiempo. —se burló haciendo que Layla abriera los ojos, bajo a Maggie dejándola pegada a la pared y le hizo seña de que fuera hacia Claus y esta lo dudo un momento antes de caminar a pasos torpes, pero firmes hacia Claus.
El sonido de la cachetada resonó por el pasillo haciendo que la mujer que salió del baño se pusiera al lado de Enzo. Este tenía la mejilla roja por el golpe.
—¿tu? No tienes derecho a juzgarme, mujeriego de mierda. —el rencor resurgió dentro de ella.
—¿Cómo porque le hablas así a mi padre? —defendió la mujer viendo a Layla con recelo, pero ella solo miro sorprendida a la chica, había visto fotos de ella de adolescente y ahora entendía porque en el baño se le hizo familiar su rostro, era la hija de Enzo.
—Lo digo con demasiada base y razón, tu padre no tiene por qué juzgarme. —lo apunto con su dedo índice mientras por sus venas corría la ira ¿acaso era una broma?
—¿a no? Desapareciste. Hiciste que todos creyeran que habías muerto, pero… mirate… ¿acaso fue verdad el ataque? O ¿tú misma lo mataste? —Layla se sorprendió por ello y fue a arremeter contra el hombre, pero se quedó congelada al ver a la mujer ponerse en frente y empujando a Layla.
Esta se alejó viendo que ahora tenían varias personas a su alrededor, se sintió mareada, pero la voz de Davida y Claus la trajo de vuelta.
—tu… hijo de … no sabes todo lo que sufrí… todo lo que viví… todo lo que vi… —tomo un momento para tomar aire, su cuerpo tenia aun heridas que pensó que habían sanado, pero era claro que no, recordar el cuerpo frio de Niccolo, haberle visto morir —¿crees que no hubiera dado mi vida por verlo vivo? —Enzo vio como la mujer re le ponía rojo el rostro y las lágrimas aun no querían salir. —perdí a mi esposo, al padre de mi hija —Davida miro a su madre que estaba a punto de llorar y bajo de los brazos de Claus corriendo a abrazar a su madre, había recordado las veces que la había visto llorar, cada fecha importante, casa año nuevo desde que tenía memoria y los años en los que Claus estaba a su lado la vio sonreír, no iba a permitir que nadie arruinara eso.
Golpeo detrás de la rodilla a Enzo haciéndolo caer de rodillas.
—deja en paz a mi mami! —la mujer al lado de Enzo vio a la pequeña que antes le parecía adorable ahora enfurecida arremetiendo contra su padre al cual intento ayudar a pararse.
—yo quise tener un papá que no estuviera en el cielo para que mami dejara de llorar y no voy a permitir que tú la hagas llorar —el acto de su hija la sorprendió e impidió que derramara lágrimas.
—Dav… vámonos.
—no! Él no tiene por qué decir que tu mataste a mi papá, ¡él nos salvó! Y este feo anciano no va a manchar la memoria de papi —Davida estaba por volver a golpear al hombre, pero Layla cargo a Davida alejándola.
—ya amor, basta, basta —se arrodillo abrazando a su hija y llenándola de besos al verla llorar de rabia.
—pero mami
—creeme, tambien quiero golpearlo, pero ya… vámonos a casa —alejo a su hija de Enzo que se levantó con ayuda de su hija. —si quieres puedes creer lo que quieras, pero no te metas con la memoria de Nick.
Claus le paso a la niña quien miro confundida la escena.
—¿papá? ¿esa era la esposa de Niccolo? —pregunto incrédula la chica que habia escuchado las noticias.
Un fan enfermizo entro a la casa de los D´Luca y le arrebato la vida a la familia suicidándose con ellos.
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Editado: 20.08.2024