No te necesitamos

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- Quiero decir... no entiendo algo... - y eso es decir poco, ahora estoy en un lugar tan astral que probablemente no regrese a esta tierra pronto, el tipo me sorprendió tanto que ni siquiera supe cómo reaccionar, qué decir.... Y en general, ¿vale la pena decir algo en una situación así?

- Sí, soy una tonta por tardar tanto en hacer esta oferta, lo sé. Sólo necesitaba tiempo para pensarlo y... Para analizar si realmente estoy preparado para asumir las responsabilidades de padre de tu hijo y construir una familia contigo. Y ahora mi respuesta es firme y definitiva - sí. Lo deseo con todas mis fuerzas. Déjame hacerlo. - Y Andriy hizo un buen trabajo, decidió golpear mientras el hierro estaba caliente, me llevó a un verdadero pico, en cuya cima mi cabeza iba a estallar como una sandía madura en el jardín.

- Oye, oye, espera, para, no digas nada, - me dijo, - esto ha ido demasiado lejos, y valía la pena empezar por lo básico, por lo más sencillo, - ¿cómo sabías que estaba en el hospital? ¿Quién te lo dijo?

- Bueno... eso... no puedo decírtelo, prometí guardar el secreto... Pero eso no es lo principal, lo principal es que quiero estar contigo y disfrutar de esta vida juntos y al mismo tiempo soportar todas las dificultades que se nos presenten.

Sinceramente, me impresionó este discurso del tipo, porque tales palabras deberían decirse en otra ocasión y en otro lugar, obviamente no en un hospital y no cerca de una persona que acababa de recuperar la consciencia y que corría el riesgo de volver a caer en este abismo de oscuridad por una noticia tan extraordinaria.

- ¿Rebecca? - Decidí dejar a un lado todas esas declaraciones de amor y acertar en la diana, y aunque el tipo no dijo nada, me di cuenta de que tengo bastante buena puntería. Y mi amigo recibirá una paliza por dar con mi paradero a este obseso, se lo garantizo. - Vale, eso está claro. Ahora dime otra cosa - ¿de qué niño estás hablando?

- ¿Cómo que de qué niño? - Los ojos de Andriy se abrieron tanto que temí tener que llamar a los médicos para que los buscaran por todo el pabellón a fin de devolvérselos a su dueño y devolverle la vista perdida. - Sobre su hijo. El niño.

Mierda. ¿Rebecca se chivó de que yo también estaba embarazada? Si es así, eso es un desastre y no se le puede confiar nada. Aunque... Hay más preguntas que respuestas, así que debo andar con cuidado en este campo minado, porque cada paso que doy es muy importante y al final podría volverse en mi contra.

- ¿De qué chico estás hablando? Bien, voy a probar una táctica ligeramente diferente, voy a tantear el terreno para ver qué sabe este chico de mí y hasta qué punto se ha metido en mi vida personal. Contra mi voluntad, debo añadir.

- Diana, ¿estás segura de que estás bien? No recuerdas cosas tan simples... ¿Has olvidado cómo jugábamos los tres juntos en el patio?

Andriy puso una mueca en la cara, como si aquel momento fuera el más importante de su vida y él siguiera intentando hacer de padre, y yo... Y después de esas palabras, empecé a reír estúpidamente a carcajadas, como si me hubieran poseído una docena de demonios y hubieran organizado una fiesta con cócteles ardientes, sopa abrasadora y concursos peligrosos.

- ¿Qué te pasa? ¿Estás enfermo? - empezó a preguntar el tipo, y vi cómo se ponía pálido y ya se dirigía hacia la puerta, o bien temiéndome o bien decidiendo ir en busca de médicos para frenar mi histeria.

- Espera, espera, todo está bien, - traté de recomponerme y calmarme, pero me costó bastante hacerlo, mi amigo realmente me puso en estupor, y luego con sus palabras me tranquilizó tanto que sentí una especie de elevación moral. - Lo has entendido todo mal... No es mi hijo, es el hijo del jefe de mi madre, y yo fui niñera un par de días. De todos modos, no importa, lo principal es que no es mi hijo.

- Pero el niño está tan apegado a ti... - Andriy tiró su última baza del castillo de naipes que se desmoronaba ante sus ojos.

- Es sólo una buena relación humana, ¿qué tiene de extraño? - Bueno, Marat se hizo muy amigo mío, y me costó mucho dejarlo salir de mi vida. Igual que su padre... Para ser honesto conmigo mismo.

- Bueno, eso no cambia el hecho de que te quiero y quiero construir una relación contigo pase lo que pase. Te quiero, Diana. - Declaró Andriy con orgullo y probablemente esperaba que yo respondiera en el mismo sentido y que mi respuesta fuera positiva, pero la vida no siempre es miel sobre hojuelas, y él debería recordarlo para el futuro

Aunque yo también debería recordarlo... Porque literalmente pronto pasó otra mierda que no pude evitar... Porque el tren de los problemas ya se me echaba encima a toda velocidad, y yo estaba atado a los raíles.... ¿Alguien se apiadará de mí y me ayudará en esta difícil situación?




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