No te metas con Zoé

Cap. 2 - Paso 1: Cabello

—¿Lograste calmarte? —cuestiona Adam, cortando el incomodo silencio que estaba presente desde hace media hora.

Muerdo mi lengua, evitando de esa forma gritarle un ¡No! 

Mi enojo e impotencia vuelve a aumentar con cada recuerdo del escandaloso momento, luego de retirarnos pude notar que la música había vuelto, la situación quedo en completo olvido.

Tengo que pensar alguna manera de poder quedar satisfecha, regresar la misma situación de humillación e impotencia que sentí en ese momento. Talvez la mejor forma de responder su acoso no era arrojarle la bebida, en su lugar le hubiera dado una tremenda bofetada, de esas que te reinician el sistema.

Podemos recuperar nuestro orgullo

Mi conciencia se hace presente. Cuéntame, ¿de que forma lo hago

¿Alguna vez te has puesto a pensar que hace a los populares ser populares?

Niego con la cabeza, contestando la misma pregunta que me formulé.

—Zoé, vamos, tienes que hablarme —insiste.

Suspiro resignada, observo el perfil de Adam mientras mantiene la vista pegada en la autopista, buscando algún local de comida, no puedo planear nada con el estomago vacío, es como si fuera mi punto débil.

—No hablaré hasta haber satisfecho mi hambre —digo con completa seriedad.

Adam voltea a verme con una sonrisa divertida,  pero sus ojos recorren mi cuerpo de forma descarada, había olvidado que el vestido mojado se ceñía aún mas a mi cuerpo. Sé que le gusta mucho Cassie, pero eso no quiere decir que le atraiga de cierta forma, es decir, es hombre, y todos son pervertidos de diferentes formas.

—Lo siento —despega su vista, y niega con la cabeza —, no me parece una buena idea que entremos a un local de comida luciendo tan provocativa.

Sus palabras logran sorprenderme, jamás pensé que escucharía ese tipo de vocabulario en él, ya que siempre ha mantenido su caballerosidad, pero eso solo me da la razón al pensar que los hombres son pervertidos.

Orilla el auto, para luego apagarlo, decido guardar silencio, ya que aun estoy un poco impresionada. Se acerca a mi, captando mi atención, su aliento mentolado eriza mi piel por el frío.

—¿Qu-ué haces? —preguntó tratando de ocultar el nerviosismo que provocó al acercase a mi.

Su brazo se extiende hacia mis piernas, mi respiración comienza a acelerarse, su mano desciende hasta mis pies y toma una chaqueta. 

Que manera de cortar el ambiente.

Coloca la chaqueta en mis hombros sonriendo de forma tierna, aunque su vista baja a mi escote. Hubiera esperado cualquier cosa, excepto esto, su gesto me tomo por sorpresa, en el tiempo que llevamos siendo amigos jamás había tenido ese atrevimiento.

—Te congelaras si sigues usando eso, por eso te prestare mi chaqueta, te cubre del frío pero sobre todo, oculta ese escote —señala, el rubor se insta en mis mejillas.

¿Habló de mi escote como si fuera cualquier tipo de conversación?

《Te prendió, admítelo》

Ignoro la voz odiosa de mi cabeza.

—Gracias por el gesto.

—No te preocupes —dice mientras enciende el auto para seguir el recorrido —. Deberíamos de contactar a las chicas.

Su sugerencia es buena, solo que hay un problema, mi celular murió con el contacto del agua, fue mala idea guardarlo en mis converse.

—Hazlo tú —ordeno —, no funciona mi celular.

Sin pensarlo dos veces me extiende su celular, ya desbloqueado. Marco el número de Bianca, pero suena ocupada la línea, así que marco el número de Cassie, del cual tiene registro de varias llamadas, la última se hizo apenas hace una hora. Es inevitable que no sienta una punzada de celos. 

Bianca devuelve la llamada segundos antes de llamar a Cassie, suspiro aliviada antes de contestar.

Hola Adam... —su voz suena jadeante —¿Sabes dónde esta Zoé...?

—Soy yo —la interrumpo colocando el altavoz para que Adam pueda escuchar la conversación —ee¿Dónde estabas? 

Bueno... es algo complicado —murmura —. Además te estuve llamado, para confirmar algunos rumores que circulan por aquí.

—Son ciertos —confirmo —, no es algo que quisiera hablar por ahora. Estoy con Adam, de camino al local de Hamburguesas...

Volteo a ver a Adam y sonríe entendiendo a donde quiero ir.

¿Lograste comunicarte con Cassie? —cuestiona Bianca.

—Ya la conoces, debe de estar ligando con cualquier fulano —lo digo tan firme que Adam de inmediato borra su sonrisa, él quisiera ser ese fulano.

El silencio incomodo vuelve, así que decido cortar la llamada con Bianca, indicándole que la veré el lunes en el instituto y con la promesa de contarle lo sucedido en la fiesta de Derek.

Adam sigue conduciendo, sin ningún rumbo. Es como si cada vez que escucha el nombre de Cassie su cerebro se reiniciara y solo pensara en ella, lo cual esta colmando mi paciencia.

—¿Qué te ocurre? —pregunto con enojo,

Ignora mi pregunta, está sumergido en sus pensamientos.

Giro mi cabeza hacia él, sin despegar la vista, no me daré por vencida tan fácilmente, dudo unos segundo si volver a hablar, pero mi boca es más rápida que mis pensamientos.

—Adam...

—¿Sabes? —me interrumpe —Estoy harto de esta mierda. Puede que parezca un idiota detrás de Cassie, pero en verdad la quiero... 

—Tienes razón, eres un idiota Adam —admito —. Entiendo lo frustrante que se siente cuando te gusta alguien y no es correspondido.

Guarda silencio y respira profundamente, tratando de recomponerse, como dije antes, puede que Cassie sea una de mis mejores amigas, pero no siento que sea correcto jugar con Adam de esa manera, mucho menos por que sabe muy bien mis sentimientos hacía él.

A pesar de eso no pienso terminar con nuestra amistad. Tal vez con el tiempo ella sepa que todo acto que hace tendrá consecuencias futuras, solo espero que este lista para ese momento-




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