Despierto y observo el reloj, son las 7:00 P.M., Tony duerme plácidamente al lado mío, con delicadeza, me levanto de la cama y de nuevo siento un ligero vértigo, no le doy mucha importancia, aunque ya se suman dos durante el día. Tomo el celular y le envío un mensaje a Waleska, ella contesta inmediatamente y me indica que están saliendo en este momento del cine y se dirigen a cenar a un Macdonald. Le informo que estoy saliendo para el apartamento y que nos reuniremos en casa.
Tony se despierta, me sonríe como un niño travieso. -Hola bonita-. -Hola dormilón-. -¿Ya te vas?-. Le explico que necesito llegar antes a casa que mis hijos y él lo comprende; le indico que preparé algo para su cena y él me lo agradece despeinando mi cabello.
De pie junto a la puerta, se despide agitando la mano. -Te amo- Puedo leerlo en sus labios.
Aún no puedo creer lo que nos está pasando, después de tantos años de soledad, me vuelvo a sentir amada, protegida, segura y feliz.
He llegado a mi casa y todo es alegría, mis hijos me cuenta literalmente la pelicula y luego se retiran para descansar. Tony y yo nos enviamos mensajes por 2 o 3 horas, hasta que mis ojos duelen del cansancio. Nos despedimos prometiendo que el próximo días nos comunicaremos a primera hora.
Son las 8:00 A.M y me levanto para preparar el desayuno de mis pequeños, observo mi teléfono y tengo un mensaje de Tony. -Linda mañana, para la mujer más bella del planeta-. Sonrío.
Durante el resto del día mis hijos y yo hacemos una serie de mandados. Tony me indica que pasará el día completo con su pequeña hija.
El lunes ingresó a mi oficina y encuentro un vaso de café caliente con una rosa roja y un mensaje. -Te amo, lindo día, T. - . Creo que pensamos lo mismo, minutos antes dejé sobre su casillero de documentos, un paquete de galletas que preparé en mi casa, con un mensaje -Para tí con amor. H. -
Durante el día recibí algunos mensajes de Tony; no pudimos coincidir en ninguna de las reuniones, ni en la hora del almuerzo y el día estuvo bastante cargado de actividades.
Me dirijo hacia el parqueo y presiono el botón para quitar el seguro de la puerta de mi vehículo. De repente siento el aliento suave y dulce de Tony sobre mi cuello, sus brazos rodean suavemente mi cintura. -Pensé que no llegarías bonita, estaba impaciente por verte-.
Mi vehículo es testigo de todo lo que ahí hicimos, de repente hemos vuelto a hacer unos adolescentes con las hormonas revueltas. Amo todo lo este hombre me ofrece, es inteligente, buen oyente, amigo fiel y excelente amante. Nunca me habia sentido tan completa como hasta ahora.
Después de un rato nos despedimos, Tony entiende lo importante que es pasar tiempo con mis hijos y aunque me asegura que quisiera que el tiempo se detuviera cada vez que estamos juntos, también tiene claro que mis hijos son mi alegria y estar con ellos también es mi debilidad.
Durante un mes hemos evitado escenas romanticas en la oficina, es dificil disimular nuestros sentimientos, pero queremos ser muy profesionales y que nuestra relación no afecte nuestro trabajo.
Con relación a nuestros hijos, hemos decidido que ya es momento de reunirnos con ellos y comentarles de nuestra relación. Este mes juntos ha sido maravilloso y aunque sabemos que podemos enfrentarnos a momentos dificiles con las reacciones de nuestros respectivos hijos, estamos seguros que juntos podremos superarlos. Hemos planificado que primero conversaremos con mis hijos y hemos acordado hacerlo para este fin de semana. Es martes y ya me siento muy nerviosa, Tony me envía todo tipo de mensajes, transmitiéndome fuerzas y dándome ánimos, asegurándome que todo saldrá muy bien, sin embargo no dejo de estar temerosa ante la reacción de mis amados hijos.
Lo único que ha oscurecido estos días maravillosos ha sido una constante fatiga y dolor de cabeza, sin embargo pienso que puede ser a causa de toda la tensión que estoy viviendo por la noticia que pronto daremos a los chicos.
En el trabajo: La firma de abogados ha abierto una oficina en Los Angeles, para prestar asesoría a otros compatriotas en temas legales y los primeros dos colegas se trasladarán para iniciar operaciones en nuestras nuevas oficinas en el extranjero; por tanto, El Departamento de Recursos Humaos ha organizado una cena de despedida para nuestros colegas. El jueves por la noche todos estamos reunidos deseándole éxitos a nuestros amigos y compañeros. -¿Nos vamos de aquí? Tengo planes para nosotros-. Leo el mensaje que Tony a enviado a mi teléfono. Disimuladamente tomo mi bolsa y me alejo del restaurante en el cual nos hemos reunido. Espero unos minutos dentro de mi vehículo y Tony hace su entrada triunfante al vehículo. -Amor, ¿podrías conducir?-. -Claro, pero...-¿te sientas mal?; te veo un poco pálida y ultimamente he notado que has bajado de peso-. -Un poco de jaqueca, nada mas y con lo del peso hmm...no me he dado cuenta de ello!!!-. -Esta bien amor, luego veremos eso, pero ahora iremos a la farmacia y compraremos medicamento, no me gusta verte así-. Asiento y me recuesto sobre el sillón.