No te necesitamos

17

- Te extrañé tanto, mi amor, estaba tan preocupado por ti, - mientras el tipo decía estas dulces palabras, se acercó a mi cama y me miró a los ojos, con tanta inquietud y preocupación, como si la cámara pudiera notarlo, aunque no fuera real, - esto es para ti, mi amor.

Al mismo tiempo, me puso este ramo en el estómago, que era realmente muy bonito y exuberante, y el tipo no reparó en gastos en este sentido, se gastó dinero en atrezzo para este espectáculo.

- Gracias, cariño, es muy bonito, - empecé a mirar estas flores como admirándolas sin parar.

- Eso no es todo, - mientras miraba el ramo, noté en mi visión lateral que Mark se inclinaba hacia mí, y un botón rojo de peligro empezó a parpadear en mi cabeza, gritando que el tipo estaba a punto de hacer una estupidez.

Pero antes de que pudiera volver la mirada hacia el doctor, una luz me golpeó los ojos, atravesando la penumbra circundante como una lanza perfora una cota de malla de papel, porque la puerta de la sala se abrió y allí tardé un par de milisegundos en acostumbrarme a aquella luz brillante y, cuando lo hice, quise volver a cerrar los ojos y no ver nada. Al fin y al cabo, el propio Oleksandr estaba de pie en el umbral de la sala y observaba lo que ocurría aquí... Y lo que estaba ocurriendo aquí era que los labios del chico ya estaban cerca de los míos, y no hace falta ser profesor para entender lo que ocurriría al segundo siguiente... Podía sentir el aliento caliente del chico en mi cara, mientras la mirada del padre de mi hijo me quemaba hasta los huesos...

En el último momento, conseguí girar la cabeza hacia un lado para que los labios de Mark no tocaran los míos y causaran más problemas. Seguían posándose en mi mejilla, pero era mucho mejor que un gesto tan evidente como un beso en los labios. Ni siquiera me di cuenta de qué demonios estaba haciendo, y entonces llegaron unos observadores, y no eran corrientes, y su compañía es impresionante, y mi corazón es como un conejito cobarde que se esconde en un rincón y no asoma la nariz.

Al principio, el médico me miró sorprendido, como si no pudiera creer que yo hubiera rechazado visiblemente tanta ternura por su parte, pero luego se le ocurrió volverse hacia la puerta, o más bien miró a la persona que había irrumpido tan descaradamente en la sala. Y que interrumpió todo el espectáculo.

- ¿Quién es usted? - le preguntó Mark con lógica a Oleksandr, que al principio me destrozó con la mirada, y luego volvió los ojos hacia el médico, como si fuera una mosca molesta que hubiera que ahuyentar cuanto antes, y procedió a... ¿Qué? Mi cerebro se negaba a entender qué hacía el antiguo jefe de mi madre en este hospital y por qué había venido aquí. Y no de muy buen humor, debo decir. No en el mejor de los humores...

- Tu pesadilla, ¡si no la dejas ahora mismo! - La primera frase es pronunciada por un hombre, e inmediatamente muestra las malas intenciones que tiene Oleksandr por estar aquí y ahora, y quiere descargar su ira con la primera persona que se encuentre.

- No hace falta, no es culpable de nada, - finalmente tuve que recomponerme y al menos resistirme de alguna manera al visitante, que se dirigía confiado hacia el médico, y como tenía las manos cerradas en puños, no presagiaba nada bueno.

- De verdad, - espetó el hombre, y dirigió su mirada hacia mí, llena de odio y rabia, - ¿por qué demonios tiene su boca babeante sobre ti? ¿O es que ha ocurrido por accidente y se ha tropezado consigo mismo y ha puesto su boca en la tuya?

- ¿A ti qué te importa? ¿Qué te importa? - Dije lo que tenía en la punta de la lengua, porque no entendía cómo este cabrón podía expresarme algo cuando nos abandonó a mí y a mi hijo a nuestra suerte y se largó como una rata apestosa. Él hizo toda la mierda, ¿y yo y este pobre tipo, que no tenía nada que ver, tenemos que cargar con la culpa? ¿Dónde está la justicia en todo esto?

- Si puedes, entonces baja el altavoz al mínimo por ahora, y hablaremos de ello más tarde, - me hizo un gesto para que cerrara la boca, y hasta me quedé boquiabierto durante unos segundos por esta descarada desfachatez por su parte.

- ¿Cómo te permites hablar con una chica? Ten respeto, compórtate como un hombre, no como un tonto, - no sé qué movía a Mark en ese momento, pero dijo estas palabras con firmeza e incluso sacó pecho, como si estuviera dispuesto a defenderme hasta las últimas consecuencias, sin importarle lo que le esperase más adelante.

- ¿O qué va a pasar? - Oleksandr parecía encantado con estas palabras del muchacho, así que empezó a sonreír con satisfacción y miró al doctor como si fuera un bicho bajo sus pies, al que aplastaría en cualquier momento y ahí acabaría todo.

- Si no, tendrás que enfrentarte a mí, y créeme, no te apetecerá mucho, te lo prometo, -Mark no retrocedió, se mantuvo firme, y yo ya estaba pensando que tal vez el tipo estaba enamorado de mí o sentía algún tipo de simpatía, pero apartó la mirada un segundo y me di cuenta de todo. La cámara seguía rodando, la filmación continuaba, y algo me gritaba con lógica absolutamente crítica, que el tipo simplemente había decidido filmar contenido guay y mostrar a todo el mundo lo valiente caballero que era, que defendía a la chica y al paciente en una sola persona. Aunque no tiene un caballo blanco, lleva una bata blanca casi todos los días.

- ¿Quién es usted? - Oleksandr estaba decidido, y como Mark no dobló la rodilla ante él, el hombre decidió aprovechar estas provocaciones y pasar un buen rato.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.