Capítulo 5

TOC TOC TOC (tocan la puerta)

Escucho los toques de la puerta, pero no me molestó en levantarme, sea quién sea ya se cansará y se irá.

TOC TOC TOC TOC TOC (toques más insistentes)

Ufff —No quiero ver a nadie,  no se porque sigue insistiendo. -dije protegiendome del mundo bajo mis sábanas.

Parece que se aburrieron de insistir. —Mejor, no estoy de humor para nadie. -dije en voz alta haciéndome un ovillo en la cama.

—¡Mia sophia! Espero que no estés durmiendo. -dijo mi amiga subiendo a paso veloz  las escaleras.

—Oh no, ¡Hannah! - exclamo en voz alta, olvidaba que ella tenía llave para casos de emergencia, pero ¿quién le dijo que hay emergencia?

Solo pude sentir mi cuerpo siendo aplastado. —¡Hay! No, encima de mí no, por favor me aplastas.

—¿Acaso piensas seguir  durmiendo? -dice dandome un abrazo por encima de la sábana.

—Si, es temprano aún. -digo entre bostezos.

—¡Temprano! -dijo con cierta indignación. —Son las 10 de la mañana Mía, que raro que estés aun acostada. -dijo en un triste intento de quitarme la sábana.

—Dejame Hannah, no me quiero levan.. 

—Vamos tenemos que hablar. -dijo interrumpiendome.

No dije una sola palabra, no se de que quiere hablar, solo me mantuve escuchándola.

—Tienes que decirme porque me llamaste a las 6 de la mañana de ayer y después no pude contactar contigo,tu teléfono estuvo sin señal todo el tiempo, estuve muy preocupada.

No la estaba viendo pero estoy segura, que estaba haciendo gestos con las manos a modo de reprimenda.

—¿Dime que es.. -no deje que terminara de hablar, me senté en la cama y deje caer la sábana que cubría mi cuerpo.

—¡Oh dios! ¡Que te hicieron! -y empezó a llorar sin dejar de abrazarme. 

—Si fue Jonas te juro que lo mato dice..

—No, Jonas ni siquiera sabe que estoy aquí. -dije recostando mi cabeza en su
regazo..

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Hannah se pasó el día acompañadome, me  peinó, maquilló, me hizo masajes de relajación. Después de estar mucho tiempo en silencio, le  conté parte de lo que me ocurrió,si parte porque omití la parte en la que Paul había ido por mí, y no es que no quiera que mi amiga sepa, lo que sucede es que no me siento preparada para contarle la parte en la que estuve fuera de mi.
 

Mi amiga al saber lo ocurrido volvió a llorar nuevamente y claro yo llore aún más, Hannah sabe lo que significa para mí pasar por está situación.
 

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El fin de semana pasó muy rápido, estuve sola el domingo, todo el día metida en mi mini biblioteca, creo que terminé de leer muchos de los libros que tenía a medias, leer me despejaba mucho y no quería pensar en mí situación.

Riiii Riiiii Riiii (suena el teléfono de la sala de mi apartamento)

Llegué enseguida, mi apartamento no es muy grande.

—Hola -contesto en voz baja.

—¡Hasta que al fin!, ¿Donde estabas? ¿Por que no contestas los malditos mensajes de WhatsApp?. ¿Ya no queieres saber de mí? -grita y maldice  Jonas al otro lado de la línea.

—Yo tuve,  No le vayas a contar, no se merece saber, por gritarte —No es eso, solo no me he sentido muy bien en estos días. -dije haciéndole caso a mí pensamiento.

—¿Y el teléfono que le pasa, también se siente mal? -dice y pude sentir la ironía en sus palabras.

—lleva unos días sin querer encender. - continuo mintiendole, el se lo está buscando querida.

—Yo no entiendo lo que te pasa, te mandé muchos mensajes de WhatsApp

—Es que. 

—Es más no quiero escuchar nada. - fue lo último que dijo antes de colgar y dejarme con la palabra en la boca.

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8:00pm (cuarto de Mia)

Llegó la noche y ni lo noté estaba tan sumergida en los apuntes de mi Universidad. El día 15 debo entregar un informe sobre un estudio de caso.

—¿Por que no aparece el resumen en mi laptop?. -Pregunté para mí misma en voz alta.

Mire la laptop enarcando una ceja y recordando que aún no lo he copiado la información, que por cierto está en mi teléfono y ahora que lo pienso, ¿Dónde está.?

Sin levantarme de mi escritorio observo a mi alrededor buscando con la mirada mi celular, hasta que veo mi mochila tirada en un rincón de la habitación, lleva varios días ahí.

Fui hacia allí recogí mi mochila y la coloque en mi cama, pensé en desempacar pero obte en hacerlo luego, ahora necesitaba mi teléfono.

—Menudo caos, debe de tener. -dije en voz alta al notar que éste se encontraba apagado.

Apenas estuvo conectado al cargador lo encendí y comenzó a emitir continuamente el sonido de las notificaciones de mensajes y llamadas de  WhatsApp.

—Cuando estoy activa casi ni me escriben. -dije por el asombro de tantos mensajes en los chats.

Pensé en dejarlos ahí sin abrirlos, pero debía de leerlos, o bueno por lo menos leer los últimos mensajes de cada chats. Mmmm y si lees a Paul. Tranqui consciencia, no comiences, luego lo leo luego. No seas así, no olvides que te fuiste sin despedirte. Y claro terminé abriendo el chat.

Chats de Paul

Paul: ¡Hola!, Espero estés bien

Paul: Sabes que para mí no hubiese sido un problema llevarte a casa.

Paul: Me hubiese gustado por lo menos despedirme de ti. Bueno al menos agradezco que me dejaste una nota. Emoji de corazoncito.

Cuando terminé de leer ese mensaje sonreí inconcientemente y recordé la nota.

Paul, se que voy a parecer un poco maleducada al irme sin avisar y te pido disculpas por eso.                                  
Pero ya hiciste mucho por mi, no puedo permitir que también te tomes las molestias de llevarme a casa. Gracias por ser tan atento y brindarme tu ayuda sin apenas conocerme, si porque de cierto modo no nos conocíamos. En fin gracias por todo y también por haber tenido la delicadeza de no hacerme preguntas sobre lo ocurrido, jamás voy a olvidar lo que hiciste por mí. 
Mucho besos. Mia.