No te olvidaré

CAPÍTULO 3:

Álex: 


Se encuentra desayunando junto a su familia, pan con jamón y un jugo de fresa forman parte de su desayuno. 
—Álex, ¿Ya has pensado que vas a estudiar?— preguntó su madre. 
—Aún no lo sé madre, pero quisiera estudiar medicina—contestó él. 
—Es una buena carrera, pero tienes que esforzarte para poder alcanzarla— dijo Robert, padre adoptivo de Alex, ya que el biológico se fue. 
—Exacto, por eso me voy a esforzar. 
Después de esa pequeña conversación nadie hablo. Álex al terminar de desayunar, agradeció y se fue a su cuarto a revisar su mochila a hojear si no se le quedaba algo, era Lunes, y aquel autobús escolar donde iba, salía más temprano ya que llevaban a estudiantes de varios colegios. 
Regresa a la sala y se despide de su madre, quien estaba arreglando sus cosas para que vaya a trabajar al hospital, quién era enfermera, de allí la afición de Álex estudiar medicina. 
Sale de su casa y camina en dirección hacia el autobús escolar, este se encuentra a la vuelta. 
Luego de unos minutos llega, Álex ve que ya están algunos estudiantes en el, así que sin dudar sube. 
Se encuentra con Steven, un amigo que hizo cuando recién se integró a aquel autobús, estamos hablando de hace 3 años atrás, ya que Álex va en cuarto año de secundaria. 
—Hey, bien puntual eres—dijo Steven. 
—Siempre puntual—contestó el. 
Álex se ubica en la parte trasera de aquel autobús, al costado de la ventana. Siempre ha sido el mismo sitio desde hace 3 años. 
Álex saca un libro y empieza a leer, es amante de la lectura, aunque nadie lo crea. 
—¿Otra vez vas a leer?—preguntó Steven. 
—Se podría decir que si—Respondió Álex sin quitar la vista del libro. 
—Pareces nerd así—contestó el, Álex sólo sonrió. 
Más estudiantes llegaban, hasta que aquel autobús arrancó. Álex seguía leyendo, mientras Steven, fastidiaba a algunos alumnos de los otros colegios. 
Minutos más tarde, el autobús frena en un esquina, lo cual fue raro para Álex, ya que sólo hacían eso cuando alguien nuevo se integraba. 
Alex ya no tenía la atención en el libro, sino en aquella chica que estaba subiendo, con la mirada perdida, porque no conocía a nadie de allí. 
Álex, sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo. Se sentía extraño, nunca antes había sentido eso, ni con su ex enamorada. 
—¿Cómo que te impresionó la nueva, eh?—dijo Steven, alzando ambas cejas. 
—Claro que no, como crees—respondió el, aún mirándola. 
Aquella chica se sentó tres asientos más adelante que Álex, en donde ella se había sentado, el podía verla de perfil. 
«¿Cuántos años tendrá?» se pregunto. 
Álex sentía curiosidad de saber quién era ella, la miraba y la miraba. «¿Por qué no puedo dejar de mirarla?» dijo en voz baja. 
Pero era casualidad, que el estuviera leyendo un libro relacionado a un enamoramiento en un autobús escolar, se podría decir que si o puede ser que no. 
Para Álex no iba a ser su primera enamorada, pero para aquella chica, ¿El lo sería?. 
Lo que algo si estaba seguro, que en aquel autobús ambos jóvenes se reencontraron pero no se reconocieron. 

CHRISSY :


Se levantó temprano como se lo había dicho a su madre.  
Chrissy tomó una ducha y se puso su uniforme como usualmente lo hacía, es la misma rutina de todos los días. 
Al estar lista, baja a la sala a tomar su desayuno. 
—¿Lista para ir en aquel autobús?— le preguntó su madre. 
—Se puede decir que si — contestó ella sin tomarle tanta importancia. 
—Veras que no te irá mal — le dijo su madre  
—Eso veremos mamá. 
Tomó en silencio su desayuno, al terminar, se levanta de la mesa y se dirige a la cocina a lavar su plato y taza, ve el reloj que está en la pared, se da cuenta que ya le queda poco tiempo.  
Regresa a la sala y se despide de su madre, sale de casa y camina hasta la esquina, donde pasará aquél autobús. 
Luego de 5 minutos, aquel autobús frena frente a ella, sube y se da cuenta que es la “típica nueva”, se siente incómoda, pero que se va hacer, ya que caminar no estaba en sus opciones. 
Toma asiento en la segunda fila, no tan al fondo. 
—¿Cómo que te impresionó la chica nueva?— escuchó decir . 
—Claro que no, como crees— escuchó que dijeron como respuesta. 
Sentía curiosidad por saber quién era el que la estaba mirando, pero no se atrevió a mirar atrás de ella. Estaba claro que cuando subió no se fijó en las personas que iban allí. 
Chrissy, aquí pagaría el pasaje diariamente, ya que aquel chofer, no quería pago semanal. 
El transcurso al colegio fue en silencio, no converso con nadie, pero de lo que se había dado cuenta, era que todos se tenían confianza, y al ser nueva, hacia que se sintiera que no pertenecía allí. 



Llega a casa, su madre le preguntó cómo le fue, ella comenzó a contarle lo que pasó. 
—Hasta he llamado la atención de un “ chico” — dijo haciendo comillas con los dedos en la palabra chico. 
—Eso es buena noticia— dijo su madre con una sonrisa pícara. 
—Claro que no, tu sabes cuánto me cuesta relacionarme con los demás, especialmente con los chicos. 
—Lo se, pero tendrás que ir desenvolviendo, ya que ahora conocerás una nuevas personas. 
—Tienes razón pero todo a su tiempo. 
—Si hija, todo a su tiempo. 
Se despide de su madre y se dirige a su cuarto, a darse una ducha y quitarse el uniforme. 
Al estar lista, enciende su laptop he ingresa a la red social Facebook, como siempre lo hace. 
Pero otra vez encuentra mensaje de Alex Gow.  
Ya no decide dejarlo en visto como la otra vez, porque estaba claro que iba a insistir. Por ello decide responder. 
—Hola, ¿Qué tal?— teclea y envía el mensaje. 
El mensaje del susodicho no tarda en llegar. 
—Hola, me encuentro bien, y tu¿? 
—Me alegro— responde— también me encuentro bien — envía el mensaje. 




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